sábado, 2 de noviembre de 2024

EL CAFÉ INSTANTÁNEO Y LOS PELIGROS DE LA ACRILAMIDA

 

Aunque el té es la bebida más consumida en el mundo después del agua, el café es la bebida más popular y una bebida básica para millones de personas en todo el mundo, que la consumen en un sinfín de situaciones: para conversar con un amigo, para finalizar una intensa sesión de estudio o para empezar el día.

De hecho, mientras escribo este artículo tengo al lado la primera taza de café (negro y sin azúcar) de las tres que tomaré hoy, casi una taza más de las que consume un español medio. En España, el 87% por ciento de la población entre los 18 y los 64 años toma café y siete de cada diez españoles lo hace a diario. La media es de 2,2 tazas al día y el lugar preferido es en casa, en el momento del desayuno y después de comer, según un estudio.

De acuerdo con la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, la ingesta recomendada de cafeína para un adulto es de alrededor de 400 miligramos al día, lo que equivale a unas cuatro tazas de café de tamaño estándar. La mayoría de las personas puede tolerar esta cantidad de cafeína sin experimentar ningún efecto secundario significativo.

Desde el clásico café de filtro y el moderno café frío hasta la precisión de la prensa a la francesa y la intensidad del espresso, existen innumerables formas de preparar la taza de café perfecta. La diferencia clave entre cada método de preparación es cómo interactúa el agua con los posos de café y el tiempo que lleva prepararlo.

Proceso de elaboración del café instantáneo

El café instantáneo se elabora a partir de granos de café que han sido tostados, molidos y extraídos antes de ser secados y pulverizados. El proceso de producción puede variar según la marca o el método utilizado, pero generalmente sigue dos pasos principales: la extracción y la deshidratación.

Para la extracción, los granos de café se tuestan y se muelen en partículas pequeñas y luego se sumergen en agua caliente para obtener una solución concentrada de café. Después de la extracción, la solución concentrada se somete a un proceso de deshidratación, que puede ser por liofilización o atomización.

La liofilización es un método que implica congelar la solución concentrada de café y después eliminar el agua mediante un proceso llamado sublimación. Por otro lado, la atomización consiste en dispersar la solución concentrada de café en forma de pequeñas gotas en un medio caliente, como aire o vapor, haciendo que el agua se evapore rápidamente y quede una fina capa de café seco que se pulveriza posteriormente.

Para preparar el café doméstico, el café instantáneo es la alternativa más rápida y sencilla; todo lo que hay que hacer es verter agua caliente sobre el polvo y la taza de café estará lista para beber. Pero detrás de esa reconfortante taza se esconde un intrincado mundo químico, que no sólo afecta al sabor, sino que también introduce compuestos como la acrilamida que tienen muy mala fama.

¿Qué es exactamente la acrilamida?

La acrilamida es un compuesto orgánico (C₃H₅NO) que se forma principalmente a través de la reacción de Maillard, una reacción química entre aminoácidos y azúcares reductores que ocurre cuando los alimentos se calientan a más de 120 °C. Además de dar a muchos alimentos su coloración y sabor, esta reacción también produce acrilamida, en particular cuando está presente el aminoácido asparagina. La acrilamida se encuentra en productos horneados, alimentos fritos y en el café.

La acrilamida se forma al asar o tostar cualquier alimento que, como el pan, contiene almidón.

En el caso del café, tostarlo a altas temperaturas hace que la asparagina presente en los granos reaccione con los azúcares y forme acrilamida. Como el café instantáneo se prepara y luego se deshidrata (mediante liofilización o secado por aspersión), la acrilamida, un compuesto soluble en agua, se concentra más en el producto final.

Diferentes estudios han demostrado que el café instantáneo puede contener hasta el doble de niveles de acrilamida que el café normal. Según estudios realizados en animales, las dosis altas de acrilamida pueden ser cancerígenas, lo que ha llevado a organizaciones como la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) a clasificarla como un "probable carcinógeno humano".

Pero antes de tirar al contenedor ese frasco de café instantáneo, es importante entender el contexto y los números. Aunque algunos estudios toxicológicos realizados en animales han demostrado que la acrilamida en dosis elevadas puede provocar cáncer, la frase clave aquí es "dosis elevadas". Los niveles de acrilamida que los seres humanos suelen consumir en una dieta normal son mucho más bajos que los utilizados en estudios realizados en animales.

La ingesta diaria aceptable de acrilamida varía entre organismos (de 25 a 195 microgramos) y se basa principalmente en conjeturas. Los expertos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) han estimado el rango de dosis dentro del cual es probable que la acrilamida cause una incidencia tumoral pequeña pero medible (llamados efectos "neoplásicos").

El límite inferior de este intervalo se denomina límite de confianza inferior de la dosis de referencia (BMDL10, por sus siglas en inglés). Para los tumores, los expertos seleccionaron un BMDL10 de 0,17 mg/kg de peso corporal/día. Eso quiere decir que, para una persona que pese 70 kilos, de peso, el BMLD10 son 12 mg. Cualquier ingesta diaria por debajo de esa cantidad es absolutamente inocua.

¿Cuánto café se necesita beber para que la acrilamida se convirtiera en un problema?

Hagamos los cálculos. Un litro de café instantáneo contiene aproximadamente 10 mg de acrilamida. Para alcanzar el límite inferior de las recomendaciones más conservadoras sobre la exposición a la acrilamida (esos 0,17 microgramos al día), una persona de 70 kg de peso corporal necesitaría beber unos 1,2 litros de café, es decir, unas 10 tazas de café largo diariamente. Para la mayoría de las personas, esa es una cantidad exagerada de café a consumir en un solo día, lo que significa que es poco probable que una taza de café instantáneo ocasional suponga riesgo alguno para la salud.

También es importante señalar que la extrapolación de datos de estudios toxicológicos en roedores para evaluar las implicaciones de la acrilamida para la salud de los seres humanos puede no ser del todo precisa (después de todo, no somos roedores). La investigación epidemiológica en seres humanos ha demostrado una falta general de asociación entre la exposición a la acrilamida en la dieta y la incidencia de diferentes tipos de cáncer.

Y si necesitas otra razón más para seguir con tu amado café, te recomiendo leer este artículo sobre los numerosos beneficios para la salud relacionados con el consumo moderado de café.

Con tantos tipos de café y tantos factores en juego, uno podría preguntarse: ¿cuál es el mejor tipo de café para beber? Para muchas personas, el café instantáneo es el preferido. Muchos lo descartan por considerarlo inferior, pero tiene sus ventajas. Es rápido, fácil y asequible, lo que es ideal para prepararlo rápidamente sin usar una cafetera. El ligero aumento de acrilamida puede parecer un inconveniente, pero siempre que se consuma con moderación, no hay motivo real de preocupación.

Como dijo sabiamente Paracelso, es la dosis la que crea el veneno.