Los virus de la viruela tienen forma ovalada y ADN de doble cadena. Hay muchos tipos de virus de la viruela, como la varicela, la viruela bovina y la viruela humana, que se erradicó en la década de 1970. Foto. |
Alarmados por el aumento de casos
del virus MPOX, ayer 14 de agosto, la Organización Mundial de la Salud declaró
que este brote de viruela constituye una emergencia de salud mundial. Esta
medida se produce después de que una cepa virulenta de la enfermedad se haya
propagado rápidamente a 16 países y seis nuevos países se vieran afectados
en diez días. Desde principios de 2024 se han confirmado 15.132 casos de MPOX
en África.
El brote inicial se ha producido
por transmisión sexual, pero hay pruebas de que esta cepa también puede
transmitirse a través del contacto directo de piel con piel. Entre los
infectados se encuentran escolares, trabajadores sanitarios y familias enteras.
La buena noticia es que, a
diferencia del COVID-19, este virus no tiene la capacidad terrorífica de
trasmitirse por el aire.
¿Qué es el MPOX?
El virus de la inmunodeficiencia
humana MPOX, anteriormente llamado viruela del mono (se ha cambiado el nombre para
eliminar cualquier estigma asociado con él, pero también para enfatizar cómo ha
cambiado este virus en 50 años de casos humanos confirmados), es un virus de la
viruela que se identificó por primera vez en monos de un laboratorio danés que
habían sido exportados desde África en la década de 1950.
Al principio, probablemente se
supuso que era un virus que solamente infectaba a los monos, pero
los primeros casos humanos se documentaron en la República Democrática del
Congo en la década de 1970. Los casos fueron provocados por pequeños animales,
como monos y pequeños roedores, que transmitieron la enfermedad a los humanos,
por lo que el nombre se mantuvo. Este virus no recibió mucha atención hasta
hace poco.
El MPOX está relacionado con
otros virus de la viruela, como la viruela bovina y, sobre todo, la viruela
humana, ahora erradicada. No está relacionado con el muy común virus de la
varicela, aunque muchos de los síntomas de la infección sean los mismos.
Como hemos sabido gracias a otras enfermedades víricas como el COVID-19, los virus cambian genéticamente y mutan con bastante rapidez. El MPOX no es diferente, aunque los virus de la viruela suelen mutar mucho más lentamente en comparación con otros virus, como el VIH.
Genéticamente, los virus MPOX se
agrupan en dos grupos principales llamadas Clado I y Clado II. Las infecciones
por el virus del Clado I se asocian con una alta tasa de letalidad de hasta el
10%. El Clado II, que tiene una
distribución geográfica mucho más grande que abarca África occidental, se
asocia con una tasa de letalidad mucho menor del 1%. Ambos clados se transmiten
de la misma manera: contacto físico cercano entre humanos, incluida la
transmisión sexual.
Aunque puede suceder la
transmisión de animales a humanos, los mensajes recientes sobre atención médica
se han centrado en grupos de alto riesgo, como los trabajadores sexuales y los
hombres homosexuales, dos grupos que se han visto afectados
desproporcionadamente por el reciente brote. En cualquier caso, cualquier
persona que presente síntomas de infección por MPOX (o que haya tenido contacto
cercano y no necesariamente sexual con un caso confirmado) debe hacerse la
prueba.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas del MPOX comienzan
siendo bastante vagos: fatiga, dolores, fiebre, dolor de cabeza, dificultades respiratorias y sarpullido (erupción cutánea). El síntoma de la erupción es un
diferenciador útil de otras enfermedades virales comunes. En el caso de la MPOX,
la erupción puede causar picor y dolor y rápidamente se transforma en ampollas
llenas de líquido que luego forman costras.
El líquido de estas ampollas es
infeccioso y el MPOX se puede propagar al compartir toallas o cepillos de
dientes, por ejemplo. Algunas personas tienen solo unas pocas ampollas que
pueden ser difíciles de ver, según dónde se encuentren en el cuerpo, y otras son
asintomáticas, lo que facilita la transmisión y dificulta el control de la
expansión del virus.
El MPOX es una especie de virus de la viruela, como la viruela de la vaca y la viruela humana, que se caracteriza por una erupción seguida de protuberancias que aparecen en la piel. En el caso del MPOX, las protuberancias se llenan de líquido y, finalmente, forman costras. La imagen es la un paciente durante un brote de MPOX en 1997. Foto. |
¿Cómo se propaga la enfermedad?
El virus se propaga a través del
contacto, como al compartir utensilios, platos, toallas y ropa de cama. Las
mujeres y los niños se ven afectados desproporcionadamente por el contacto piel
con piel, ya que están cerca unos de otros todos los días. Los niños juegan en
las escuelas y guarderías y tocan objetos y a otros niños todo el tiempo.
Los virus también se propagan fácilmente cuando las personas viven en zonas densamente pobladas y de bajos ingresos y no pueden aislarse. Otras dos razones por las que el MPOX se propaga rápidamente son el período de incubación más largo y los síntomas vagos. Para dificultar el diagnóstico, las erupciones que aparecen en niños pueden confundirse con varicela o alguna de las otras enfermedades infecciosas infantiles.
El período de incubación varía
considerablemente, desde cinco hasta veintiún días. Una persona puede
infectarse con MPOX durante este período y, sin tener síntomas, viajar a otro
país y transmitir la enfermedad a otras personas. Los síntomas iniciales son
vagos e incluyen inflamación de los ganglios linfáticos, fiebre y sensación de
agotamiento. Se estima que el 10% de las personas infectadas con MPOX son
asintomáticas. Solo cuando aparece el sarpullido puede resultar evidente que no
se trata de un resfriado, ni de una gripe, ni de COVID-19.
¿Qué medidas de emergencia deben adoptarse para garantizar que el brote no se convierta en una pandemia?
Hay un par de factores en contra de las agencias sanitarias africanas que intentan contener el virus. Los recursos para combatir esta enfermedad son escasos y las vacunas escasas. Los Centros Africanos para el Control de Enfermedades estiman que sólo hay 200.000 dosis disponibles para los países africanos, frente a una demanda de al menos 10 millones.
Sin embargo, todavía se puede
hacer mucho, en primer lugar, con las pruebas, que son la herramienta número
uno en la lucha. Los epidemiólogos necesitan saber dónde están estos casos y
quiénes en están pasando por MPOX. También necesitan usar estos datos para
rastrear contactos. Las pruebas son las mismas que las utilizadas en la COVID-19:
pruebas simples utilizando un hisopo (palito con algodón) introducido en la
nariz y/o garganta que ofrecen resultados fiables en media hora.
En segundo lugar, hay que ampliar
y modificar las alertas: En el brote inicial de MPOX que se produjo en 2022,
muchas de los mensajes de alerta que se dirigieron estaban dirigidas a los
trabajadores sexuales y a los hombres homosexuales. Como resultado, el público
puede haber pensado que se trata únicamente de una enfermedad de transmisión
sexual. No es así. Las mujeres y los niños están contrayendo el virus, por lo
que es necesario informar a las comunidades qué síntomas deben buscar y qué
acciones tomar.
En tercer lugar, las vacunas,
otra lección que hemos aprendido todos durante la pandemia de COVID-19: debido
a que la vacuna contra el MPOX es tan similar a la de la viruela humana, se puede
utilizar. Esta vez las vacunas ya existen, y países como España las tienen en
stock desde la anterior crisis del MPOX de 2022/2023. Aunque el virus ha
sufrido alguna variación, como muestra el aumento de su agresividad, es muy
probable que las vacunas sigan sirviendo contra él.
Sin embargo, las
reservas son limitadas y no se pueden fabricar vacunas contra la viruela
con la suficiente rapidez. Hay ya una vacuna candidata de ARNm que se encuentra en ensayos
clínicos. La OMS ha solicitado que las vacunas candidatas se aprueben y
distribuyan rápidamente.
Es necesario adoptar urgentemente
estas medidas y otras para contener y reprimir esta epidemia antes de que pueda
convertirse en una pandemia mundial. La viruela humana, causada por un virus
letal que puede transmitirse fácilmente de persona a persona, fue erradicada a
principios de la década de 1980 gracias a una campaña de vacunación muy eficaz.
Esa campaña fue tan eficaz que ya
no es necesario vacunar a todo el mundo contra la viruela. Esto también
significa que las reservas de vacunas contra la viruela para casos de
contingencia son relativamente pequeñas y llevará tiempo aumentar la producción.
Es necesario detener al máximo la transmisión del virus MPOX. Este virus ya ha demostrado que puede mutar y que las nuevas variantes podrían transmitirse con mayor facilidad que los virus que circulan actualmente.