Con las vacaciones a la vuelta de la esquina, poner un poco de alegría en
nuestros espacios interiores colocando algunas plantas con flores parece una
excelente idea. Las plantas nos acompañan en los meses de invierno y crean entornos
hogareños más festivos y acogedores. Las flores de pascua (Poinsettia
pulcherrima) son flores navideñas muy populares, pero se puede ir más
allá porque puedes elegir otras muchas plantas que
florecen estas fechas en interiores. He seleccionado cinco que
encontrarás en cualquier floristería.
Cactus de navidad (género Schlumbergeria)
Para elegir diferentes colores florales, nada mejor que un cactus
navideño. Sobre ellos me ocupé con alguna extensión en
este artículo. Hay variedad de colores para elegir, que van desde el
blanco hasta el rojo brillante y el morado. Además, a diferencia de otros cactus, sus espinas
son poco agresivas.
El cactus navideño es fácil de cuidar y necesita riego solamente cuando los dos primeros centímetros superiores del suelo están secos mientras está floreciendo, y con menos frecuencia cuando no es así. Cuando no esta floreciendo se puede dejar en un lugar sombreado y regarlo ligeramente una vez por semana.
Durante los días más cortos de finales de otoño e invierno, el
cactus comenzará a dar señales de que va a florecer. Entre seis a ocho semanas antes de
que observes las yemas de los extremos de los tallos que producirán las flores,
mantén la planta en la oscuridad durante al menos 10 a 12 horas al día para ayudar a
que florezca. Si es posible, le vendría bien que la temperatura estuviese más o
menos a 18º. Darle algo de tiempo en un lugar oscuro y frío, como un sótano, te
ayudará a conseguir una vistosa explosión de flores listas para las
fiestas.
Amarilis (género Hippeastrum)
Hippeastrum es un género de plantas bulbosas que comprende más
de 70 especies nativas de regiones subtropicales y tropicales de América, desde
Argentina hasta México y el Caribe. Estas plantas, cultivadas en todo el mundo
por sus vistosas flores, se conocen con el nombre popular, pero erróneo, de Amaryllis,
un género africano de la misma familia. El nombre Hippeastrum, que deriva
del griego y significa "estrella de caballero", fue elegido por el
reverendo William Herbert en 1821 para describir a la primera especie del
género, Hippeastrum reginae.
Las amarilis son otra opción popular para estas fiestas dada su tendencia
a florecer en invierno si se mantienen en el interior. Los bulbos brotan a finales de otoño en el exterior
y tienen la ventaja de que son menos exigentes de luz que otros tipos de bulbosas,
lo que los convierte en plantas de interior ideales para el invierno.
Si mantienes la tierra húmeda alrededor del bulbo mientras mantienes
secos el tallo y la parte superior del bulbo que sobresale del suelo, la
amarilis estará encantada. Si prefieres no colocar los bulbos en macetas puedes
encerarlos, pero crecerán solo durante una temporada y son
difíciles de replantar porque el encerado dificulta que desarrollen
raíces. Para encerarlos basta con derretir un poco de parafina al baño de maría que luego se barniza sobre el bulbo. Luego, actúa como hay
que actuar con los procedentes de maceta: colócalo en un lugar calentito que
tenga algo de luz natural para estimular la floración.
Narcisos de papel (Narcissus papyraceus)
Sobre el fascinante mundo de los narcisos escribí
este artículo. Los narcisos de papel pertenecen a la especie Narcissus
papyraceus. El nombre genérico alude a Narkissos, hijo del dios río Cephissus
y de la ninfa Leiriope, un joven que en la mitología griega destacaba
por su belleza. Narciso era un joven tan pagado de sí mismo que se enamoró de
su propia imagen reflejada en el agua y se ahogó al intentar besarla. Papyraceus
es el epíteto latino que significa "como el papel".
Narcissus papyraceus es una herbácea perenne y bulbosa que
puede medir hasta 60 centímetros. Las hojas erguidas están presentes durante la
floración a finales de otoño y durante el invierno, cuando se producen flores
blancas y aromáticas. Es una especie que en la naturaleza vive en sitios húmedos, en pastos, claros de
matorrales, bordes de caminos y baldíos en los que puede llegar a formar
amplias extensiones. Entre nosotros tiene la ventaja de ser autóctona, porque es una planta mediterránea
cuya área de distribución, además de por el norte de África, se extiende desde la
península Ibérica hasta Italia y Grecia.
Los narcisos de papel, que en China se cultivan en macetas para
celebrar el año nuevo, se desarrollan bien como plantas de interior y no
necesitan mucha luz para florecer. Mantén siempre sus raíces húmedas ya
sea en la tierra o en un jarrón y florecerán incluso con luz solar indirecta durante
aproximadamente dos semanas una vez que se abran. Si los sacas al exterior en un balcón, los
cultivas en jardín o vives en un iglú, ten en cuenta que les irá bien siempre
que no los expongas a temperaturas bajo cero.
Orquídeas (género Phalaenopsis)
Sobre las orquídeas que florecen en esta época y el modo de cultivarlas
para que florezcan varios años escribí
este artículo. Las orquídeas son otras plantas de interior que ofrecerán flores vistosas durante las fiestas. Necesitan temperaturas más cálidas, alrededor de 20º, y si no reciben mucha luz solar natural al menos seis horas al día,
debes usar una luz especial de cultivo para mantenerlas en forma.
Kalanchoe (género Kalanchoe)
Los kalanchoes son plantas fáciles de distinguir por sus hojas verdes carnosas (son plantas suculentas) y sus ramilletes dobles con flores de diversos colores. Son plantas originarias de Madagascar cuyo nombre procede de los vocablos hindúes kalanka que significa "manchas" y chaya, "de". Una de las variedades que más se ve en España es Kalanchoe blossfediana, pero hay otras muchas con similares requerimientos.
Todas ellas son plantas de interior más que de exterior, aunque si
quieres cultivarlas en la terraza, el jardín o el balcón mejor que sea en un
espacio de semisombra, porque el sol directo no les sienta bien. Si se
dejan en el exterior también hay que tener cuidado con las temperaturas muy
bajas, porque les cuesta crecer en zonas de exterior con mucho frío.
Los kalanchoes florecen en invierno y, dependiendo de la especie o la
variedad, producirán una gama amplia de colores, desde el blanco hasta el rosa
brillante. Tienen una excelente reputación como plantas de interior que
requieren poco mantenimiento y no necesitan muchos cuidados. Respecto al riego,
necesitan bastante humedad, aunque evitando que la planta se encharque. De
hecho, es preferible que el sustrato esté casi seco antes de volver a regarlo.
Basta con regarlos una o dos veces al mes en invierno, y una vez a la semana
durante el verano.
Prefieren mucha luz, por lo que si no se exponen a la solar
durante al menos ocho horas diarias, hay que apoyarlos con una luz de cultivo para
que florezcan. Aunque necesiten luz abundante, procura que no sea directa para que las
hojas no se quemen. Por eso, si los colocas en una ventana, es mejor situarlos
orientados al este o al oeste para evitar las horas de luz más intensas.
También es importante protegerlos de las heladas. Si, a pesar de todo,
prefieres colocarlos en el exterior, es mejor utilizar una zona con semisombra.
Además, como se trata de plantas suculentas, es más que probable que no
sobrevivan a temperaturas que estén por debajo de los 10 °C.
Para favorecer la floración, necesitan al menos seis semanas con 14
horas de oscuridad al día. Aparte de los requisitos mínimos de luz, necesitan
suelo húmedo y temperaturas interiores que no oscilen demasiado para mantenerse
vigorosos.
Si quieres reproducir un kalanchoe puedes hacerlo con un esqueje normal
de tallo o, mucho más fácil, con una simple hoja. Corta una hoja
sana y déjala secar durante un par de días. Después, plántala en una
mezcla de tierra para cactus y suculentas y riega con moderación. La hoja
debería desarrollar raíces y acabará por formar una nueva planta.
Las que siguen son las especies más comercializadas en España, que podrás
reconocer en la imagen adjunta.
Kalanchoe blossfediana. Es la variedad más popular y fácil de
encontrar en España. Destaca por sus colores variados, sus hojas carnosas y su
gran tamaño. Necesita estar situada en un espacio con bastante luz
natural.
Kalanchoe daigremontiana. Otra de las variedades más populares. Es
una planta que se parece al aloe vera. Sus hojas tienen el borde dentado y
algunas manchas más oscuras en el envés. Tiene la extraña
característica de producir brotes a lo largo del margen de
las hojas, unos brotes que se desprenden y emiten raíces fácilmente al caer al
suelo.
En la época de floración, que no se produce con periodicidad anual sino
esporádicamente (en ocasiones, la planta nunca llega a florecer), el tallo
principal se alarga verticalmente hasta 30 centímetros en un par de días, desarrollando
una inflorescencia terminal en forma de paraguas con pequeñas flores
acampanadas de color rosa (o algunas veces anaranjadas). No es muy frecuente
que le aparezcan flores, aunque este año la que tengo en mi despacho está
floreciendo por primera vez en años.
Kalanchoe thyrsiflora. Es una especie muy bonita para decorar que
se puede cultivar tanto en el suelo como en maceta. Necesita una gran cantidad
de luz para crecer. Sus hojas son redondeadas, de un color verde claro en el
centro, y rosado en los márgenes.
Kalanchoe tomentosa. Es una planta cubierta de una fina
vellosidad blanca que le da un aspecto aterciopelado y un tacto muy suave. Las
hojas gruesas son de haz cóncavo y algo aquilladas en el envés. La zona apical
está cubierta de manchas de color marrón oscuro, que coinciden con el grueso dentado de
los márgenes.
Kalanchoe tessa. Es una planta colgante con flores que
llega a alcanzar hasta los 30 centímetros. Sus hojas son ligeramente dentadas y
presenta unas flores muy llamativas en forma de campana.
Kalanchoe arborescens. Dado su nombre, es fácil imaginar que es
una de las variedades más grandes, que puede alcanzar hasta los ocho metros
de talla. Cuenta con unas hojas verdes muy gruesas, y unas flores en tonos
rosas y morados bastante vivos. © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.