Se pensaba que las angiospermas habían aparecido hace 130 millones de
años. La descripción de una nueva especie de planta fósil sugiere que las
flores aparecieron ya en el Jurásico Temprano, hace más de 174 millones de
años.
Las flores son las estructuras reproductivas de las angiospermas
(plantas con flores), que representan casi el 90% de todas las plantas
terrestres actuales y de las cuales depende, de forma directa o indirecta, la
mayor parte de la vida terrestre. Sin embargo, las flores son una innovación
evolutiva relativamente reciente en el calendario geológico de la
diversificación de las plantas. El ancestro común más reciente de todas las
angiospermas vivientes probablemente existió hace entre 140 y 250 millones de
años (MA). En cambio, se estima que el antepasado común más reciente de todas
las plantas con semillas existentes (es decir, las angiospermas y las
gimnospermas) vivió hace entre 310 y 350 MA.
La súbita aparición en el registro fósil de las angiospermas ha
supuesto un quebradero de cabeza para los botánicos desde los tiempos de
Charles Darwin. En una carta mandada a Joseph Hooker en 1879, Darwin se lamentaba
de que las plantas con flores aparecían repentinamente en el registro fósil,
para diversificarse a continuación muy rápidamente. Un rompecabezas que el
naturalista no dudaba en calificar de “abominable misterio". Poco a poco,
gracias a todo tipo de investigaciones, se va armando el rompecabezas.
(A) Numerosas flores conservadas en una sola lámina rocosa. Barra = 1
cm. (B) Numerosas flores carbonificadas en la misma losa. Barra = 1 cm. (C)
Vista inferior de la flor 1 de la figura A, que muestra cinco sépalos y cinco
pétalos (p) con costillas longitudinales. (D) Vista inferior de la flor 2 en la
Figura A, que muestra cuatro sépalos (s) y cuatro pétalos (p) con costillas
longitudinales. (E) Vista inferior de una flor que muestra un sépalo (s) y tres
pétalos (p) que irradian desde el centro, que se rompe oblicuamente para
mostrar la relación entre los sépalos y pétalos como en la figura J. (F) Vista
superior de la flor con sépalos (s), pétalos (p) y semillas (flecha) dentro del
receptáculo. (G) Vista lateral de un capullo de flor (Flor 1 en la Figura B)
con costillas longitudinales (flechas) en los sépalos y pétalos (p (H) Vista
lateral de una flor que muestra un receptáculo (h), perianto (negro flechas), y
un estilo dendroide (flecha blanca). (I) Vista lateral de una flor sin sépalos
o pétalos. Barra = 1 mm. (J) Vista detallada de la flor que se muestra en la
Figura E, que muestra la disposición de tres bases de pétalos (1-3) dentro de
los sépalos (s). Estas bases de pétalos corresponden a los tres pétalos (1-3)
de la Figura E. Barra = 1mm salvo donde se indica otra. Fuente.
Un nuevo artículo publicado esta misma semana en la revista Elife, del que son coautores dos botánicos españoles de la Universidad de Vigo, sugiere que la aparición de las plantas con flores retrocede casi cincuenta millones de años. Se pensaba hasta ahora que las verdaderas angiospermas tenían una historia de no más de 130 millones de años. Sin embargo, los relojes moleculares habían sugerido que debían ser más antiguas, aunque no existía una evidencia convincente basada en fósiles que probara tal cosa. La descripción de una nueva especie de planta fósil, Nanjinganthus dendrostyla, indica que las flores aparecieron ya en el Jurásico Temprano, hace más de 174 millones de años, cuando los dinosaurios dominaban la Tierra.
El equipo de investigación estudió 264 especímenes de 198 flores
conservadas en 34 bloques de roca de la Formación South Xiangshan, un afloramiento
rocoso de la región de Nanjing en China, famosa por contener fósiles de la
época del Jurásico Temprano. La abundancia de muestras de fósiles utilizadas en
el estudio permitió a los investigadores analizarlas con una microscopía
electrónica muy sofisticada lo que les proporcionó imágenes de alta resolución
de las flores desde diferentes perspectivas.
(A) Corte longitudinal oblicuo de una flor con brácteas (sc), sépalos (s) y pétalos (p). (B) Una flor dividida longitudinalmente con sépalos (s) y pétalos (p). (C) Superficie integral de un techo ovárico con una cicatriz (flecha) dejada por un estilo roto. Barra = 0,5 mm. (D) Vista inferior de una flor con tres sépalos (s) y cinco pétalos (p) visibles. (E) Un sépalo de la figura D que muestra las costillas longitudinales que se doblan (flecha). (F) Un pétalo de la figura D con costillas longitudinales. (G) Vista lateral de una flor que muestra brácteas (sc) en el lado del ovario y brácteas connadas (b) en la parte inferior. (H) Vista detallada de las brácteas connadas (b) y brácteas (sc). Véase el contorno (línea blanca) de las brácteas fusionadas. (I) El lóculo rodeado por la pared del ovario (flechas) de una flor. Barra = 1 mm en todos los casos salvo en C. Fuente. |
Hacerlo permitió encontrar que la nueva especie de flor presenta una característica
que confirma la definición aceptada para las angiospermas: la existencia de un
ovario completamente cerrado. La palabra angiosperma deriva del griego αγγειον,
angíon- vasija o, ánfora, y σπέρμα, sperma, semilla, lo que quiere decir que
las semillas están contenidas dentro de unas estructuras cerradas llamadas ovarios,
lo cuales, después de la fecundación, originan los frutos.
El Mesozoico era una época dominada por las gimnospermas, por lo que la
existencia de Nanjinganthus en el
Jurásico hizo necesario compararla con las gimnospermas fósiles comunes en ese
tiempo. En el estudio que estamos comentando se encontró que la flor
reconstruida tenía un recipiente en forma de copa provisto del “techo ovárico”.
Este es un hallazgo clave, porque la presencia de esta característica confirma que
Nanjinganthus es una angiosperma,
habida cuenta de que las gimnospermas carecen de ovario cerrado.
Lo que cabe preguntarse ahora es si las angiospermas son monofiléticas,
lo que significaría que Nanjinganthus
representa un grupo monofilético que dio origen a todas las especies
posteriores, o bien a un grupo polifilético, en el que Nanjinganthus representa un callejón evolutivo sin salida que tiene
poco que ver con las especies posteriores. ©Manuel Peinado Lorca.
@mpeinadolorca.
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