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viernes, 18 de abril de 2025

DE MOMENTO, COMER GUSANOS INTESTINALES NO RESUELVE LOS PROBLEMAS INMUNITARIOS

 

Taenia solium (lombriz del cerdo)

La terapia helmíntica se basa en la idea de que nuestro sistema inmunitario necesita gusanos helmínticos para evitar un mal funcionamiento. ¿Podría ser beneficiosa la ingestión de estos parásitos?

Ingerir gusanos (helmintos) para curar enfermedades es el objetivo de la llamada terapia helmíntica, cuyos defensores intentan aplicar introduciendo en el aparato digestivo de pacientes desesperados los gusanos parásitos que, afirman, necesita nuestro cuerpo.

En 1974, J. A. Turton, un hombre de unos treinta y pocos años, decidió experimentar con su propio cuerpo. Desde los ocho años sufría de alergias estacionales y el uso de antihistamínicos para controlar los síntomas le resultaba extraordinariamente molesto. Tal y como escribió en la revista científica The Lancet, se infestó ingiriendo larvas vivas de ciertas lombrices de aproximadamente un centímetro de longitud responsables de la anquilostomiasis.

También llamada anemia tropical y uncinariasis, la anquilostomiasis es una infección intestinal causada por dos nematodos parásitos: Necator americanus y Ancylostoma duodenale. Es una infección ampliamente distribuida en humanos de todo el mundo y en particular en las zonas tropicales húmedas, en las que afecta a más de mil millones de personas.

Ciclo de vida de Ancilostoma duodenale. 1. El gusano adulto fertilizado pone huevos no embrionados, que se excretan en las heces. 2. El huevo embrionado se desarrolla en suelos húmedos, arenosos y cálidos. 3. La larva rhabditiforme eclosiona del huevo para luego convertirse (4) en larva filariforme. 5. La larva rara vez se transmite por vía oral, transplacentaria o transmamaria. Los seres humanos se infectan por la penetración de larvas filariformes en la piel (pies descalzos en suelo húmedo). 6. La larva migra por el torrente sanguíneo hasta los pulmones. Una vez allí, la larva sube por el tracto respiratorio, se traga y llega al intestino delgado, donde madura hasta convertirse en un anquilostoma adulto, que se adhiere a la mucosa intestinal con sus dientes situados en la cavidad bucal.

Lo que Turton esperaba es que su sistema inmunitario abandonara su fijación alergógena por el polen de las plantas que le producían una tremenda alergia para dar respuesta a la infección por los nematodos intestinales. Escribió que durante los veranos en los que su intestino sirvió de huésped para esos parásitos, permaneció completamente libre de todos los síntomas de la alergia polínica.

¿Estamos demasiado limpios?

A primera vista, infectarse a posta con parásitos parece una terapia insensata. Al fin y al cabo, llevamos décadas financiando programas de desparasitación en todo el mundo porque las lombrices pueden causar enfermedades. No me refiero a las lombrices de tierra, sino a los helmintos, unos pequeños gusanos que han evolucionado para sobrevivir dentro de un huésped animal (y nosotros lo somos, mal que le pese a algunos), que sufre las consecuencias mientras el gusano prospera. Una infección por helmintos puede provocar anemia, hipertensión, desnutrición y problemas intestinales. Pero las lombrices no son necesariamente malas y es ahí donde está el meollo del argumento a su favor: la hipótesis de la higiene, que en resumidas cuentas sostiene que quizás ser demasiado limpio no sea tan positivo.

Nuestro mundo industrializado es muy limpio y hay quien sostiene que demasiado limpio. Gracias a la vacunación, la pasteurización, la cadena de frío y las prácticas generales de limpieza y desinfección, hemos mantenido a raya muchos microorganismos. Mientras tanto, hemos observado un aumento pronunciado de enfermedades relacionadas con nuestro sistema inmunitario: alergias, asma, diversas afecciones cutáneas, diabetes tipo 1, lupus, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y artritis reumatoide.

Muchas de ellas son enfermedades autoinmunes: nuestro sistema inmunitario se rebela contra una molécula propia de nuestro cuerpo, como un ejército golpista que atacase a sus propios ciudadanos. Un mejor diagnóstico y un mayor acceso a la atención médica ayudan a explicar por qué algunas de estas enfermedades están en aumento en los países desarrollados, pero para los partidarios de la hipótesis de la higiene eso no es suficiente.

La hipótesis de la higiene

Esta hipótesis plantea que la mejora de las condiciones sanitarias causó el aumento de las enfermedades autoinmunes, o que al menos es una causa importante del mismo. Hasta hace poco, nuestros antepasados estaban plagados de parásitos. Era la norma, y los contraíamos a través de la agricultura, la caza, el trabajo de la tierra y del consumo de alimentos y agua contaminados. 

Eso significa que nuestro sistema inmunitario evolucionó dentro de cuerpos infectados por helmintos. La teoría sostiene que, al eliminar el gusano —un supuesto "viejo amigo" del cuerpo humano—, el sistema inmunitario se desequilibra y funciona mal.

Los científicos han intentado explicar cómo se produce ese desequilibrio. Una primera hipótesis se centró en dos tipos de respuesta inmunitaria: la respuesta Th1 y la respuesta Th2. Se creía que los gusanos provocaban una respuesta Th2 que bloqueaba los linfocitos Th1 del sistema inmunitario.

Por tanto, dicen, si se eliminan los gusanos, el sistema inmunitario produce una respuesta Th1 que conduce a enfermedades autoinmunes. Sin embargo, esta hipótesis del yin y el yang es simplista, ya que muchas de las armas inmunológicas de nuestro cuerpo no encajan perfectamente ni en Th1 ni en Th2. Una mejor comprensión de la inmunidad ha llevado a los científicos a considerar cómo los gusanos afectan a tipos específicos de glóbulos blancos, como las células reguladoras T, las células dendríticas y los macrófagos.

El objetivo de la terapia antihelmíntica es reintroducir los heilmintos en el organismo para tratar alergias o enfermedades autoinmunes. Sin embargo, no todos los helmintos son iguales; el gusano ideal no causaría ninguna enfermedad, no se multiplicaría dentro del cuerpo ni colonizaría otros órganos; no se propagaría a otras personas ni causaría síntomas en su hospedante y sería resistente a los medicamentos comunes, pero se eliminaría con antiparasitarios. Encontrar un gusano fetén como este no ha sido fácil, pero algunos candidatos han llegado a la cima de la lista.

Los dos principales son el anquilostoma humano (Necator americanus) y los huevos del tricocéfalo porcino (Trichuris suis ova), este último aprobado por el Departamento de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA) para su empleo en investigación con humanos. 

La evidencia de la terapia helmíntica en modelos animales (es decir, ratas y ratones criados para expresar enfermedades similares a las que buscamos tratar en humanos) ha resultado positiva y alentadora, a menudo porque los científicos utilizan muchos gusanos  para influir en el sistema inmunitario. El problema es que nosotros no somos ratones grandes.

De gusanos y hombres

Los pocos ensayos clínicos de terapia antihelmíntica que se han realizado han dado resultados contradictorios. A veces funciona; a veces, no. Los estudios escasean y los defensores de la técnica se apresuran a señalar problemas cuando los ensayos ofrecen resultados negativos: argumentan que los pacientes presentaban síntomas graves y no habían respondido a ningún tratamiento, por lo que no debería generalizarse la falta de respuesta. 

Por otro lado, cuando los investigadores intentan resumir los hallazgos sobre el tema suelen comparar un estudio realizado con un tipo de gusano con otro realizado con una especie completamente diferente, lo que es lo mismo que comparar peras con manzanas (ambas agusanadas).

He buceado en ClinicalTrials.gov, la base de datos de estudios de investigación clínica, y no he encontrado ningún ensayo registrado de terapia con lombrices que esté inscribiendo participantes. Dado que la investigación es tan escasa, la gente que intenta recuperar a toda costa su sistema inmunitario está recurriendo a grupos de apoyo en redes sociales.

Un artículo de 2020 de un equipo de investigadores canadienses analizó a personas con esclerosis múltiple que buscaban alivio ingiriendo lombrices. Muchos creían que los tratamientos convencionales les habían fallado, así que recurrieron a internet. La información que encontraron era de índole diversa. Incluso una fuente citaba: 

«Sus resultados son inequívocos y sorprendentes: la terapia helmíntica ralentizará o detendrá la evolución de la esclerosis múltiple remitente-recurrente en todos los que la prueben». 

No existe un solo fármaco contra cualquier enfermedad que pueda ofrecer resultados con tanta precisión ni con la esclerosis múltiple ni con cualquier otra enfermedad, y mucho menos lo ofrecen las lombrices parásitas.

Con anuncios como esos, algunos pacientes desesperados pagan grandes sumas de dinero para comprar helmintos on line, por lo general ocultando la información a su médico, porque temen su rechazo, y a sus amigos, porque temerían infectarse. No existen protocolos normalizados: muchos de estos gusanos mueren dentro del cuerpo y es necesario administrar una nueva dosis. ¿Cuánta? ¿Con qué frecuencia? Estas preguntas no han sido respondidas por los investigadores, por lo que quienes experimentan por su cuenta se basan en bulos y milagros compartidas en foros de internet.

Ciclo de vida de Trichuris suis. 1. El gusano adulto fertilizado pone huevos no embrionados, que se excretan en las heces. 2. El huevo no embrionado se desarrolla en el suelo y (3) se desarrolla en embrión en condiciones cálidas y húmedas. El hombre se infecta por ingestión de tierra, alimentos y agua contaminados. Los cerdos son el huésped natural de T. suis. 4. La larva eclosiona a través del polo del huevo en el intestino delgado. 5. La larva sufre mudas hasta el estado de gusano adulto en las capas mucosas. La mayoría de los gusanos adultos se encuentran en el intestino grueso. La mayoría de las larvas de T. suis después de eclosionar en el tracto gastrointestinal humano permanecen inmaduras y viven allí durante semanas.

Como de costumbre, sembrando muchas afirmaciones falsas e información errónea, las redes sociales han llevado la terapia con helmintos a la vanguardia de la discusión sobre el tratamiento autoinmune. Debido a este aumento de la discusión online sobre la terapia con helmintos, muchas personas que luchan contra enfermedades autoinmunes han recurrido a parásitos autoadministrados para tratarse, a pesar de que el tratamiento aún se encuentra en proceso de prueba y, en general, la mayoría de los profesionales médicos lo desaconsejan.

Por supuesto, siempre que existen terapias alternativas, es inevitable que se las vendan a padres de niños autistas, y con la terapia helmíntica ocurre lo mismo: muchos padres angustiados acuden a curanderos que les administran lombrices y terapia de quelación. También es de esperar que los helmintos se abran paso en el mercado de la pérdida de peso (algo así como "explota unos cuantos huevos de lombriz y observa cómo estas criaturas ingieren tu exceso de calorías"), pero de momento eso parece ser más una leyenda urbana que una realidad. Si te tienta la idea de una dieta para la tenia, recuerda que estos helmintos planos pueden excavar en el intestino e infectar otros órganos, incluido el cerebro.

En cuanto a la seguridad general de ingerir parásitos más benignos para curarse de una enfermedad inmunológica, como alergias o la enfermedad de Crohn, también persiste una gran incógnita. No somos cerdos, por lo que el tricocéfalo porcino no puede infectarnos más allá de que consiga vivir dentro de nosotros durante un tiempo y captar la atención de nuestro sistema inmunitario si es que lo consigue. 

Sin embargo, los gusanos pueden causar daño tisular interno al migrar de un órgano a otro, y pueden transportar las bacterias y sus toxinas si no se analizan antes de su uso. Los ensayos en humanos suelen reportar una buena tolerancia y ningún exceso de efectos secundarios en comparación con los grupos placebo, pero los estudios son demasiado escasos y poco representativos como para ser tranquilizadores.

Es difícil predecir qué enfermedad inmunológica se beneficiará de la terapia helmíntica, si es que se beneficia alguna. No es raro que una posible vía terapéutica conduzca a un callejón sin salida o a una sola aplicación probada. Con los gusanos, cualquier uso efectivo dependerá de demostrar qué especie funciona, en qué dosis y durante por cuánto tiempo. Pero el problema con estos gusanos es que pueden ser demasiado rudimentarios, peligrosos y "repulsivos" para ser útiles, razón por la cual los científicos intentan convertirlos en biofármacos más manejables.

Así como la llave es importante para abrir una puerta, no la persona que la sostiene, es posible que ingerir el gusano entero no sea necesario. Quizás se logre aislar una molécula producida por el gusano que sería la clave para reequilibrar nuestro sistema inmunitario. Una de las más estudiadas es la molécula de azúcar-proteína llamada ES-62, secretada por el gusano Acanthocheilonema viteae, que infecta a roedores. Parece proteger a los ratones contra el asma, la artritis reumatoide y la fibrosis pulmonar, pero, según afirman los investigadores, se necesitan más estudios.

Conclusión

Actualmente existen resultados prometedores de ensayos clínicos sobre terapias helmínticas aplicadas al tratamiento de enfermedades autoinmunes como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Igualmente prometedora es la gran variedad de ensayos clínicos que actualmente se están desarrollando sobre la aplicación de la terapia helmíntica al tratamiento de diversas patologías en las que está involucrado el sistema inmunológico, como son: asma, rinitis alérgica, artritis reumatoide, esclerosis múltiple, diabetes Mellitus tipo I, encefalomielitis autoinmune, obesidad, autismo, etc., que han llevado a identificar cuáles son los parásitos indicados en el tratamiento de este amplio espectro de enfermedades.

Sin embargo, es necesario indicar que no todos los helmintos son inmunorreguladores y, por lo tanto, útiles en el tratamiento de estas enfermedades y que, los que lo son, no son útiles en el tratamiento de todas las enfermedades de origen inmunológico, sino que presentan una marcada especificidad. 

Es más, la utilidad de los que resultan útiles presentan una variabilidad importante, no sólo dependiente de la enfermedad de origen inmunológico a tratar, sino también de las condiciones del paciente. Es por eso por lo que actualmente no existen terapias helmínticas aprobadas oficialmente; aún quedan muchos aspectos por desvelar, lo que hace que la hipótesis de la higiene no haya pasado de ser eso, una hipótesis, no una teoría contrastada. Sin embargo, lo prometedor de estas terapias ha traído consigo la autorización de algunas de ellas como “productos en fase de investigación clínica”.

Aunque quienes se dedican a la medicina alternativa prefieren que la industria farmacéutica no se involucre en la terapia antihelmíntica, la cuestión es que si lo hace podría facilitar su acceso al público. Por ahora, las compañías farmacéuticas no están dispuestas a invertir en gusanos terapéuticos, ya que aislarlos del intestino de los animales conlleva el riesgo de contaminación bacteriana y los clientes potenciales generalmente rechazan la idea de ingerir huevos de gusanos. Pero todo cambiaría si pudiera patentarse un extracto molecular administrable en forma de píldora, lo que facilitaría su comercialización.

Los gusanos parásitos pueden dañarnos, pero nos han acompañado a medida que nuestro sistema inmunitario evolucionaba. Quizás encontremos una forma segura de reincorporarlos a nuestro sistema inmunitario con beneficios comprobados y no sólo como remedios milagrosos. 

Quizás logren escapar del mundo de la autoexperimentación y se infiltren en la medicina moderna. Pero eso todavía está por verse.

martes, 15 de abril de 2025

RANAS VENENOSAS Y MAGOS “TRAGARRANAS”

 

Los colores brillantes de esta rana venenosa (Oophaga granulifera) advierten a los depredadores de su toxicidad. Foto de Patrick Gijsbergs.

Desde adaptaciones físicas (poner pies en polvorosa es la más frecuente de ellas) y conductuales (el permanente estado de alerta es el más utilizado quizás por ser el más barato) hasta mecanismos químicos y de camuflaje, la naturaleza ha desarrollado una serie de defensas asombrosas para garantizar la supervivencia de las presas en un mundo lleno de peligros y desafíos.

Los mecanismos químicos de defensa implican la producción de sustancias químicas tóxicas o repelentes que hacen que las presas sean menos apetecibles o incluso peligrosas para los cazadores. Por lo general, los mecanismos químicos defensivos vienen acompañados de aposematismo (del griego apo "lejos o aparte", y sema "señal"), fenómeno que consiste en que algunos organismos presenten rasgos llamativos a los sentidos, destinados a que sirvan de "señales de advertencia" para alejar a sus depredadores.

Entre los animales es frecuente el aposematismo en especies dotadas de medios defensivos potentes, tales como aguijones o colmillos venenosos, o un sabor desagradable, aunque el más eficaz de todos ellos es la producción de toxinas por parte de algunas especies, como las ranas venenosas.

Existen más de 175 especies de ranas dardo venenosas en la familia Dendrobatidae; todas presentan una brillante coloración aposemática destinada a que los depredadores queden avisados de sus secreciones cutáneas tóxicas. Son ranas pequeñas; la mayoría no son más grandes que un clip. Poseen una lengua larga y pegajosa que se proyecta rápidamente para capturar a sus presas.

El nombre de una de ellas, Phyllobates terribilis, es muy apropiado. Es tan venenosa que los nativos solo tienen que rasparle el lomo con un dardo para que este sea mortal. John Daly, el científico especialista en alcaloides que en los Institutos Nacionales de Salud estadounidense aisló y caracterizó muchos de los venenos de ranas en la década de 1960, escribió que bajo ningún concepto tocaría esa rana porque tenía suficiente veneno en la piel como para matar a una persona.

Daly también pudo rastrear el origen del veneno hasta las hormigas, pequeños escarabajos, milpiés y ácaros de los que se alimentan las ranas. Todos estos contienen alcaloides que las enzimas de las ranas convierten en toxinas, la más notoria de las cuales es la batracotoxina, tan potente que una centésima de miligramo, demasiado pequeña para ser visible, puede ser letal para un adulto.

La batracotoxina abre los canales de sodio en las células nerviosas y la afluencia masiva de sodio afecta la capacidad de la neurona para enviar señales a los músculos. El resultado es parálisis respiratoria. La única criatura que no tiene que temer a los Phyllobates es la "serpiente vientre de fuego" (Storeria occipitomaculata), una pequeña serpiente inofensiva que ha desarrollado inmunidad al veneno de rana y, de hecho, se alimenta de ellas.

Epipedobates tricolor es una rana venenosa que se encuentra en Ecuador, de la cual Daly y sus colegas extrajeron una toxina diferente, llamada epibatidina. Aunque es extremadamente tóxica, también se descubrió que tiene un efecto analgésico, unas 200 veces más potente que la morfina.

Eso se determinó mediante una prueba normalizada en la que se coloca una rata sobre una placa calentada eléctricamente, lo que la hace saltar en el aire. Si se le inyecta un analgésico, permanecerá en la placa durante más tiempo. En general, el roedor ignora el calor con una dosis de un miligramo de morfina por kilogramo de peso corporal, pero se puede lograr el mismo efecto con una dosis de solo cinco microgramos por kilogramo de epibatidina, lo que explica su potencia 200 veces mayor.

Además, si a una rata a la que se le administra morfina se le inyecta naloxona, una sustancia química que neutraliza el efecto de los opioides, recupera su sensibilidad al dolor. Sorprendentemente, esto no ocurrió con la epibatidina, lo que sugiere que su efecto analgésico se debía a un mecanismo diferente y, por lo tanto, no causaría adicción. De hecho, en lugar de estimular los receptores opiáceos, la epibatidina se une a los receptores de acetilcolina e inhibe la transmisión de las señales de dolor.

Pese a que inicialmente se abrigaba una gran esperanza en la epibatidina como un potente analgésico no adictivo, resulta que la diferencia entre una dosis terapéutica y una tóxica es demasiado pequeña para poder utilizarla en la práctica.

Aunque no se conocen asesinatos por veneno de rana en espectáculos de magia, ni en ningún otro lugar, las ranas han participado en al menos una función de magia. El mago David Blaine se traga ranas y las regurgita. No es un truco. Ha entrenado sus músculos para evitar que las ranas caigan en su estómago, manteniéndolas en el esófago, desde donde puede regurgitarlas a voluntad.


No usa ranas dardo venenosas. Eso sería demasiado incluso para Blaine, quien ha desconcertado al público con desafíos tan mortales como ser enterrado vivo o estar encerrado en un bloque de hielo durante 63 horas. Escalofriante.

lunes, 14 de abril de 2025

LA ARAÑAS EUNUCAS PELEAN MEJOR

 

Hembra de la araña Nephilengys malabarensis en su tela. Foto de ekavieka / Alamy Stock Photo.

La arañas ermitañas (Nephilengys malabarensis), que viven en el sureste de Asia (India, Sri Lanka, Filipinas, China, Japón e Indonesia) alimentándose de pequeños insectos, no son unos arácnidos comunes; han desarrollado una adaptación que les permite reproducirse mientras escapan del canibalismo de las hembras: pueden desprenderse de su “pene” y de alguna que otra pata.

Esta especie de araña presenta un dimorfismo sexual extremo, lo que significa que machos y hembras tienen una apariencia muy diferente. Las hembras pueden medir hasta aproximadamente 1,5 centímetros, mientras que los machos apenas miden menos de medio centímetro.

Nephilengys malabarensis. a: Dimorfismo sexual entre hembra (izquierda) y macho (derecha). b: Un macho encima de la hembra listo para insertar su palpo durante la cópula. c: un macho rompe su palpo que se aloja en el órgano receptor (epiginum) de la hembra (encerrado en un círculo).

Los machos se enfrentan a riesgos considerables durante el apareamiento debido a la agresiva voracidad de las hembras, que pueden matar y devorar a sus parejas antes o después de la cópula. El sexo puede ser tan peligroso para los machos que han desarrollado la capacidad de desprenderse el pene para dejarlo bombeando esperma mientras huyen a toda prisa.

En este proceso de "cópula a distancia", el palpo de la araña macho (su órgano de liberación de esperma, del cual posee dos) puede desprenderse dentro del tracto reproductivo de la hembra. El palpo desprendido permanece dentro de ella y continua bombeando esperma incluso después de que el macho haya puesto pies en polvorosa.

Al estudiar este "fenómeno autocapador", los biólogos han descubierto no solo que cuanto más tiempo permanece el palpo cercenado en los genitales femeninos, más espermatozoides transfiere; también que la amputación del palpo inducida por la hembra acelera la transferencia de espermatozoides.

El “pene desmontable” también cumple otra función importante: actúa como tapón de apareamiento. Tras romperse, el émbolo —una estructura similar a una aguja que transporta el esperma— permanece alojado en el orificio reproductivo de la hembra para evitar que otros machos se apareen con ella. Eso reduce la competencia espermática y aumenta la probabilidad de transmisión de los genes del macho.

Después de perder el miembro, la araña macho también se vuelve más agresiva y protege a la hembra de otros machos que podrían intentar desalojar el "tapón palpo" e inseminar a su “amada”. Y es que según un estudio publicado en la revista Animal Behaviour con el sugestivo título de “Los eunucos son mejores luchadores”, la eliminación de un palpo reduce el peso corporal de la araña y aumenta su resistencia, lo que potencia su capacidad de lucha.

Mutilación de palpos en Nephilengys malabarensis. a: La punta del émbolo se rompe (a la derecha) después de que el palpo se use para la cópula. b: fragmento del émbolo (mostrado por una flecha) alojado en la espermateca receptora de la hembra.

Este descubrimiento respalda lo que los investigadores denominan una estrategia de apareamiento en la que las arañas no tienen otra razón de vida que proteger a sus posibles crías. Las arañas macho también tienen otro truco para evitar ser devorados por las hembras: a veces, les ofrecen una de sus patas como distracción durante el apareamiento. Este acto de autoamputación reduce el riesgo de ser atacado o devorado durante el apareamiento. Además, le permite al macho ganar tiempo para poner sus otras siete patas en marcha.

Nephilengys malabarensis. a: Dimorfismo sexual entre hembra (izquierda) y macho (derecha). b: Un macho encima de la hembra listo para insertar su palpo durante la cópula. c: un macho rompe su palpo que se aloja en el órgano receptor (epiginum) de la hembra (encerrado en un círculo).

Mutilación de palpos en Nephilengys malabarensis. A: La punta del émbolo se rompe (a la derecha) después de que el palpo se use para la cópula. B: fragmento del émbolo (mostrado por una flecha) alojado en la espermateca de la hembra.

sábado, 5 de abril de 2025

LA CHAQUETA DE LINCOLN Y EL FALSO ARGUMENTO DE LA «EQUIDAD ARANCELARIA»

 

En estos días en los que “arancel” (la tarifa oficial determinante de los derechos que se han de pagar en varios servicios, como el de costas judiciales, aduanas, etcétera) se ha convertido en la estrella del diccionario, algunos han dado en recordar la vieja frase del presidente Abraham Lincoln: «yo no sé gran cosa de aranceles. Lo que sí sé es que cuando compro una chaqueta fabricada en Inglaterra, yo me quedo con la chaqueta e Inglaterra con el dinero, mientras que, si la compro en Estados Unidos, yo me quedo con la chaqueta y Estados Unidos con el dinero».

El «argumento Lincoln» confunde la posesión de dinero con la posesión de riqueza. La diferencia entre riqueza y dinero radica principalmente en su naturaleza y en cómo se perciben dentro de la economía: dinero es un medio de intercambio que se utiliza para comprar bienes y servicios. Es una unidad de medida de valor, pero por sí mismo no genera riqueza. El dinero puede ser en forma de billetes, monedas o depósitos bancarios, y su valor puede fluctuar según factores económicos como la inflación o la oferta y demanda.

Riqueza, en cambio, es un concepto más amplio. Se refiere a los recursos y activos acumulados que tienen valor, como propiedades, tierras, acciones, empresas, y otros bienes materiales o inmateriales. La riqueza incluye no solo el dinero, sino también otros elementos que pueden generar ingresos o mantener su valor a lo largo del tiempo, como inversiones o propiedades inmobiliarias. Además, la riqueza puede ser una fuente de dinero, ya que algunos activos generan rentas o ganancias.

En resumen, el dinero es solo una herramienta dentro del proceso de acumulación de riqueza, pero no toda riqueza se traduce directamente en dinero. La riqueza también incluye activos y recursos que pueden no ser líquidos o fácilmente convertibles en efectivo.

Confundir ambos conceptos, como ha hecho Trump, constituye un error de grandes proporciones, típico de los economistas conocidos como «mercantilistas», muy de moda en los siglos XVII y XVIII entre autores que, como Thomas Munn (1517-1641), pensaban que un país debe exportar más cantidad de la que debe importar: su balanza de pagos exterior debe ser siempre favorable, con lo que acumulará grandes cantidades de dinero lo que parece bueno. Es el fetichismo del dinero que subduce a políticos ignorantes, populistas y demagogos.

Acumular dinero no es acumular riqueza. Es más, la acumulación de dinero en un país provoca inflación y disminución del valor de los salarios. Ésa es la razón por la que la España de los siglos XVI y XVII, inundada por el oro y la plata procedente de América, era inflacionaria y pobre, pues los Austrias practicaron una autarquía nefasta que impedía comprar al extranjero con el argumento de que el oro y la plata españoles no debían salir de España para no empobrecer al país.

La mejor doctrina económica siempre fue y ha sido contraria al proteccionismo. La frase de la «chaqueta de Lincoln» constituye una falacia con nulo soporte económico: lo que ocurre es que el comprador de la chaqueta norteamericana es ahora más pobre y tiene menos dinero del que tendría si hubiera podido comprar la chaqueta inglesa, probablemente más barata y de mayor calidad. Si se imponen aranceles a las chaquetas inglesas, el consumidor norteamericano compra una chaqueta cara (elaborada por su propia industria textil doméstica) y probablemente peor que la chaqueta inglesa. Se ha empobrecido para premiar a los fabricantes ineficientes norteamericanos, lo que es absurdo.

El proteccionismo es negativo. Constituye una política económica errónea que comporta consecuencias nefastas para todos. Sin embargo, y paradójicamente, es una doctrina muy bien recibida por el público en general, por lo que los políticos profesionales y los populistas recurren a ella con asombrosa frecuencia. Se trata de un plantamiento que puede hacer ganar elecciones y que permite alcanzar altas cotas de popularidad a sus defensores. Es frecuente leer proclamas y soflamas del estilo «compra sólo productos españoles», «British jobs for British workers», «no a los juguetes chinos», «si compras productos extranjeros los trabajadores españoles pierden sus empleos», y otras de semejante tenor.

El argumento del presidente Trump para iniciar una guerra comercial internacional se basa en un alegato de «justicia» e igualdad que suena muy bien en la sociedad americana poco informada. Es cierto que algunos gobiernos extranjeros saquean a sus ciudadanos con elevados impuestos arancelarios sobre las importaciones americanas (y extranjeras, en general), obligándoles a pagar precios más altos por esos productos o por productos nacionales competidores.

La razón por la que se llaman aranceles «protectores» es que los precios más bajos «protegen» a los consumidores. Cuando su competidor extranjero se ve obligado a pagar un impuesto del 50% sobre sus productos y un fabricante local no, este puede aumentar su precio en, digamos, un 40% y seguir teniendo un precio inferior al foráneo por más que su producto sea de calidad muy interior y fabricado a un coste mucho menor.



Las empresas con conexiones políticas se embolsan así el botín a costa de sus desventurados conciudadanos siempre prestos a envolverse en la enseña nacional. Los impuestos arancelarios son un robo legalizado en beneficio de empresas ya ricas y nunca han sido más que otro esquema de compra de votos que empodera a los poderosos políticamente y castiga al consumidor común, emgañado por una falsa retórica patriótica y nacionalista.

La exigencia de «justicia» del presidente Trump es la siguiente: cualesquiera que sean los impuestos arancelarios que los gobiernos extranjeros impongan a las importaciones americanas, se impondrá un impuesto arancelario equivalente a sus importaciones en los Estados Unidos. Es justo, dice. y sus audiencias tipo “Village People”, como la que reunió en el jardín de las rosas de la Casa Blanca el pasado día 3, aplaude su justificación para imponer impuestos arancelarios más altos —mucho más altos— a las importaciones en Estados Unidos.

El resultado final de esto será un grado aún mayor de robo legalizado, ya que los consumidores americanos y las empresas americanas que utilizan piezas importadas para sus propios productos manufacturados (es decir, por ejemplo, las empresas automovilísticas americanas que importan piezas de automóviles de Canadá y México) son saqueados con precios más altos pagados por los mismos productos (o de peor calidad). El robo político mediante impuestos arancelarios siempre ha sido el timo de robar a Pedro para pagar a Pablo.

¿Cómo puede ser «justo» para los consumidores americanos, los fabricantes de automóviles y una miríada de otras empresas americanas verse obligados a pagar precios más altos? Por supuesto que no lo es; es injusto se mire como se mire.

Hay un dicho en economía que dice que un impuesto sobre las importaciones es también un impuesto sobre las exportaciones. Si los socios comerciales extranjeros de los americanos se ven empobrecidos por los aranceles proteccionistas, tendrán menos dólares con los que comprar productos americanos en el comercio internacional, especialmente productos agrícolas. Obviamente, esto perjudicará a los exportadores americanos, a sus empleados y a los consumidores estadounidenses. No hay nada más antisocial que los impuestos arancelarios proteccionistas.

El presidente Trump ha declarado repetidamente con gran emoción que con sus inminentes enormes aumentos de impuestos arancelarios «nosotros», refiriéndose al gobierno federal, «vamos a ingresar MUCHO dinero.» Pues bien. Debería explicar ahora desde cuándo ha sido la prioridad de su administración vaciar los bolsillos de los consumidores y empresas americanas con impuestos arancelarios para que la burocracia federal pueda agrandarse e hincharse aún más de lo que ya está. ¿No es eso una contradicción rotunda de todas las promesas de campaña del presidente Trump, por no mencionar el objetivo profesado del DOGE liderado (por el momento) por Elon Musk?

El presidente nunca se resiste a presumir de su destreza negociadora y es evidente que pretende utilizar la amenaza de los impuestos arancelarios como su principal herramienta de negociación. Si realmente fuera un maestro negociador verdaderamente interesado en la justicia y la equidad, propondría el siguiente trato a los gobiernos extranjeros: «Eliminaremos todos los impuestos arancelarios sobre sus importaciones a los Estados Unidos si ustedes eliminan todos los impuestos arancelarios sobre las importaciones americanas a su país».

Esa sería una táctica de negociación muy superior a su quijotesco llamamiento a una guerra comercial internacional al estilo del siglo pasado, en el que hubo dos actuaciones arancelarias parecidas a las propuestas por Trump cuyos resultados fueron nefastos. La Tariff Act de 1930 más conocida como Ley Hawley-Smoot aumentó unilateralmente los aranceles a los productos importados con el objetivo de proteger a los productores nacionales durante la Gran Depresión. Sin embargo, resultó en represalias comerciales de al menos veinticinco países, lo que exacerbó la crisis económica global. La Tariff Act es un ejemplo paradigmático de cómo las políticas proteccionistas pueden tener consecuencias negativas a gran escala.

Otro estrepitoso fracaso sucedió con la ley de 1971 de Nixon promulgada en plena Guerra de Vietnam. Una de las primeras medidas adoptadas por Roosevelt al alcanzar la presidencia fue derogar la Hawley-Smoot, mientras que Nixon también anuló la suya al sufrir en propias carnes las nefastas consecuencias del aumento de inflación, encarecimiento de petróleo, y subida de tipos.

Si nos atenemos a la historia, la medida adoptada ahora por Donald Trump no augura nada nuevo.

sábado, 22 de marzo de 2025

LOS SUPUESTOS MILAGROS PODOLÓGICOS DEL VICKS VAPORUB

 

Ha estado entre nosotros durante más de un siglo como un ungüento con el que frotarse el pecho y la espalda para aliviar la tos, la congestión y los dolores artríticos leves. ¿Pero frotarlo en los pies puede hacer milagros?

Antes de disputar la prórroga del partido de Champions contra el Atlético de Madrid, la televisión mostró imágenes de los jugadores del Real Madrid untándose Vicks VapoRub con denodada fruición en el pecho, en la espalda y en las camisetas. Al parecer los profesionales blancos, sin nada mejor que hacer además de entrenar un rato, tatuarse y pasar a diario por la peluquería, han recuperado un ritual que escenifican en la banda en grupos de cinco. 

Justo antes de que el colegiado señale el inicio del encuentro, los madridistas acuden a la banda para que los fisios les froten en el pecho el ungüento milagroso, que no tiene otro objetivo que abrir las fosas nasales y descongestionar.

Los jugadores madridistas también se lo untan a placer en la camiseta, para que el efecto no desaparezca durante el partido y puedan aspirar a modo durante el encuentro. Los vapores medicinales ingresan por la nariz y la boca para ayudar a la respiración, señalan desde la marca, encantada, como no podía ser menos, de una publicidad gratuita.

No es nuevo en el mundo del fútbol. Lo puso de moda Patrick Vieira hace 20 años, cuando jugaba en el Arsenal londinense y corrían los tiempos del “éxtasis”, una droga sintética que, como comentaré más abajo, algo tiene que ver con el asunto. Entonces llamaba mucho la atención ver la camiseta roja empapada y pegada al pecho en un experimento infantilizado que se extendió a otros jugadores del equipo Günner, como Eboué, Kolo Touré y Gilberto Silva.

Por supuesto, no tiene nada de dopaje. No puede aparecer un positivo por culpa de esta sustancia, que tiene como ingredientes alcanfor, trementina, mentol, aceite de eucalipto, timol y aceite de nuez.

¿Que por qué les cuento esto? Porque mientras que preparo un viaje por Estados Unidos doy por casualidad con un vídeo con el sorprendente título de «Los milagros que ocurren cuando te aplicas Vicks VapoRub en los pies». El narrador, un tal doctor Mandell, nos dice en un tono convincente que el milagro consiste en inducir el sueño y la calma, especialmente cuando se sufre de un resfriado, untándose Vicks VapoRub en las plantas de los pies y luego poniéndose calcetines.

El impostado doctor Mandell resulta ser un quiropráctico y eso ya hace saltar las alarmas. Puede que sepa mucho sobre cómo aliviar el dolor lumbar manipulando la columna vertebral, pero cuando comienza a filosofar sobre los receptores nerviosos en el pie que se estimulan para enviar una señal a la "médula oblinga" en el cerebro, está meando fuera del tiesto. En primer lugar, es "médula oblonga", no "médula oblinga", y aunque esta parte del tronco encefálico controla la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial, no hay evidencia alguna de que su actividad se estimule frotando un brebaje de alcanfor, mentol y aceite de eucalipto en los pinreles.

Primero, un poco de historia de la farmacopea. El hijo de Lunsford Richardson, un boticario de Carolina del Norte, sufría de crup, una infección respiratoria que causa una tos profunda parecida a un ladrido. Como farmacéutico, Richardson conocía el uso tradicional del alcanfor para los resfriados que se remonta a la antigua China y decidió darle una oportunidad mezclándolo con vaselina para formular un ungüento que se pudiera frotar en el pecho. 

El alcanfor se puede aislar del árbol de alcanfor (Cinnamomum camphora) que crece en Oriente mediante un proceso conocido como destilación al vapor. Hoy en día, sin embargo, la mayoría del alcanfor que se vende se fabrica sintéticamente a partir de pineno, extraído de los pinos. Richardson también agregó un poco de mentol obtenido de la menta (Mentha aquatica) y aceite de eucalipto (Eucalyptus globulus), los cuales tenían usos tradicionales como descongestionantes desde tiempos inmemoriales.

La idea de Richardson era que cuando el cuerpo lo calentara, la combinación de ingredientes liberaría vapores calmantes. Aparentemente, los síntomas del niño se aliviaron y el farmacéutico pensó que estaba en lo cierto. Pero necesitaba un laboratorio para experimentar mejor y, según cuenta la historia, su cuñado, Joshua Vick, resultó ser un médico con acceso a un laboratorio. Así nació el nombre de Vicks VapoRub.

En los primeros anuncios, el producto se promocionaba como "un regalo a las mamás estadounidenses procedente de todos los confines de la Tierra". El alcanfor procedía de Formosa, el eucalipto de Australia, el mentol de Japón y la vaselina de Norteamérica. Es probable que el efecto descongestionante se deba al fuerte aroma del alcanfor, pero también se han documentado problemas asociados con su uso. La irritación de la piel, los dolores de cabeza, los mareos, la confusión e incluso las alucinaciones se han relacionado con el uso inadecuado del alcanfor.

Pero ¿qué significa "uso inapropiado"? ¿Qué te parece si frotas a tu pareja de baile con una crema alcanforada antes de atacar la pista de baile? ¡Eso no figura como un uso potencial en la etiqueta de Vicks VapoRub de Vick! Pero lo creas o no, eso es justo lo que los adolescentes del norte de Inglaterra comenzaron a hacer hace unos veinte años. ¿Por qué?

Según se decía, ayudaba a prolongar el efecto de la droga de diseño conocida como éxtasis. Esta peligrosa sustancia estaba de moda en las raves, esas fiestas en las que los jóvenes se contorsionaban en la pista de baile mientras las luces parpadean y la música electrónica suena a todo volumen. Cuando la policía comenzó a tomar medidas y a registrar a las personas que acudían al lugar de la fiesta, los raveros comenzaron a ingerir la droga antes de llegar al fiestorro. 

Eso no funcionaba porque el éxtasis tiene una vida media breve. Sin embargo, un astuto químico de andar por casa se dio cuenta de que, si se tomaba éxtasis antes del baile, su efecto podía prolongarse untándose con alcanfor. Y Vicks VapoRub era una fuente fácilmente disponible de esta sustancia.

Ahora el personal está flipando sobre un uso del Vicks que no tiene nada que ver con las raves. Lo frotan en la planta del pie para ayudarlos a dormir, ya sea que tengan o no un resfriado. Que yo sepa, y por más que busco en la bibliografía médica especializada, nadie ha llevado a cabo una prueba sobre el supuesto efecto calmante de dormir con un calcetín empapado de Vicks VapoRub.

Es cierto que hay una gran cantidad de leyendas urbanas, pero también se pueden encontrar otras muchas leyendas para el tratamiento del síndrome de piernas inquietas colocando una barra de jabón debajo de las sábanas o para determinar el sexo de un feto colocando un anillo sobre el vientre de la mujer embarazada.

Supongo que es posible que algo de alcanfor se absorba en el torrente sanguíneo y produzca algún efecto, pero afirmar que estimula el bulbo raquídeo a través de los nervios es un trágala demasiado descabellado. Si tal estimulación fuera posible, ¿por qué produciría un efecto calmante y no excitante?

Quizás alguien pueda llevar a cabo un ensayo controlado adecuado para que podamos poner fin a esta cuestión de una forma u otra. En cualquier caso, no esperaría que ocurriera ningún tipo de milagro. Y ese es el problema de frotar Vicks VapoRub en la planta del pie.

En cualquier caso, no haga lo que hizo Lunsford Richardson: no haga mucho caso de lo que le diga su cuñao.

viernes, 21 de marzo de 2025

SOBRE LA CAZA DEL LOBO AL NORTE DEL DUERO

 


A pesar de que PP, Vox, PNV y Junts aprobaron ayer en el Congreso la vuelta a la situación anterior para que el lobo pudiera cazarse al norte del Duero, ese paso atrás no es posible. En una sentencia del pasado año, el Tribunal de Justicia de la UE dejó claro que no se pueden cazar lobos cuando su estado de conservación sea desfavorable, y esa es la actual situación del lobo en España: https://www.iustel.com/diario_del_derecho/noticia.asp?ref_iustel=1246591


domingo, 16 de marzo de 2025

WASHINGTON SE HA CONVERTIDO EN LA CORTE DE NERÓN

 

Washington se ha convertido en la corte de Nerón, ha dicho en un contundente discurso contra la “presidencia imperial” de Donald Trump que pronunció el pasado 4 de marzo en el Senado francés el senador Claude Malhuret.  

Claude Malhuret es un médico, abogado y senador francés (grupo de derecha Les Indépendants – République et territoires, LIRT) conocido por los discursos contundentes que suele pronunciar en el Senado. Pero por primera vez, su intervención del martes 4 de marzo ha sobrepasado ampliamente las fronteras francesas.

Ante el primer ministro francés François Bayrou, Malhuret ha denunciado la política imperial de la nueva Casa Blanca, la «traición» de Trump frente a Zelenski y aboga por una reacción europea para resistir, salvar a Ucrania y «vencer a los totalitarismos del siglo XXI».

No me resisto a traducirlo:

Señor Presidente, señor Primer Ministro, señoras y señores ministros, estimados colegas,

Europa se encuentra en un punto de inflexión crítico en su historia. El escudo estadounidense se está desvaneciendo. Ucrania corre el riesgo de ser abandonada. Rusia se ha fortalecido. Washington se ha convertido en la corte de Nerón, con un emperador incendiario, cortesanos sumisos y un bufón bajo ketamina responsable de la limpieza del servicio público.

Es una tragedia para el mundo libre, pero es ante todo una tragedia para Estados Unidos. El mensaje de Trump es que no tiene sentido ser su aliado porque él no te defenderá. ¿Quién te impondrá más aranceles que tus enemigos y amenazará con apoderarse de tus territorios mientras apoya las dictaduras que te invaden?

El rey del acuerdo está mostrando lo que es el arte del acuerdo sumiso. Cree que va a intimidar a China rindiéndose frente a Putin. Pero ante tal naufragio, Xi Jinping, está sin duda en proceso de acelerar los preparativos para la invasión de Taiwán.

Nunca en la historia, un presidente de los Estados Unidos había capitulado ante el enemigo. Ninguno apoyó jamás a un agresor contra un aliado. Ninguno pisoteó jamás la Constitución estadounidense, firmó tantos decretos ilegales, revocó a los jueces que podrían impedirlo, despidió repentinamente al estado mayor militar, debilitó todos los contrapoderes y tomó el control de las redes sociales.

No se trata de una deriva iliberal, sino un comienzo de confiscación de la democracia. Recordemos que sólo fueron necesarios un mes, tres semanas y dos días para derrumbar la República de Weimar y su Constitución. Tengo confianza en la fuerza de la democracia estadounidense y el país ya está protestando. Pero en un mes, Trump ha hecho más daño a Estados Unidos que en los cuatro años de su última presidencia.

Estábamos en guerra contra un dictador. Estamos luchando ahora contra un dictador apoyado por un traidor. Hace ocho días, justo cuando Trump tocaba con su mano la espalda de Macron en la Casa Blanca, Estados Unidos votaba en la ONU con Rusia y Corea del Norte contra los europeos exigiendo la salida de las tropas rusas. Dos días después, en el Despacho Oval, el escaqueado del servicio militar daba lecciones de moral y estrategia al héroe de guerra Zelenski antes de despedirlo como un patán ordenándole que se someta o dimita. Esta noche [3 de marzo] dio un paso más en la infamia al detener la entrega de armas que había prometido.

¿Qué hacer ante esta traición? La respuesta es simple: hacerle frente y, sobre todo, no equivocarse. La derrota de Ucrania sería la derrota de Europa. Los países bálticos, Georgia y Moldavia ya están en la lista. El objetivo de Putin es volver a Yalta, donde se cedió la mitad del continente a Stalin. Los países del sur esperan el resultado del conflicto para decidir si deben seguir respetando a Europa o si ahora son libres de pisotearla.

Lo que quiere Putin es el fin del orden establecido por Estados Unidos y sus aliados hace 80 años, con el principio fundamental de la prohibición de adquirir territorios por la fuerza. Esta idea está en el origen mismo de la ONU, donde hoy los estadounidenses votan a favor del agresor y en contra del agredido porque la visión trumpiana coincide con la de Putin: una vuelta a las esferas de influencia, las grandes potencias dictando el destino de los países pequeños: para mí Groenlandia, Panamá y Canadá; para ti Ucrania, los países bálticos y Europa del Este; para China Taiwán y el Mar de China. En las veladas de los oligarcas del Golfo de Mar-a-Lago a esto se le llama realismo diplomático.

Así que estamos solos. Pero el discurso de que no se puede resistir a Putin es falso. Al contrario de lo que dice la propaganda del Kremlin, Rusia va mal. En tres años, el supuesto segundo ejército del mundo sólo ha conseguido arañar migajas de un país tres veces menos poblado. Los tipos de interés del 25%, el colapso de las reservas de divisas y oro, el derrumbe demográfico muestran que está al borde del abismo.

El empujón estadounidense a Putin es el mayor error estratégico jamás cometido en una guerra. El impacto es violento, pero tiene un lado positivo. Los europeos están saliendo de la negación. En un día en Múnich comprendieron que la supervivencia de Ucrania y el futuro de Europa están en sus manos y que tienen tres imperativos.

Acelerar la ayuda militar a Ucrania para compensar el abandono estadounidense, para que resista y, por supuesto, imponer su presencia y la de Europa en cualquier negociación. Esto será costoso. Habrá que acabar con el tabú del uso de los activos rusos congelados. Habrá que eludir a los cómplices de Moscú dentro de Europa mediante una coalición de países voluntarios con el Reino Unido, por supuesto.

En segundo lugar, exigir que todo acuerdo vaya acompañado de la devolución de los niños secuestrados, de los prisioneros y de garantías de seguridad absoluta. Después de Budapest, Georgia y Minsk, sabemos lo que valen los acuerdos con Putin. Estas garantías pasan por una fuerza militar suficiente para impedir una nueva invasión.

Por último —y esto es lo más urgente porque es lo que llevará más tiempo—, habría que construir la defensa europea, descuidada en beneficio del paraguas estadounidense desde 1945 y saboteada desde la caída del muro de Berlín.

Es una tarea hercúlea. Pero en su éxito —o su fracaso—está el cómo se juzgará en los libros de historia a los dirigentes de la Europa democrática actual.

Friedrich Merz acaba de declarar que Europa necesita su propia alianza militar. Es reconocer que Francia tenía razón desde hace décadas al abogar por una autonomía estratégica que aún está por construir. Será necesario invertir masivamente, reforzar el Fondo Europeo de Defensa —fuera de los criterios de endeudamiento de Maastricht—, armonizar los sistemas de armas y municiones, acelerar la entrada en la Unión de Ucrania —que hoy es el primer ejército europeo—, replantear el lugar y las condiciones de la disuasión nuclear a partir de las capacidades francesas y británicas, y relanzar los programas de escudos antimisiles y satélites.

El plan anunciado ayer [3 de marzo] por Ursula von der Leyen es un muy buen punto de partida. Y hará falta mucho más. Europa sólo volverá a ser una potencia militar si vuelve a ser una potencia industrial. En resumen, habrá que aplicar el informe Draghi de verdad.

Pero el verdadero rearme de Europa es su rearme moral. Debemos convencer a la opinión pública frente a la fatiga y el miedo a la guerra y, sobre todo, frente a los comparsas de Putin: la extrema derecha y la extrema izquierda. Ayer, en la Asamblea Nacional, ante usted, señor primer ministro, los extremos volvieron a abogar contra la unidad europea, contra la defensa europea. Dicen querer la paz. Lo que ni ellos ni Trump dicen es que su paz es la capitulación, la paz de la derrota, el reemplazo de De Gaulle Zelenski por un Pétain ucraniano a las órdenes de Putin, la paz de los colaboracionistas que han rechazado durante 3 años cualquier ayuda a los ucranianos.

¿Es este el fin de la Alianza Atlántica? El riesgo es grande, pero desde hace unos días la humillación pública de Zelenski y todas las decisiones locas tomadas durante el último mes han hecho reaccionar a los estadounidenses. Las encuestas están cayendo, los republicanos electos son recibidos por multitudes hostiles en sus distritos electorales —incluso Fox News se vuelve crítica—. Los trumpistas ya no están en la cima. Controlan el poder ejecutivo, el Parlamento, el Tribunal Supremo y las redes sociales, pero en la historia de Estados Unidos los partidarios de la libertad siempre han prevalecido. Están empezando a levantar la cabeza.

El destino de Ucrania se juega en las trincheras, pero también depende de aquellos que, en Estados Unidos, quieren defender la democracia y, aquí, de nuestra capacidad para unir a los europeos para encontrar los medios de su defensa común y hacer de Europa la potencia que fue una vez en la historia y que duda en volver a serlo.

Nuestros padres vencieron al fascismo y al comunismo a costa de todos los sacrificios. La tarea de nuestra generación es vencer a los totalitarismos del siglo XXI.

¡Viva la Ucrania libre, viva la Europa democrática!

ASPIDISTRAS Y GAMBAS LILIPUTIENSES

 

Aspidistra elatior. A la derecha ejemplar adulto. A la izquierda, lámina extraída de las colecciones del Jardín Botánico de Nueva York. Los números indican: 1, flores naciendo a ras de suelo, directamente desde los rizomas subterráneos. 2, corte transversal de una flor con los ocho tépalos y, en su interior, el disco estigmático. 3, interior de una flor de la que se ha extraído el disco estigmático. 4, disco estigmático en cuya base se observan los estambres, más aumentados en 5. 6, hoja. 

La naturaleza nunca dejará de sorprenderme. Por primera vez en mi vida, que ya va siendo larga, en el Jardín Botánico de la Universidad de Alcalá he visto estos días las flores de las aspidistras, unas plantas que jamás faltan en las iglesias y que hace unos años eran muy usadas como plantas domésticas, porque lograron convertirse en un símbolo de distinción de la clase media durante la época victoriana.

Las primeras aspidistras fueron descubiertas y descritas en 1822 por el botánico inglés John Bellenden Ker, a quien las hojas le parecieron escudos; como le gustaban los gladiolos, cuyo nombre científico (Gladiolus) alude a los gladiadores (gladiator), se le ocurrió que el de escudo sería un buen nombre para las plantas que acababa de descubrir. Ese es el verdadero origen del nombre aspidistra, mezcla del del griego ασπίς/ασπίδ-, que significa escudo y del nombre de un género hermano, Tupistra, por más que en algunos sitios relacionen su nombre con las víboras o áspides.

Flores de A. elatior en el Jardín Botánico el pasado 13 de marzo.


Las aspidistras que conocemos (Aspidistra elatior), también llamadas en España pilistras u orejas de burro, que son autóctonas de unas pocas islas pequeñas del sur de Japón, forman parte de un género con alrededor de cien especies​ de la misma familia que los espárragos, los agaves o las yucas (familia Asparagaceae). Originarias de China, Himalaya y Japón, donde prosperan a la sombra de bosques y matorrales, son plantas ornamentales ampliamente cultivadas tanto en el interior como en exterior, siempre que no haya heladas: resisten temperaturas de hasta cinco grados bajo cero, pero mueren con temperaturas más bajas. Además de sombra, las aspidistras requieren suelos sueltos, ácidos y ricos en humus. Una vez aclimatadas, siguen creciendo perfectamente si se abandona su cuidado y se dejan crecer a su aire en un jardín.

Como planta de interior, A. elatior se hizo popular a finales de la Gran Bretaña victoriana y era tan común que se convirtió en un "símbolo de la respetabilidad de la clase media aburrida". Como tal, fue central en la novela de George Orwell Keep the Aspidistra Flying, como símbolo de la necesidad de la clase media de hacerse respetar según decía Gordon Comstock, el protagonista de la novela. Fue inmortalizada en la canción cómica de 1938 The Biggest Aspidistra in the World, que, cantada por Gracie Fields, se convirtió en un clásico popular de la guerra y fue utilizada como nombre en clave (inspirado en la canción anterior) de un transmisor radiofónico británico muy poderoso utilizado con fines de propaganda y engaño contra la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Son plantas herbáceas, perennes, con tallos subterráneos de los que emergen grandes hojas que pueden alcanzar un metro de longitud y hasta un palmo de anchura. Las hojas, que nacen solitarias o en grupos de cuatro, son de color verde oscuro, anchas, nervudas, coriáceas y provistas de peciolos muy largos. Producen unas pocas flores escondidas entre el follaje rodeadas por una o dos brácteas situadas en la base del perianto. 

Son flores hermafroditas, poco vistosas, de textura carnosa y con forma acampanada cuyos ocho tépalos rematan en otros tantos dientes triangulares. La característica más singular de la flor es un estigma grande, carnoso, en forma de disco, que bloquea por completo la corola interior e inferior que contiene los estambres (a, b en la figura). El fruto es una baya globosa u ovoide que suele contener una sola semilla. ​

Flor de A. elatior y su polinizador anfípodo Platorchestia japonica. a, sección vertical; b, vista superior de un estigma. La flecha muestra un poro a través del cual entran los anfípodos por debajo. c, sección vertical de una flor visitada por un anfípodo; d, un anfípodo que se alimenta de polen.

Dada la posición a ras de tierra y su poca vistosidad, desde que fueron descubiertas se pensaba que eran las únicas plantas que polinizaban babosas y caracoles. Sin embargo, de su polinización se encargan otras criaturas de hábitos un tanto clandestinos: unos anfípodos terrestres con forma de pequeñas gambas (son también crustáceos) que se alimentan de restos vegetales y animales.

Muchos anfípodos son marinos; aunque un pequeño número de especies son de aguas dulces o terrestres. Los anfípodos terrestres, cuyos hábitos son omnívoros y carroñeros, son talítridos (familia Talitridae) que viven en la arena, guijarrales o en playas.

Makoto Kato, un botánico curioso de la Universidad de Kyoto, se dedicó a observar las criaturas que visitaban las flores y, por lo tanto, sospechosas de actuar como polinizadores. Los artrópodos, recolectados dentro o alrededor de las flores, entre ellos talítridos y colémbolos, se introducían en cajas de plástico con flores de aspidistra que habían sido cortadas transversalmente. Kato publicó sus resultados en un artículo del que he extraído la composición fotográfica de arriba.

De las 89 flores muestreadas por Kato el 37% fueron visitadas por varios artrópodos; en el 28% de las flores había heces de color blanco amarillento compuestas de polen digerido. Casi todos los granos de polen encontrados en esas flores habían desaparecido. Los anfípodos comían polen (d en la figura) y excretaban heces idénticas a las que quedaban en las flores en su hábitat natural.

Debido a que las anteras de las aspidistras están aisladas por el estigma discoidal que las cubre como un parasol, la autopolinización es poco probable si la flor no es visitada por algún organismo. La formación de frutos y semillas confirmada en los hábitats naturales y la evidencia de visitas frecuentes de anfípodos a las flores sugieren que estos animalitos son los candidatos más probables como polinizadores.

El papel polinizador de los anfípodos se ve reforzado por varias evidencias: (1) Entre el estigma en forma de disco y la corola, hay cuatro pequeños, poros estrechos, a través de los cuales los anfípodos accedían al estambre (b en la figura). Por tanto, el estigma actuaba como un paraguas para la lluvia y como escudo protector frente a otros artrópodos de mayor tamaño que podrían dañar las flores, pero dejaba unas pequeñas “gateras” para los polinizadores con el tamaño adecuado. (2) Los anfípodos visitaban la flor para comer polen y salían de la flor con polen adherido al cuerpo. (3) Los anfípodos no pueden volar, pero son saltarines muy hábiles y, por lo tanto, podrían transportar polen a largas distancias.

Lo dicho, la naturaleza es una infinita caja de sorpresas.

sábado, 15 de marzo de 2025

UNA MIAJA QUÍMICA DE ACEITE DE OLIVA

 

Muchas tardes, después de una buena ración de Jordi Hurtado y antes de sentarme a escribir, veo retazos del programa de Carlos Arguiñano. El cocinero vasco se empeña en recomendar en cada programa el uso de “aceite de oliva virgen extra”. Por el contrario, en otro programa de La 2, Las recetas de Julie, se usa (y creo que se abusa) de la mantequilla para elaborar todo tipo de guisos. La recomendación en el programa culinario francés es un reflejo del enorme excedente en la producción de leche de la colosal cabaña bovina francesa.

El empeño de Arguiñano es eminentemente gastronómico, pero la ciencia viene también en su ayuda si nos atenemos a estudios recientes centrados en los beneficios del aceite para la salud. Dos estudios, ambos realizados por investigadores de la Universidad de Harvard, examinaron datos recopilados de unos 90.000 profesionales de la salud a los que se les realizó un seguimiento durante 28 años, durante los cuales completaron cuestionarios dietéticos y se monitorizó su estado de salud.

Los científicos estaban particularmente interesados ​​en el consumo de aceite de oliva, ya que es un componente integral de la dieta mediterránea que se ha asociado con numerosos beneficios para la salud. Como resultado global, los datos revelaron que los sujetos que consumían media cucharada de aceite de oliva al día tenían aproximadamente un 20 % menos de riesgo de padecer enfermedades cardíacas.

Eso suena fantástico, pero como siempre, conviene indagar un poco. Los beneficios se observaron al sustituir la mantequilla, la nata, la margarina y la mayonesa por aceite de oliva, no por añadir simplemente aceite de oliva a la dieta. Además, existen los factores colaterales de confusión habituales en todo este tipo de estudios: ¿Las personas que incorporan aceite de oliva a su dieta llevan un estilo de vida más saludable? ¿Hacen más ejercicio y comen más fruta, frutos secos y verduras? ¿Comen menos carne roja? ¿Simplemente comen menos? Corregir estas variables es una tarea difícil cuando no imposible.

En todos ellos subyace una cuestión de fondo: ¿Qué hay de la posibilidad de que los beneficios para la salud se deban no al aceite de oliva, sino a la reducción de la mantequilla y la nata en la dieta?

Por otro lado, sin duda los beneficios saludables del aceite de oliva tienen una base científica, dado que es una grasa monoinsaturada que no eleva el colesterol en sangre y contiene diversos polifenoles que pueden contrarrestar los efectos dañinos de los radicales libres producidos por el metabolismo normal. Sin embargo, existe un inconveniente: el aceite de oliva virgen extra y otros aceites de oliva tienen perfiles químicos diferentes, que el primero de esos estudios no distinguió.

En el año 6000 a. C. las aceitunas se prensaban en Oriente Medio para producir aceite moliéndolas con piedras de molino hasta obtener una pasta que se extendía sobre discos de fibra vegetal que luego se apilaban y prensaban para extraer el aceite y el agua. Este es básicamente el proceso que se utiliza hoy en día, salvo que, en lugar de usar la gravedad para separar el aceite del agua, se utiliza una centrifugadora. El aceite resultante se conoce como «aceite virgen».

Dado que existen cientos de variedades de aceitunas que se pueden recolectar en diferentes grados de maduración, existen numerosos aceites de oliva vírgenes. El de mayor calidad es el aceite de oliva virgen extra, que posee un sabor superior gracias a su baja acidez. En este caso, la acidez no se refiere al pH, sino a la presencia de ácidos grasos libres. Las grasas se componen de una estructura básica de glicerol a la que se unen tres ácidos grasos (triglicéridos). Cuando estos triglicéridos se descomponen, se liberan ácidos grasos, que pueden dar un sabor desagradable si su concentración supera el 0,8 %.

El segundo estudio amplió los posibles beneficios del consumo de aceite de oliva. Se basó en datos de los mismos 90.000 profesionales de la salud y lució el atractivo título de "Consumo de aceite de oliva, calidad de la dieta y riesgo de muerte por demencia". En este caso, los sujetos que consumían al menos una cucharada de aceite de oliva al día presentaban un 28 % menos de riesgo de muerte por demencia, incluyendo las muertes asociadas con la enfermedad de Alzheimer.

Sin embargo, siempre existe un problema al informar de la reducción del riesgo en términos porcentuales, ya que una disminución porcentual elevada no significa mucho si el riesgo inicial es pequeño. Una forma más realista de informar los resultados de este estudio es que por cada 92 personas que sustituyen la mantequilla, la margarina o la mayonesa por una cucharada (7 gramos) de aceite de oliva, habrá una muerte menos relacionada con la demencia. No resulta tan impresionante, pero tampoco es moco de pavo.

Hay otro pero en el aceite de oliva que pasó desapercibido para los medios. Estos estudios no encontraron que el aceite de oliva fuera mejor que otros aceites vegetales. Aunque el aceite de oliva demostró ser más saludable que la mantequilla y la margarina, no presentó más beneficios que otros aceites vegetales como el de maíz, canola, cártamo o soja.

Lamentablemente, cabe mencionar que, debido a la publicidad dada a los beneficios del aceite de oliva, la demanda ha aumentado significativamente. Esto, sumado a la caída de la producción debido al calentamiento global, ha impulsado la invasión del mercado de productos falsificados. Algunos aceites vírgenes extra pueden estar diluidos con aceites de semillas más baratos o con aceite de oliva de menor calidad, como el aceite lampante, palabra que deriva del italiano para "lámpara".

Sí, las lámparas de aceite todavía existen, aunque no se parecen a la que cambió la vida de Aladino. El aceite lampante se utiliza como combustible para estas lámparas y se caracteriza por su alta acidez, sabores desagradables e impurezas, debido a que se produce a partir de aceitunas demasiado maduras o deterioradas. El "aceite de oliva ligero" también es una especie de falsificación, ya que "ligero" se refiere al color, no a la reducción de calorías. Suele ser aceite de oliva barato mezclado con aceites de semillas.

¿Adónde nos lleva esto? Se debe argumentar a favor de sustituir la mantequilla, la nata y la margarina por aceite de oliva virgen extra en la dieta, aunque desde el punto de vista de la salud no está claro que sea mejor que otros aceites vegetales. Eso sí, sabe mucho, muchísimo mejor.

Los restaurantes que sirven un plato pequeño de aceite de oliva virgen extra para mojar pan en lugar de untarlo con mantequilla como hacen otros deben reconocer su progreso científico. Solo espero que no sirvan aceite de oliva falsificado.