En 1858, la enfermera,
estadística y reformadora Florence Nightingale publicó un documento de más de
mil páginas titulado Notas sobre cuestiones que afectan a la salud, la
eficiencia y la administración hospitalaria del ejército británico, fundadas
principalmente en la experiencia de la última guerra. Presentadas a petición
del Secretario de Estado para la Guerra. [Original aquí].
Esta obra impresa de distribución
restringida contenía un gráfico estadístico en color titulado Diagrama
de las causas de mortalidad en el Ejército del Este, que mostraba que
las enfermedades epidémicas, que eran responsables de más muertes británicas en
el curso de la guerra de Crimea que las heridas en el campo de batalla, podían
controlarse mediante la toma en consideración de una serie de factores, entre
ellos la nutrición, la ventilación y el abrigo. El gráfico, que Nightingale
utilizó como una forma de explicar estadísticas complejas de forma sencilla,
clara y persuasiva, se conoce como el "Diagrama de la Rosa" de
Nightingale.
Una adelantada a la “Era de
los Datos”
Cuando pensamos en pioneros de la
ciencia y la medicina, las referencias habituales suelen ser los “padres de
algo”: el “padre de la microbiología”, el “padre de la cirugía moderna”, el
“padre de los antibióticos” etc. Pero Florence
Nightingale, enfermera, estadística y defensora de la sanidad pública, fue
una pionera decimonónica por derecho propio, que la hacen merecedora del título de “madre” de la estadística
y la exposición gráfica de los datos referidos a la salud pública.
Nightingale, más conocida por su
incansable labor durante la guerra de Crimea, revolucionó las prácticas
sanitarias y redujo significativamente las tasas de mortalidad en los
hospitales militares. Pero su legado no se limitó a la enfermería, sino que también
se debió a su capacidad para comunicar la urgencia de las reformas sanitarias
mediante el poder expositivo de los datos gráficos.
La guerra de Crimea: un campo
de batalla por las mejoras higiénico-sanitarias
Durante la Guerra de Crimea
(1853-1856), Nightingale y su equipo de enfermeras fueron testigos de las
terribles condiciones que imperaban en los hospitales de campaña británicos.
Los soldados morían no por heridas sufridas en el campo de batalla, sino por
enfermedades prevenibles como el cólera, la disentería y el tifus. En un determinado
momento, la tasa de mortalidad en algunos hospitales superaba
el 40%.
Nightingale comprendió que
mejorar las condiciones sanitarias (ventilación, agua potable y mejor gestión
de los residuos) podía reducir drásticamente estas muertes, pero para convencer
a los políticos y a los militares de que invirtieran en reformas sanitarias se
necesitaba algo más que pruebas anecdóticas: se necesitaban datos.
Así fue como adquirió relevancia el
Diagrama de la Rosa. Diseñado en 1858, este gráfico circular representaba
visualmente las tasas de mortalidad mensuales en los hospitales militares,
diferenciando entre las muertes causadas por enfermedades prevenibles (azul),
heridas de guerra (naranja) y otras causas (negro).
Fuente de la imagen: https://www.historyofinformation.com/detail.php?entryid=3815 |
Lo que hizo revolucionario el
Diagrama de la Rosa de Nightingale no fue sólo su atractivo estético, sino su
capacidad de contar resumidamente una historia en tres etapas:
Comparación
antes y después: Nightingale no se limitó a trazar los datos de manera lineal,
sino que creó dos “rosas” distintas: una para el año anterior a la
implementación de las reformas sanitarias (derecha) y otra para el año
posterior (izquierda). Esta separación, utilizando la misma escala, hizo que
fuera imposible ignorar la drástica disminución de las tasas de mortalidad.
Patrones
estacionales: El diseño circular destacaba las variaciones estacionales en la
mortalidad, con cuñas más grandes representando los meses en los que había más fallecimientos.
Eso dejaba claro que las enfermedades prevenibles aumentaban durante ciertas
épocas del año, lo que subrayaba la necesidad de mejoras higiénico-sanitarias constantes.
Escalado para una mayor claridad expositiva: Nightingale escaló sus datos utilizando una transformación de raíz cuadrada, un método muy extendido hoy para abordar problemas de asimetría y variación en los datos, lo que significaba que el área de cada cuña del Diagrama de la Rosa representaba las tasas de mortalidad. Esto contrasta con un método típico de representación de datos mediante un diagrama de barras, que tiende a destacar diferencias más grandes en los valores. El uso de la transformación de raíz cuadrada restaba importancia a los valores atípicos extremos, como el número de muertes excepcionalmente alto de un mes, para, en cambio, centrar la atención en las tendencias generales.
El Diagrama de Rose de Nightingale no era sólo un instrumento científico: era una herramienta política. Al presentar los datos de una forma visualmente atractiva, superó la resistencia burocrática y presentó argumentos innegables a favor de las reformas. Su trabajo ayudó a persuadir al gobierno británico para que reformara las instalaciones sanitarias de los hospitales militares, lo que contribuyó a una drástica reducción de las muertes por enfermedades prevenibles.
Hoy, el Diagrama de la Rosa de
Nightingale sirve como recordatorio de que los datos no sirven solo para el
análisis, sino que son también una poderosa herramienta para la acción, que
viene a recordarnos que para darle sentido a cualquier información compleja la
forma en que se presentan los datos puede ser tan importante como los datos en
sí mismos.
También es un recordatorio para
ver las visualizaciones de datos con ojo crítico. Si el creador de una representación
visual de datos tiene un objetivo personal o político, puede manipular
fácilmente los datos de formas que no son inmediatamente obvias. Hay docenas de
enfoques para manipular las
percepciones del espectador de datos visuales, como un eje
truncado, un eje
invertido o un esquema de colores distorsionador.
La rosa de Nightingale fue
impactante precisamente porque tradujo datos complejos en una narrativa visual
convincente, facilitando la comprensión a los receptores profanos, si
conocimientos científicos. Con el acceso moderno a las herramientas de diseño y
gráficos actuales, los lectores deben ser conscientes de que la naturaleza
sorprendente del diseño de visualización de datos puede usarse tanto para informar
como para desinformar, para exponer correctamente la realidad o para
desvirtuarla.
La próxima vez que vea una
infografía o un gráfico estadístico, recuerde que gracias Nightingale a veces
una imagen no vale más que mil palabras: vale más que mil vidas.