Como
sucedió con el Krakatoa, nadie sabe qué aspecto tendrá la montaña del
capitalismo mundial cuando terminen las erupciones que lo sacuden de cuando en
cuando, de las cuales el adviento del dúo Trump-Musk y su corte de antivacunas,
multimillonarios, terraplanistas y mangantes, que amenazan con convertir la Casa
Blanca en un patio de Monipodio a escala planetaria, se me antoja catastrófico.
Es
una intuición que tienen muchos y que no aventura nada bueno, porque en el
mundo de la economía, como en tantos otros de la actividad humana, la
psicología prima muchas veces sobre la aritmética. El miedo al desempleo, a la
pérdida del poder adquisitivo, a la reducción del valor de las propiedades,
sean viviendas, acciones o simples cuentas de ahorro, retroalimenta la
ciclotimia propia del mercado. Es lo que Keynes denominó "animal
spirits" en su Teoría general: el factor humano, en otras palabras,
lo irracional, la variable anímica en la determinación del nivel de actividad
económica.
Generalmente
se tiene a la ciencia económica como una disciplina social árida, complicada e
ininteligible. Enfrentadas a su comprensión, muchas personas interesadas
terminan por hacer un ejercicio económicamente impecable: un análisis
coste/beneficio. Sopesan el tiempo y el esfuerzo de aprender economía con el
beneficio que ese aprendizaje les reportaría; consideran que el coste es mayor
que el beneficio y deciden abandonar el intento.
Quienes
saben poco de economía ⎼el
común de los mortales y muchos políticos y no pocos periodistas⎼ hablan a diario basándose en ideas
preconcebidas, en sofismas y en falacias. Pero, además, cuando la palabra la
toman quienes dicen saber del tema, la gente echa mano a la pistola, como decía
irónicamente Hanns Johst que hacía cuando alguien le hablaba de cultura, o le
entran ganas de invadir Polonia, como decía Woody Allen que le ocurría al
escuchar alguna sinfonía de Wagner.
Por
su parte, los economistas, para quienes el capital es Zeus y el mercado el
Olimpo, gozan de una mala fama probablemente sustentada en que el personal
tiene algunas intuiciones morales que son implícitamente anticapitalistas.
Galbraight escribió una vez que «aunque en principio la Economía no le gustaba
a nadie, en la práctica satisfacía a la mayoría».
Desde
que en 1819 el famoso economista Jean-Baptiste Say puso
en marcha la primera
escuela de negocios (ESCP Business School), las maestrías en Administración
de Empresas (en inglés, Master of Business Administration; abreviado MBA) son
un título académico de postgrado en negocios. En general, el primer año de un
MBA está orientado a entrenar en el conocimiento del contexto empresarial y las
tareas operativas de la empresa. El segundo año, más especializado, busca
capacitar en temas económicos y administrativos.
Una
asignatura estrella de esos MBA es la Gestión Bancaria. Hace algún tiempo publiqué
unos “cuentecillos económicos” que han tenido algunos miles de lectores
(sin duda gente aburrida que no tenía nada mejor que hacer), así que después de
haber echado un vistazo al programa de esa asignatura en una respetadísima
escuela de negocios española, me he animado a sintetizarlo en una serie de
conceptos que presento en forma de otro cuentecillo.*
El
cuentecillo del atraco o de cómo es más rentable gestionar que robar a mano
armada
Érase
una vez una pareja de atracadores, uno viejo, el otro joven, que entró en un
banco gritando a desaforadamente (y con toda razón): «Que
no se mueva nadie, el dinero no es de ustedes, su vida en cambio les pertenece».
En
silencio, todos en el banco se tumbaron en el suelo.
En
un curso MBA, destinado a manipular la manera convencional de contemplar el
mundo, a esto se le llama:
"CONCEPTOS
PARA CAMBIAR MENTALIDADES"
Cuando
todos estaban tumbados en el suelo, algunos procedieron a desprenderse de
relojes, joyas y billeteras. Uno de los ladrones, gritó:
«Por favor, compórtense, ¡esto es un
robo a mano armada, no un hurto vulgar y corriente!»
En
un curso MBA, enfocado a que practiques lo que estás especializado en hacer, a esto
se le llama:
"SER
PROFESIONAL"
Cuando
los atracadores apenas habían llegado a su escondrijo, el más joven (un estudiante
MBA) le dijo al veterano (que apenas había superado la ESO): «Oye
viejo, contemos cuanto antes cuánto nos llevamos». Estupefacto, pero evidentemente cabreado,
el caco veterano contestó: «No seas imbécil, es mucho dinero para
contarlo; esperemos a que en las noticias nos digan cuánto perdió el banco».
En
un curso MBA, destinado a inculcar que la experiencia es fundamental en la
gestión institucional, a esto se le llama:
"EXPERIENCIA"
Una
vez que se marcharon los atracadores, el director del banco (un empleado que había
alcanzado su puesto ascendiendo desde oficinista) le ordenó al apoderado que
llamara de inmediato a la policía. El apoderado (un graduado MBA) contestó: «Tranquilidad,
tranquilidad, señor director; antes consideremos los millones que nos faltan
del desfalco que hicimos el mes pasado y los incluimos como si los atracadores
también se los hubieran llevado». El director respondió: «Correcto. Muy buena idea».
A
esto, en un curso MBA, entre cuyos objetivos se cuenta sacar ventaja de una
situación desfavorable, se le llama:
"GERENCIA
ESTRATÉGICA"
En
las noticias de la televisión informaron al día siguiente que un par de
atracadores habían robado treinta millones; los ladrones, por su parte, solo
pudieron contar veinte. Fuera de sí, reflexionaron: «Arriesgamos
nuestras vidas y la prisión por veinte millones mientras los banqueros levantaron
diez en suspiro».
En
un curso MBA, en el que se demuestra que conviene más estudiar y conocer el
sistema que ser un vulgar ladrón, a esto se le llama:
"EL
CONOCIMIENTO VALE MÁS QUE EL ORO"
El
director y el apoderado, felices y sonrientes, se sintieron satisfechos ya que
sus desfalcos y desajustes fueron cubiertas por el robo.
En
un curso MBA, a esto se le llama:
"APROVECHAR
LAS OPORTUNIDADES”
MORALEJA
DALE
UN ARMA A UN HOMBRE Y PODRÁ ROBAR UN BANCO.
DALE
UN BANCO A UN HOMBRE Y PODRÁ ROBARLE A TODO EL MUNDO.