En Borneo acaba de descubrirse una nueva especie de planta carnívora cubierta de un extraño pelo largo,
oscuro y rojizo que recuerda al pelaje de un orangután.
Las rocas ultramáficas contienen cantidades elevadas de magnesio cromo, níquel y otros
metales pesados, sobre las cuales se desarrollan suelos tan pobres en nutrientes que resultan tóxicos
para la mayoría de las plantas. En estos suelos se desarrollan tipos
muy originales de vegetación que incluyen especies endémicas adaptadas a esos
suelos pobres en calcio, fósforo y potasio y ricos en metales pesados que pocas
plantas pueden tolerar. Algunos ejemplos mundialmente conocidos son los bosques
ultramáficos de las montañas malayas Kinabalu y Sabah.
Un equipo internacional de
botánicos acaba de
describir una nueva especie de planta carnívora de un tamaño desusado que vive en una
pequeña zona de las montañas Sabah de Borneo. Por el largo pelo rojo que cubre
la mayor parte de la planta, la nueva especie ha recibido el nombre científico de
Nepenthes pongoides, en alusión al orangután Pongo pygmaeus, un
simio que, como la nueva planta, es endémico de la isla de Borneo.
Nepenthes ventricosa x alata en un invernadero. Foto. |
Las plantas carnívoras, llamadas más apropiadamente insectívoras, obtienen parte o la mayoría de sus necesidades nutricionales (pero no de energía, puesto que siguen siendo fotosintéticas) mediante la captura y el consumo de animales, normalmente insectos (además de otros artrópodos), contando a veces con la colaboración de arañas cazadoras.
Estas plantas crecen generalmente en
lugares donde el suelo es pobre, en especial en nitrógeno, como las tierras
ácidas pantanosas y los roquedos ultramáficos. Charles Darwin empleó mucho
tiempo investigando sobre estas plantas fascinantes, cuya biología dejó
plasmada en un tratado, Insectivorous plants, que no ha perdido vigencia
casi dos siglos después de su publicación en 1875.
Como bien saben quiénes se toman
la molestia de leer mis artículos, las plantas carnívoras son uno de los temas
sobre biodiversidad que más llaman mi atención (1, 2, 3, 4, 5).
Entre las plantas carnívoras destacan las especies del género Nepenthes,
cuyas maravillosas relaciones con los murciélagos fueron
objeto de un artículo que se cuenta entre los más visitados en mi blog
(¡gracias, lectores!).
La mayoría de las “plantas jarra”
del género Nepenthes parecen bastante aficionadas a la captura de
presas. Su hábito carnívoro evolucionó como un medio para complementar sus
necesidades nutricionales, especialmente de nitrógeno, que obtienen gracias a
las proteínas de origen animal.
Normalmente, las Nepenthes
tienen un sistema radicular superficial y un tallo trepador o postrado de
varios metros de longitud (15 o más) con un grosor que varía entre unos
milímetros hasta 1 cm. De este tallo surgen hojas alternas, en forma de espada
de color verde de unos 30 cm de longitud y con márgenes enteros. Una extensión
en la punta de la hoja forma el zarcillo, que ayuda a que la planta trepe, y en
cuyo extremo, coronada por una tapa, se forma la trampa jarra que contiene un
fluido acuoso almibarado producido por la propia planta. Atraídos por el olor que producen las glándulas de néctar que rodean la boca y la tapa
de la jarra, insectos y arácnidos caen en el interior y acaban por ser digeridos por los jugos descomponedores que contiene el fluido.
Según la descripción, la planta recién
descubierta es la especie de Nepenthes más grande conocida hasta ahora. Las jarras de la planta son enormes, con una distintiva forma de
campana en cuya parte superior hay unas tapas estrechas y verticales. Estas jarras
capturan la lluvia y, con ella, varios animales que sustentan y nutren a la
planta en un entorno rocoso ultramáfico muy seco.
Dentro de las jarras de la planta
los investigadores encontraron una gran variedad de presas animales, desde
escarabajos y ciempiés hasta milpiés gigantes e incluso cangrejos de agua
dulce, unos invertebrados que el tamaño más pequeño de la mayoría de las otras
plantas carnívoras que viven en el entorno no pueden atrapar.
Lo más raro es que las hojas y los zarcillos de
esta planta carnívora están cubiertas de un pelaje espeso de color óxido, una
característica distintiva y única que no se encuentra en ninguna otra especie
de Nepenthes conocida hasta ahora y cuyo color es casi el mismo que el
del pelaje del orangután Pongo pygmaeus, con el que la nueva especie comparte
territorio y hábitat.
Es sorprendente que una planta
tan llamativa y de tamaño tan grande haya pasado relativamente desapercibida
hasta hoy. Eso puede deberse a que estas plantas viven ocultas entre rocas en
una zona montañosa relativamente inaccesible y poco conocida.
Debido al pequeño tamaño de la población
(39 ejemplares) y a su extrema vulnerabilidad por la recolección ilegal de las
plantas jarra, la nueva planta carnívora ha sido inmediatamente
catalogada como “En Peligro Crítico” en la Lista Roja de Especies Amenazadas de
la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza.
De hecho, la caza furtiva para satisfacer el alto valor comercial de estas plantas ornamentales es la amenaza más importante para la mayoría de las poblaciones silvestres de Nepenthes. Hasta el momento se conocen más de 160 especies de Nepenthes, pero ya hay dos especies extintas en estado salvaje debido a la recolección furtiva.