Han pasado cuarenta años desde
que un equipo
de científicos creó Gatorade para ayudar a que los jugadores de fútbol de su
universidad combatieran el agotamiento por calor y los calambres musculares que
sufrían durante los entrenamientos realizados bajo las temperaturas tórridas propias
de Florida.
Fue el comienzo de la era de las
bebidas isotónicas, básicamente compuestas de agua, sodio, potasio y azúcar, una
combinación elemental que, sin embargo, mantiene a los usuarios hidratados, energéticamente
recuperados y con la función muscular optimizada. Gatorade fue la primera de
una carrera de bebidas
con electrolitos que allanó el camino para la comercialización de otras
muchas bebidas deportivas electrolíticas o isotónicas
que hoy pueblan los estantes de los supermercados.
La que sigue es una pequeña
disertación sobre algunos de los ingredientes clave de las bebidas isotónicas.
El cuerpo humano pierde agua
constantemente a través de funciones normales, como sudar, orinar e incluso
respirar. Cuando se pierde agua, el cuerpo también excreta algunos electrolitos
clave, como potasio
y sodio.
Estos electrolitos son cruciales para prácticamente todas las actividades
metabólicas, desde la función cardíaca hasta las contracciones musculares.
La palabra electrolito alude a debido
a que son elementos que se ionizan, es decir, adquieren una carga eléctrica
cuando se disuelven en agua. Esa carga les permite participar en todo tipo de
reacciones químicas fisiológicas que mantienen el funcionamiento normal del
cerebro y equilibran los líquidos dentro y fuera de las células del cuerpo y la
acidez o alcalinidad de la sangre.
Los ingredientes del Gatorade
El agua, el ingrediente principal
de la mayoría de las bebidas deportivas, hidrata. El cuerpo humano está
compuesto aproximadamente por un 60% de agua, por lo que, para mantenerse adecuadamente
hidratado, es importante beber agua con regularidad. No hace falta beber
continuamente porque cuando el volumen de agua disminuye, el cuerpo envía
señales de sed al cerebro.
No obstante, estas señales suelen ir algo retrasadas con respecto al grado de hidratación, lo que quiere decir es que, cuando sientes sed, probablemente tu cuerpo ya esté ligeramente deshidratado. Para una evaluación más precisa de la hidratación, comprueba el color de la orina. ¿Orina de color amarillo oscuro o dorada? Bebe un poco de agua. ¿Orina de color amarillo pálido o transparente? Tienes una buena hidratación.
El sodio, otro ingrediente importante las bebidas isotónicas, atrae el agua. Cuando estás deshidratado, la sangre del cuerpo está más concentrada porque, en general, circula menos agua. Cuando tienes un volumen sanguíneo bajo, tus vasos sanguíneos no se expanden tanto como lo harían normalmente, lo que reduce la presión arterial. Si, debido a la deshidratación, la presión arterial baja demasiado rápido puedes sentir mareos, aturdimiento, náuseas o debilidad.
El sodio atrae agua al torrente
sanguíneo de forma activa. Por eso, durante un entrenamiento intenso o cuando
se padece una enfermedad que provoca deshidratación, consumir algo salado o una
bebida isotónica puede ayudar.
Por su parte, el potasio de los
líquidos isotónicos regula las contracciones musculares. Este electrolito es
especialmente importante para regular el ritmo cardíaco y también ayuda a las
contracciones normales de los músculos
esqueléticos. Si el cuerpo carece de suficiente potasio, aparecen los
calambres musculares y los desfallecimientos.
El azúcar proporciona energía y
un rápido poder de absorción de nutrientes. Una bebida electrolítica típica
contiene dos azúcares simples: glucosa y dextrosa. Un azúcar simple es aquel
que el cuerpo puede digerir y absorber rápidamente, con el objetivo de aumentar
rápidamente el nivel sanguíneo de azúcar.
El ejercicio intenso durante más
de una hora, la realización de actividades en climas muy cálidos o húmedos o el
esfuerzo físico provocado por una enfermedad pueden acelerar el metabolismo del
cuerpo y agotar rápidamente la glucosa en sangre. Cuando
los niveles de glucosa bajan, puede se experimenta fatiga, debilidad,
mareos, náuseas o dificultad para concentrarse.
La combinación de nutrientes de Gatorade
fue diseñada pensando en los futbolistas, pero a veces también se habla de ella
como un remedio a tener en cuenta durante un episodio de enfermedad
gastrointestinal. Sin embargo, hay que tener cuidado, porque para reponer la
energía perdida durante el entrenamiento, muchas bebidas isotónicas tienen un
alto contenido en azúcar.
Cuando ese azúcar se introduce en
un tracto gastrointestinal alterado, puede absorber más agua, lo que provoca
más diarrea. Si te encuentras en esa desagradable situación, hay otras opciones,
que pasan por ingerir una bebida electrolítica con menos azúcar. Entre las
bebidas que puedes tener en cuenta se encuentran muchas elaboradas
con polvos para disolver en agua o incluso un caldo de carne o verduras. Esas
bebidas hidratan, pero añaden un contenido mínimo de azúcar.
El cuerpo humano es
increíblemente eficaz a la hora de gestionar los nutrientes en la sangre. En la
mayoría de los casos, una alimentación equilibrada y el consumo de agua son suficientes para cubrir las necesidades nutricionales e hídricas diarias. Sin
embargo, durante el ejercicio físico intenso o una enfermedad sobrevenida, el
cuerpo puede tener dificultades para mantener su equilibrio habitual.
Si notas síntomas poco habituales como mareos, fatiga o sed persistente, tu cuerpo necesita atención. En casos específicos de deshidratación por ejercicio o enfermedad, una bebida deportiva isotónica puede ser una herramienta sencilla para ayudarte a recuperar un buen estado. Pero, recuerda ¡ojo con el azúcar!