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sábado, 28 de diciembre de 2024

CAMELLOS BÍBLICOS

 Dedicado a Manuel González, estudioso de la Biblia.


Representación de la Adoración de los Magos en un sarcófago del siglo IV d. C. sustraida del cementerio de Santa Inés de Roma conservada en los museos vaticanos. Esta es, probablemente, la representación artística más antigua de los camellos relacionada con la Biblia.

Contradiciendo a la Biblia y la Torá, arqueólogos judíos de la Universidad de Tel Aviv han fechado el período durante el cual los camellos domesticados llegaron a Israel.

Los camellos se mencionan como animales de carga en las narraciones bíblicas de Abraham, José, Jacob y Esaú que conforman la llamada “Era de los Patriarcas” (2000-1500 a. C.). Pero los arqueólogos han demostrado que los camellos no fueron domesticados en tierras de Israel hasta muchos siglos después de ese tiempo fabuloso. Además de cuestionar la historicidad de la Biblia, este anacronismo es una prueba directa de que, como la Torá judía, ambos fueron compilados mucho después de los acontecimientos que describe.

«E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos».

Tomado del Génesis (12: 16), el párrafo precedente es, me parece, la cita bíblica más antigua de la presencia de camellos en las tierras del Israel bíblico. Dependiendo de la versión que se use, el camello se cita en la Biblia unas sesenta veces, la mayoría de ellas en el Antiguo Testamento. Hasta donde yo sé, en el Nuevo Testamento se citan (metafóricamente) dos veces. Una (Mateo 18: 24; Marcos 10: 25; Lucas 18:25) para señalar la imposibilidad de algunas cosas:

«Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el reino de Dios».

Mateo (23: 24) también los usa para resaltar la hipocresía de los fariseos:

«¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y tragáis el camello!».

El término hebreo que se emplea en las Sagradas Escrituras para referirse al camello es gamal. En arameo es gamala, en griego kámelos y en latín camelus, de donde pasó a las lenguas occidentales europeas.

Aunque en la Biblia se habla tanto de camellos como de dromedarios (Isaías 60: 6), en realidad, son estos últimos (Camelus dromedarius), unos camélidos originarios de las cálidas tierras de la península arábiga, los que se citan casi exclusivamente en ella. El verdadero camello de dos jorobas (Camelus bactrianus) es propio de ambientes mucho más fríos del Asia Central. Ambas especies han sido muy utilizadas por el hombre como animales de carga y silla desde la más remota antigüedad.

Los dromedarios bíblicos

En la Biblia se sitúa al camello en el tiempo de los antiguos patriarcas hebreos como Abraham y Jacob (Génesis 12: 16; 30: 43). Rebeca fue transportada a lomos de un camello cuando fue al encuentro de Isaac (Génesis 24: 64). Los ismaelitas que se llevaron a José a Egipto también los usaban como animales de carga en sus desplazamientos (Génesis 37:25).

Esto significa que, según la legendaria historia bíblica, los dromedarios ya habían sido domesticados por el hombre en el segundo milenio a. C. No obstante, como la arqueología no suele aceptar los datos bíblicos como ciertos hasta que no se confirman mediante alguna prueba ajena a la Biblia, ciertos descubrimientos realizados en Arava, al sur del Mar Muerto, ponen en duda la antigüedad que les atribuye el Antiguo Testamento.

Después de estudiar y datar mediante radiocarbono restos de huesos de camellos encontrados junto a antiguas minas de cobre, dos investigadores israelitas han llegado a la conclusión de que esos huesos datan de finales del siglo X a. C. Es decir, datan de un milenio después de la época de Abraham.

Los dromedarios de las minas de cobre del Levante Sur

El Levante Sur es una región geográfica que corresponde aproximadamente a las actuales Palestina, Israel y Jordania; algunas definiciones también incluyen el sur del Líbano, el sur de Siria y/o la península del Sinaí. Como descripción estrictamente geográfica, a veces es utilizada por arqueólogos e historiadores para evitar las connotaciones religiosas y políticas de otros nombres usados para esta zona.

A: imagen satelital del Levante Sur. B-C: mapas que muestran la extensión del Levante Sur basados en características geográficas (B) y en fronteras políticas modernas (C). 

Al facilitó el comercio a través de los vastos desiertos de Arabia impulsando tanto la economía como las costumbres sociales, la introducción del dromedario como animal de carga en el Levante Sur debió de ser un hito de primera magnitud en la historia de la región, especialmente notable en las actividades económicas que exigían el transporte desde los alejados centros de producción a los de consumo. 

Situados entre los desiertos de Arabia y las tierras colonizadas de la región mediterránea, los centros de producción y comercio de cobre del valle de Arava, cuya explotación exigía el transporte de grandes cantidades de cobre, constituyen unos excelentes indicadores del momento de la introducción de camellos domésticos como animales de carga en todo el Levante Sur.

Los arqueólogos habían establecido que los camellos fueron probablemente domesticados en la península Arábiga para utilizarlo como animales de carga en algún momento hacia finales del segundo milenio a. C. En Levante Sur, los huesos de camellos domesticados más antiguos conocidos proceden del valle de Arava, que se extiende a lo largo de la frontera entre Israel y Jordania desde el mar Muerto hasta el mar Rojo y fue un antiguo centro de producción de cobre.

En una excavación realizada en un campamento de fundición de cobre situado en el valle de Arava se encontraron los huesos de camellos domesticados entre los siglos XI y IX a. C. Para determinar exactamente cuándo aparecieron esos camellos domesticados en el Levante Sur, los arqueólogos utilizaron la datación por radiocarbono y otras técnicas gracias las cuales descubrieron que los huesos de camello yacían casi exclusivamente en capas arqueológicas que datan del último tercio del siglo X a. C. o más tarde, siglos después de que vivieran los patriarcas y décadas después del Reino de David, según la Biblia.

Los escasos huesos de camello encontrados en capas arqueológicas anteriores probablemente pertenecían a camellos salvajes, que los arqueólogos creen que estaban en el Levante Sur desde el Neolítico o incluso antes. Cabe destacar que todos los yacimientos activos en el siglo IX en el valle de Arava tenían huesos de camello, que faltaban por completo en los yacimientos activos más antiguos.

La aparición de camellos domesticados en el valle de Arava parece coincidir con cambios drásticos en la explotación minera local del cobre. Muchas de las minas y fundiciones fueron cerradas; las que permanecieron activas comenzaron a utilizar una mano de obra más centralizada y una tecnología más sofisticada, según las pruebas arqueológicas. 

Los investigadores afirman que los antiguos egipcios pudieron haber impuesto estos cambios: trajeron consigo camellos domesticados después de conquistar lel territorio en una campaña militar dirigida por el faraón Shoshenq I citada tanto en fuentes bíblicas como egipcias, habida cuenta de que en ella los soldados egipcios arrasaron el templo de Salomón y saquearon todos sus tesoros.

Desde Arava hasta la India

El origen del camello doméstico probablemente se encuentra en la península Arábiga, que bordea el valle de Arava y habría sido un punto de entrada lógico para los camellos domésticos hacia el Levante Sur. Según los investigadores, la llegada de camellos domesticados promovió el comercio entre Israel y lugares exóticos a los que antes no se podía llegar; los camellos pueden viajar distancias mucho mayores que los burros y las mulas que los precedieron.

Hacia el siglo VII a. C., rutas comerciales como la Ruta del Incienso se extendían desde África a través de Israel hasta la India. Los dromedarios abrieron a Israel al mundo más allá de los vastos desiertos, alterando profundamente su historia económica y social, dejando tras de sí unos restos óseos que denuncian por enésima vez los desajustes entre los textos bíblicos y la historia real.