El futuro llegó hace más de un siglo
Les presento el auto eléctrico de 1910, el Detroit Model D. Este vehículo podía recorrer 340 km a una velocidad máxima de 32 km/h, que era la velocidad habitual para la época. Tenía una batería recargable de plomo y ácido.
La compañía Anderson construyó 13.000 coches eléctricos entre 1907 y 1939. El Detroit Electric se vendió principalmente a conductores y médicos que deseaban un arranque fiable e inmediato, sin el laborioso arranque manual con una manivela que se requería con los primeros coches con motor de combustión interna.
Una sutil muestra del refinamiento del diseño de este automóvil fue el primer uso de un vidrio de ventana curvo en un automóvil de producción, una característica costosa y compleja de fabricar.
Un automóvil que quizá pudo ser el precursor de un futuro distinto, pero fue estúpidamente desplazado por los autos a gasolina gracias a la codicia de Henry Ford aliado con la gran petrolera de la época, la Standard Oil de Rockefeller.