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jueves, 15 de agosto de 2024

QUÉ ES LA VIRUELA DEL MONO (MPOX) Y CÓMO SE TRANSMITE

 

Los virus de la viruela tienen forma ovalada y ADN de doble cadena. Hay muchos tipos de virus de la viruela, como la varicela, la viruela bovina y la viruela humana, que se erradicó en la década de 1970. Foto.

Alarmados por el aumento de casos del virus MPOX, ayer 14 de agosto, la Organización Mundial de la Salud declaró que este brote de viruela constituye una emergencia de salud mundial. Esta medida se produce después de que una cepa virulenta de la enfermedad se haya propagado rápidamente a 16 países y seis nuevos países se vieran afectados en diez días. Desde principios de 2024 se han confirmado 15.132 casos de MPOX en África.

El brote inicial se ha producido por transmisión sexual, pero hay pruebas de que esta cepa también puede transmitirse a través del contacto directo de piel con piel. Entre los infectados se encuentran escolares, trabajadores sanitarios y familias enteras.

La buena noticia es que, a diferencia del COVID-19, este virus no tiene la capacidad terrorífica de trasmitirse por el aire.

¿Qué es el MPOX?

El virus de la inmunodeficiencia humana MPOX, anteriormente llamado viruela del mono (se ha cambiado el nombre para eliminar cualquier estigma asociado con él, pero también para enfatizar cómo ha cambiado este virus en 50 años de casos humanos confirmados), es un virus de la viruela que se identificó por primera vez en monos de un laboratorio danés que habían sido exportados desde África en la década de 1950.

Al principio, probablemente se supuso que era un virus que solamente infectaba a los monos, pero los primeros casos humanos se documentaron en la República Democrática del Congo en la década de 1970. Los casos fueron provocados por pequeños animales, como monos y pequeños roedores, que transmitieron la enfermedad a los humanos, por lo que el nombre se mantuvo. Este virus no recibió mucha atención hasta hace poco.

El MPOX está relacionado con otros virus de la viruela, como la viruela bovina y, sobre todo, la viruela humana, ahora erradicada. No está relacionado con el muy común virus de la varicela, aunque muchos de los síntomas de la infección sean los mismos.

Como hemos sabido gracias a otras enfermedades víricas como el COVID-19, los virus cambian genéticamente y mutan con bastante rapidez. El MPOX no es diferente, aunque los virus de la viruela suelen mutar mucho más lentamente en comparación con otros virus, como el VIH. 

Genéticamente, los virus MPOX se agrupan en dos grupos principales llamadas Clado I y Clado II. Las infecciones por el virus del Clado I se asocian con una alta tasa de letalidad de hasta el 10%. El Clado II, que tiene una distribución geográfica mucho más grande que abarca África occidental, se asocia con una tasa de letalidad mucho menor del 1%. Ambos clados se transmiten de la misma manera: contacto físico cercano entre humanos, incluida la transmisión sexual.

Aunque puede suceder la transmisión de animales a humanos, los mensajes recientes sobre atención médica se han centrado en grupos de alto riesgo, como los trabajadores sexuales y los hombres homosexuales, dos grupos que se han visto afectados desproporcionadamente por el reciente brote. En cualquier caso, cualquier persona que presente síntomas de infección por MPOX (o que haya tenido contacto cercano y no necesariamente sexual con un caso confirmado) debe hacerse la prueba.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas del MPOX comienzan siendo bastante vagos: fatiga, dolores, fiebre, dolor de cabeza, dificultades respiratorias y sarpullido (erupción cutánea). El síntoma de la erupción es un diferenciador útil de otras enfermedades virales comunes. En el caso de la MPOX, la erupción puede causar picor y dolor y rápidamente se transforma en ampollas llenas de líquido que luego forman costras.



El líquido de estas ampollas es infeccioso y el MPOX se puede propagar al compartir toallas o cepillos de dientes, por ejemplo. Algunas personas tienen solo unas pocas ampollas que pueden ser difíciles de ver, según dónde se encuentren en el cuerpo, y otras son asintomáticas, lo que facilita la transmisión y dificulta el control de la expansión del virus.


El MPOX es una especie de virus de la viruela, como la viruela de la vaca y la viruela humana, que se caracteriza por una erupción seguida de protuberancias que aparecen en la piel. En el caso del MPOX, las protuberancias se llenan de líquido y, finalmente, forman costras. La imagen es la un paciente durante un brote de MPOX en 1997. Foto.

¿Cómo se propaga la enfermedad?

El virus se propaga a través del contacto, como al compartir utensilios, platos, toallas y ropa de cama. Las mujeres y los niños se ven afectados desproporcionadamente por el contacto piel con piel, ya que están cerca unos de otros todos los días. Los niños juegan en las escuelas y guarderías y tocan objetos y a otros niños todo el tiempo.

Los virus también se propagan fácilmente cuando las personas viven en zonas densamente pobladas y de bajos ingresos y no pueden aislarse. Otras dos razones por las que el MPOX se propaga rápidamente son el período de incubación más largo y los síntomas vagos. Para dificultar el diagnóstico, las erupciones que aparecen en niños pueden confundirse con varicela o alguna de las otras enfermedades infecciosas infantiles.

El período de incubación varía considerablemente, desde cinco hasta veintiún días. Una persona puede infectarse con MPOX durante este período y, sin tener síntomas, viajar a otro país y transmitir la enfermedad a otras personas. Los síntomas iniciales son vagos e incluyen inflamación de los ganglios linfáticos, fiebre y sensación de agotamiento. Se estima que el 10% de las personas infectadas con MPOX son asintomáticas. Solo cuando aparece el sarpullido puede resultar evidente que no se trata de un resfriado, ni de una gripe, ni de COVID-19.

¿Qué medidas de emergencia deben adoptarse para garantizar que el brote no se convierta en una pandemia?

Hay un par de factores en contra de las agencias sanitarias africanas que intentan contener el virus. Los recursos para combatir esta enfermedad son escasos y las vacunas escasas. Los Centros Africanos para el Control de Enfermedades estiman que sólo hay 200.000 dosis disponibles para los países africanos, frente a una demanda de al menos 10 millones.

Sin embargo, todavía se puede hacer mucho, en primer lugar, con las pruebas, que son la herramienta número uno en la lucha. Los epidemiólogos necesitan saber dónde están estos casos y quiénes en están pasando por MPOX. También necesitan usar estos datos para rastrear contactos. Las pruebas son las mismas que las utilizadas en la COVID-19: pruebas simples utilizando un hisopo (palito con algodón) introducido en la nariz y/o garganta que ofrecen resultados fiables en media hora.

En segundo lugar, hay que ampliar y modificar las alertas: En el brote inicial de MPOX que se produjo en 2022, muchas de los mensajes de alerta que se dirigieron estaban dirigidas a los trabajadores sexuales y a los hombres homosexuales. Como resultado, el público puede haber pensado que se trata únicamente de una enfermedad de transmisión sexual. No es así. Las mujeres y los niños están contrayendo el virus, por lo que es necesario informar a las comunidades qué síntomas deben buscar y qué acciones tomar.

En tercer lugar, las vacunas, otra lección que hemos aprendido todos durante la pandemia de COVID-19: debido a que la vacuna contra el MPOX es tan similar a la de la viruela humana, se puede utilizar. Esta vez las vacunas ya existen, y países como España las tienen en stock desde la anterior crisis del MPOX de 2022/2023. Aunque el virus ha sufrido alguna variación, como muestra el aumento de su agresividad, es muy probable que las vacunas sigan sirviendo contra él.

Sin embargo, las reservas son limitadas y no se pueden fabricar vacunas contra la viruela con la suficiente rapidez. Hay ya una vacuna candidata de ARNm que se encuentra en ensayos clínicos. La OMS ha solicitado que las vacunas candidatas se aprueben y distribuyan rápidamente.

Es necesario adoptar urgentemente estas medidas y otras para contener y reprimir esta epidemia antes de que pueda convertirse en una pandemia mundial. La viruela humana, causada por un virus letal que puede transmitirse fácilmente de persona a persona, fue erradicada a principios de la década de 1980 gracias a una campaña de vacunación muy eficaz.

Esa campaña fue tan eficaz que ya no es necesario vacunar a todo el mundo contra la viruela. Esto también significa que las reservas de vacunas contra la viruela para casos de contingencia son relativamente pequeñas y llevará tiempo aumentar la producción.

Es necesario detener al máximo la transmisión del virus MPOX. Este virus ya ha demostrado que puede mutar y que las nuevas variantes podrían transmitirse con mayor facilidad que los virus que circulan actualmente.