El Willys MB era un vehículo
todoterreno de tracción en las cuatro ruedas, desarrollado y fabricado por la
empresa estadounidense Willys-Overland
Motors. Su diseño no estaba basado en ninguna otra clase de vehículo; fue
diseñado concebido como respuesta a un concurso realizado en 1941 por el alto
mando militar estadounidense, con el fin de suministrar a sus tropas de un
vehículo ligero y de tracción integral, para el traslado de los soldados por el
frente de batalla sobre cualquier tipo de terreno.
A pesar de haber cumplido con el
pliego de condiciones del concurso y de haber ganado la licitación para su
producción, la Willys poseía una capacidad de producción muy limitada debido a
haber sufrido los embates de la Gran Depresión, por lo que la licencia le fue
extendida a la Ford Motor Company para colaborar con la producción del mismo
vehículo, surgiendo de esta colaboración el Ford GPW,
gemelo del Willys MB.
La presentación del Willys MB
marcó un hito en la industria automotriz mundial, al inaugurar un segmento del
cual años más tarde emergió el Willys Jeep, versión comercial del MB y que con
el paso del tiempo dio forma a un nuevo concepto de automóvil que fue
precisamente bautizado como jeep.
El resultado del concurso fue un
novedoso vehículo multiusos de un cuarto de tonelada, el “General Purpose
Vehicle”, más conocido por sus iniciales Willys MA y MB hasta 1945. Nacía una
leyenda.
El Jeep Willys, el primer
automóvil 4×4 producido en masa, puso la funcionalidad y la polivalencia por
encima de todo. El acabado era espartano: se trataba de un vehículo descubierto
de cinco plazas, sin puertas, con parabrisas abatible. Su motor de 2.197 cc con cuatro cilindros en línea desarrollaba 60 CV y destacaba por su fiabilidad.
Sobre el terreno destacaba por su
agilidad y sus múltiples posibilidades de uso. Su robustez y su resistencia a
las condiciones extremas le hicieron brillar en todos los frentes, desde las
estepas rusas o las zonas de alta montaña hasta la arena del desierto o los
terrenos embarrados y pantanosos.
En esta caja de madera se transportaba el todoterreno Willys MB para ser enviado a combate con objeto de que su ensamblaje fuese fácil y rápido. |
Las 650.000 unidades producidas
durante la contienda se suministraron tanto al Ejército de los Estados Unidos,
a razón de 145 vehículos por regimiento de Infantería, como a sus aliados
británicos y soviéticos, quienes fabricaron además una versión anfibia propia,
el GAZ-46.
En todas partes, el Jeep destacó
por su polivalencia. Además de trasladar soldados con rapidez de un lado a
otro, llegó a utilizarse como vehículo de mando, ambulancia, unidad de
exploración o de asalto, soporte de lanzacohetes y morteros, camión de bomberos
en los portaaviones, remolque de piezas de artillería, locomotora.
Su capó plano permitía tanto extender mapas como celebrar
una misa de campaña o una partida de póquer. Su equipamiento podía utilizarse
como fuente de iluminación o como hornillo para cocinar y de su radiador se
sacaba agua caliente para afeitarse.
Pocos vehículos han despertado una unanimidad tan favorable
entre sus usuarios, incluido el comandante Supremo Aliado en Europa Occidental,
Dwight D. Eisenhower, que lo consideraba “una de las tres armas decisivas de
Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial”.
El escritor Ernie Pyle,
corresponsal de guerra y cronista de la vida diaria del soldado raso, lo
describía de este modo: «Puede hacer de todo, llega a cualquier parte. Es fiable
como un perro, fuerte como una mula, ágil como una cabra. Transporta el doble
del peso para el que fue diseñado como si nada». El legendario Enzo Ferrari
lo consideraba: «el único automóvil deportivo americano».
Tras la Guerra, el Jeep se adaptó
perfectamente a la vida civil con el Jeep
CJ-2 que a las prestaciones del modelo bélico añadía un espacio de carga
trasero, remolque y techo de tela, aunque mantenía su espíritu espartano. Sólo
se comercializaba con asiento del conductor y retrovisor lateral de serie.
Elementos como el asiento del pasajero, el cabestrante, el limpiaparabrisas o
las luces traseras estaban disponibles como opción.
Jeep CJ-2 |
Del caqui militar se pasó a
combinaciones de colores vivos como el verde brillante, el amarillo o el rojo.
En total, se vendieron 1,5 millones de las diversas generaciones del “Jeep
Civil” entre 1945 y 1986. Al año siguiente, llegó al mercado el Jeep
Wrangler, heredero del espíritu y la versatilidad del modelo original.
Origen del término JEEP
Al parecer su nombre es una
derivación de las siglas en inglés GP, acrónimo de «General Purpose» (Propósitos
generales) que era la especificación militar del vehículo. Su pronunciación en
inglés, «yipi», quedó en «Jeep». Otra versión dice que proviene del inglés
abreviado, «JUST ENOUGH ESSENTIAL PARTS», (SOLO LAS PIEZAS BÁSICAS).
No obstante, también hay
versiones que no tienen por qué ser contradictorias, sino complementarias de
que su denominación procede de «Eugene the Jeep»,
un personaje de Popeye; en concreto, una mascota de Olivia con poderes
fantásticos.