El negacionismo sobre las causas de degradación del Mar Menor se expande por políticas activas de desinformación que provienen de colectivos muy concretos del sector agrícola y se cuelan en medios de comunicación.
Las entidades que difunden el negacionismo hostigan y acosan a profesionales de la información, entidades e investigadores que desmontan su discurso usando la evidencia científica.
La intervención de las entidades profesionales del periodismo y de la información resulta necesaria para garantizar la libertad de prensa y la veracidad de la información.
La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) remitió sendos
escritos a la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), a la
Asociación de Medios de Información y al Colegio Oficial de Periodistas de la
Región de Murcia pidiendo la intervención de estas entidades para evitar la
expansión del negacionismo en torno al Mar Menor en los medios de comunicación
y garantizar la protección adecuada a los profesionales del periodismo y
entidades que lo desenmascaran difundiendo las evidencias científicas.
En las cartas enviadas se recuerda que «El origen principal de esta
eutrofia se encuentra en la agricultura intensiva que se desarrolló en la
cuenca vertiente al Mar Menor tras la llegada del Trasvase Tajo-Segura, tal y
como indican las publicaciones científicas revisadas por pares de distintas
universidades, como la Universidad de Murcia, la Universidad Politécnica de
Cartagena o la Universidad de Alicante; los informes de seguimiento y
monitorización del estado ecológico del Mar Menor elaborados por investigadores
de la Universidad de Murcia y que publica la Comunidad Autónoma; así como los
del grupo interdisciplinar para el seguimiento oceanográfico y ecológico del
Mar Menor del centro nacional de referencia para esta temática, que es el
Instituto Español de Oceanografía dependiente del CSIC».
En la carta se indica que «un buen número de empresas agrícolas (varias
de ellas implicadas en los procesos penales) se agruparon bajo la Fundación
Ingenio para actuar junto con la entidad Agroingenieros por el Mar Menor como
lobby negacionista de las causas de la crisis ecológica del Mar Menor.
Estas entidades intentan construir un relato alternativo a la evidencia
científica que culpase a los vertidos de las depuradoras de la eutrofia del Mar
Menor (aunque también niegan que esté eutrófico), en un intento de quedar
eximidos de toda responsabilidad por los daños ambientales generados».
Este relato se ha construido sobre la base de informes ad hoc,
contenidos patrocinados en medios de información y desinformación en redes
sociales y notas de prensa, lo que ha supuesto una inversión de ingentes
cantidades de dinero.
En las cartas se traslada a las entidades la preocupación por una
reciente encuesta del CEMOP donde un número significativo de ciudadanos de la
Región daban crédito a las tesis negacionistas frente a las evidencias
científicas certificadas por el centro científico nacional de referencia, lo
que supone un precedente muy preocupante.
Además, la Asociación señala la política activa de hostigamiento
constante a periodistas, medios de información y entidades sociales que
combaten el relato negacionista de esas entidades. Este acoso es realizado por
perfiles falsos o incluso perfiles de claro carácter difamador que buscan
amedrentar y acallar a todo aquel que señale la falsedad de los hechos que
pretenden divulgar entre la población. Estos hechos erosionan de forma
intolerable la libertad de prensa y de información.
Por todo lo anterior, consideramos que las organizaciones profesionales
de periodistas y medios de comunicación deberían intervenir en defensa de los
profesionales y de la veracidad de la información que se difunde a la
población.