En un momento de efervescencia informativa máxima en cuanto a crónica
política —elecciones USA, crisis palestina, Francia, UE, renuncia a la
reelección de Joe Biden, lawfare en España—, llama la atención que el día
en el que escribo este artículo, 24 de julio, las principales cabeceras
mediáticas globales resalten en sus portadas mañaneras la radiografía térmica
del planeta.
La razón es que según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, el pasado lunes 22 de julio
fue el día más caluroso jamás
registrado en la Tierra.
Hace algo más de un año, concretamente el pasado 3 de julio de 2023, la
Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos confirmaba que la
temperatura media del planeta había superado por primera vez la barrera de los
17 grados centígrados (ºC). Por norma general, la temperatura media del aire en el
mundo fluctúa entre los 12 y los 16 ºC. Sin embargo, durante estos últimos años
ha comenzado a coquetear con los 17 ºC de media hasta el punto de
superarlos en varias ocasiones a lo largo de estos últimos doce meses como
consecuencia tanto del cambio climático como de fenómenos como 'El Niño'.
Desde que se superara por primera vez esta barrera, aquel 3 de julio en
el que se registraron 17,01 ºC de media en todo el mundo, no han parado de aparecer
récords. El último de ellos se produjo el pasado domingo 21 de julio, cuando
nuestro planeta alcanzó una temperatura media de 17,09 ºC. El
lunes 22, el récord fue batido de nuevo cuando la media alcanzó 17,15 ºC.
The Washington Post describe
en su primera de esta mañana que «esta es otra señal preocupante más de
cómo el cambio climático causado por los humanos está empujando al planeta
hacia un nuevo y peligroso territorio, después de 13 meses consecutivos de
temperaturas sin precedentes y del año más caluroso jamás registrado por los
científicos».
Además, destaca que de estas temperaturas abrasadoras que golpean a
todos los continentes, nadie se salva.
Por su parte, The
Guardian se detiene en subrayar las consecuencias destructivas para la
salud de las personas y el medioambiente del calentamiento del planeta: «Estamos
observando cómo en muchas partes del mundo las personas se están literalmente
achicharrando bajo un calor abrasador. El calentamiento del clima alimenta los
incendios forestales, que queman casas hasta dejarlas carbonizadas y
desencadena oleadas silenciosas de mortalidad masiva, que se extienden por las
salas de los hospitales y las residencias de ancianos».
El aumento de las temperaturas se refleja en el calentamiento imparable
de los océanos. Financial
Times coloca en su portada un
especial dedicado a describir lo que en su titular expresa de la siguiente
manera: «Los
peligrosos efectos del aumento de la temperatura del mar. Los científicos
avisan de que los océanos están llegando al límite de su capacidad para
absorber calor».