El Ministerio de Patrimonio Cultural, Actividades Culturales y Turismo
de Italia planea abrir esta primavera la galería subterránea Museo Ninfeo de Piazza Vittorio.
Los visitantes podrán ver una sección de los jardines imperiales, los Horti
Lamiani, el jardín de los dioses, el paraíso de los emperadores en los que,
además, lucirán varios objetos ornamentales como una escalera de mármol y unos
pavimentos y murales adornados con frescos muy elaborados.
Cuando fue asesinado 41 años después del nacimiento de Cristo, el
emperador romano Calígula se había ganado una cumplida fama por su vena
violenta y sus diversiones extravagantes, incluido un enorme complejo con una
casa de baños adornada con mármol de preciosos colores y con espacios destinados
a animales exóticos. Los restos de este placentero jardín conocido como Horti
Lamiani se mostrarán al público bajo las calles de Roma.
Los arqueólogos comenzaron a excavar la zona en 2006. Debajo de edificios en ruinas del siglo XIX encontraron una gran cantidad de joyas, monedas y cerámica, acompañadas de semillas de plantas asiáticas como cidra y albaricoque, además de huesos de pavos reales, leones y osos.
Un potentado romano, el cónsul Lucius Aelius Lamia encargó la
construcción de la casa principal y los jardines de la finca, que legó al
entonces emperador Tiberio; Calígula lo heredó cuando asumió el poder en el año
37 d.C. y muchos emperadores, entre ellos Claudio, Calígula y Severo Alejandro
vivieron y modificaron estos espacios: cada emperador quiso dejar su huella
personalizando la residencia.
Calígula, cuyo verdadero nombre era Cayo Julio César Germánico, nació
en el año 12 d.C. Su padre fue el famoso general romano Germánico. Las tropas
del puesto militar donde creció el joven Cayo le pusieron el sobrenombre de
Calígula, del latín “caligae”, que significa “calzado pequeño”, en alusión
a las pequeñas sandalias militares que usaba el niño.
Apenas siete meses después del comienzo de su mandato, a los 24 años, comenzó a sufrir una grave
enfermedad. Algunos historiadores
dicen que el problema de salud contribuyó a su comportamiento errático y cruel
en los años siguientes. Si se cumple aquello de "ser agradecido es de bien
nacido”, Calígula era un malnacido: en el año 38 d.C., por ejemplo, ejecutó a
Naevius Sutorius Macro, jefe de la Guardia Pretoriana, que lo había ayudado a
convertirse en emperador.
Muchos historiadores rechazan la idea de que Calígula aterrorizara a
Roma con su locura desenfrenada, hablando con la luna, ordenando ejecuciones
arbitrarias, obligando a los senadores a correr kilómetros delante de su carro o
intentando convertir a su caballo Incitatus en cónsul. Sus
compañeros legisladores probablemente lo habrían sacado del poder de haber
tenido tal conducta. Por otro lado, suponiendo que fuera el loco que describen los
cronistas, algunos expertos han sugerido que una enfermedad lo desquició:
posiblemente la epilepsia del lóbulo temporal, el hipertiroidismo o la
enfermedad de Wilson, un trastorno hereditario que puede causar inestabilidad
mental.
También se dice que tuvo líos amorosos con las esposas de sus
aliados. Vale la pena señalar, sin embargo, que mucho de lo que los eruditos
modernos saben sobre el emperador fue escrito por historiadores a quienes no
les agradaba y puede que se cebaran distorsionando los datos cuando no se los
inventaban. Tomemos como ejemplo el asunto de sus supuestos incestos.
Fue Suetonio quien publicó por primera vez que Calígula cometió incesto
con sus tres hermanas. El historiador romano se adornó diciendo que los
incestos ocurrían delante de sus invitados y de su propia esposa durante los banquetes
oficiales. El problema es que Suetonio escribió Las vidas de los Césares
en el año 121 d.C., 80 años después de que Calígula fuera asesinado a los 28
años por miembros de la Guardia Pretoriana. Los cronistas anteriores que
vivieron en el mandato de Calígula, concretamente Séneca y Filón, no dicen nada
de este tipo de comportamiento a pesar de sus duras críticas al emperador. Y
Tácito, durante una larga diatriba en la que acusa de incesto con su hijo a
Agripina, hermana de Calígula, esposa del emperador Claudio, nunca implica a su
hermano.
En 1979, la película "Calígula", dirigida por Tinto Brass y protagonizada por Malcolm McDowell, conmocionó al mundo con su retrato explícito de las crueles y lascivas escapadas del emperador. Fue la primera película importante que yuxtapuso segmentos protagonizados por actores respetados y convencionales con escenas que eran esencialmente pornográficas. A día de hoy, la controvertida película sigue prohibida en algunos países.
Calígula era conocido por sus gastos extravagantes. Según Suetonio, en su infinito despilfarro, construyó una vez un puente flotante
temporal de casi cuatro kilómetros a través de la Bahía de Baias sólo para
poder cabalgar triunfalmente de un extremo a otro. Nunca han aparecido rastros
del puente, por lo que la mayoría de los historiadores descartan su existencia.
Sin embargo, han surgido pruebas del estilo de vida extravagante del emperador en el lago Nemi, donde se rescataron dos enormes barcazas de recreo con decoración de mármol, pisos de mosaico y estatuas, a finales de los años 1920 y principios de los 1930. Uno de los restos del naufragio incluía una tubería de plomo con la inscripción "Propiedad de Cayo César Augusto Germánico". No se sabe si fueron las tropas aliadas o alemanas las que provocaron el incendio que destruyó los barcos en 1944.
En el año 41, el vilipendiado emperador fue asesinado a puñaladas en una conspiración organizada por miembros de la Guardia Pretoriana, el Senado y la Orden Ecuestre. Sus hermanas llevaron su cuerpo al Horti Lamiani y lo quemaron. Según escribió el imaginativo Suetonio, el fantasma de Calígula se quedó por allí rondando por los jardines. No debía de asustar mucho, porque los jardines siguieron abiertos y en uso al menos hasta la época de la dinastía Severa, que gobernó del 193 al 235 d.C. Los jardines se abandonaron en el siglo IV y fueron redescubiertos en 1874. © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.