Escribo este artículo recién llegado de mi centro de salud en el que me han administrado las vacunas contra los virus de la gripe y de la Covid-19. Me he animado a pedir cita apenas transcurridas dos semanas de que la Comunidad de Madrid haya comenzado su campaña de vacunación, después de buscar respuesta a unas preguntas que supongo rondan en la cabeza de quienes ya han cumplido “tres quinces y un veintiuno”.
¿Qué autoridad sanitaria recomienda la administración de
las vacunas?
El virus
influenza, causante de la gripe, suele reaparecer en olas estacionales,
normalmente desde mediados del otoño hasta el final del invierno, asociadas a
una mayor permanencia en espacios interiores mal ventilados. Una de las
características de este patógeno (sobre todo del tipo A) es su alta capacidad
para mutar, lo que ocasiona cambios en la composición de los antígenos de su
superficie (hemaglutinina y neuraminidasa), y dificulta su reconocimiento por
los anticuerpos que desarrollamos cada vez que nos infectamos, y que pueden
inducirse con la vacuna.
Cada año, expertos de los centros colaboradores y de los
laboratorios reguladores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) analizan
los datos de la vigilancia de virus generados por el Sistema
Mundial de Vigilancia y Respuesta a la Gripe de la OMS. En función de estas
observaciones (qué cepas del virus circulan), se recomienda la composición más
adecuada para cada campaña anual de vacunación.
¿Qué tipo de vacuna se está utilizando?
El tipo de vacuna empleada incluye virus inactivados o atenuados producidos en huevo o en cultivos
celulares de dos variantes de gripe A (H1N1 y H3N2) y otras dos del linaje B. Como
cualquier otro medicamento, puede producir efectos adversos: enrojecimiento e
inflamación en la zona donde se inyectó la vacuna, dolor de cabeza de baja
intensidad, fiebre, dolores musculares o fatiga.
Estas nuevas vacunas incluyen ARN
mensajero de la variante original del virus (Wuhan-Hu-1) y la ómicron BA.1 a
partes iguales. Su objetivo es aumentar su efectividad frente a sus
predecesoras, centradas solo en la variante original.
La Comisión
Europea ha autorizado la administración de vacunas bivalentes adaptadas a
las nuevas variantes circulantes de ómicron. Estas vacunas contienen ARNm de la
proteína Spike (espiga) de la cepa original (primera dosis) y de la variante BA.1
(Moderna) o de la variante BA.4/BA.5
(Pfizer). Además de ofrecer protección tanto frente a las variantes BA.1 y
BA4/5 también lo hacen frente a las variantes que circularon con anterioridad.
¿Va a ser esta una temporada muy gripal?
Se aproxima el invierno en el hemisferio norte y surge la
pregunta que encabeza este epígrafe. Un factor que determina la mayor o menor
transmisibilidad del virus de la gripe es la humedad ambiental.
Los inviernos secos favorecen su transmisión y parece obvio que en muchas
regiones de nuestro
país cada vez lo son más.
Por otro lado, aunque se haya puesto en entredicho, la
hipótesis denominada deuda
inmunitaria sostiene que, debido al uso de mascarillas y las medidas de
distanciamiento social durante la pandemia de Covid-19, hemos estado menos
expuestos a patógenos respiratorios. Al eliminar la obligatoriedad de las
mascarillas, esta deuda inmunitaria favorecería la dispersión del virus.
En las dos últimas temporadas, la circulación del patógeno gripal
ha sido inusual y constante. Esto podría causar una disminución en nuestra
inmunidad frente a la gripe y provocar que los
menores que no hayan estado expuestos dejen de adquirir dicha inmunidad. En
ese sentido, el último
informe del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SIVIRA)
del Instituto de Salud Carlos III señala un aumento en la incidencia de gripe
en atención primaria, principalmente en menores de 15 años.
¿Quién debe recibir los pinchazos antigripales?
La gripe es una enfermedad altamente contagiosa que afecta
principalmente al sistema respiratorio y produce una serie de síntomas
característicos (fiebre, dolor muscular y articular, etcétera). La mayoría de
las personas se recuperan en el plazo de una semana sin necesidad de atención
médica.
Como en ocasiones anteriores, se recomienda administrar la vacuna en función del riesgo de infección o su gravedad, dando prioridad a los grupos más vulnerables, como inmunodeprimidos y personas de avanzada edad. Con el fin de evitar posibles colapsos del sistema de salud, también se está pinchando antes al personal sociosanitario.
Lamentablemente, en aquellas personas pertenecientes a
grupos de alto riesgo como mayores de 65, menores de 65 con factores de riesgo
(patologías crónicas respiratorias, cardiovasculares, diabetes y obesidad
mórbida, etcétera) o mujeres embarazadas, la gripe puede complicarse y causar una
enfermedad grave (neumonía bacteriana secundaria), empeorar dolencias
inflamatorias crónicas e incluso la muerte en los colectivos de riesgo más
alto.
Para todas estas personas vulnerables, para sus cuidadores y
para los que llevan a cabo servicios públicos esenciales, es recomendable la
vacunación. No obstante, la vacuna es apta para cualquier ser humano mayor de seis
meses, salvo para aquellas que experimentasen reacciones alérgicas en
anteriores campañas o quienes presenten síntomas compatibles con la enfermedad.
Al igual que ocurre con las vacunas contra la covid-19, vacunarse
contra la gripe no suele evitar la infección, pero reduce el riesgo de
enfermedad grave, hospitalizaciones o muerte. Aunque muchas de las personas que
se vacunan contra la gripe pueden enfermar tras la infección (hasta un
50%), el pinchazo sigue siendo la medida más adecuada para prevenir esta
enfermedad.
¿Cuáles son los grupos recomendados para recibir la cuarta
dosis de recuerdo contra la Covid-19?
En España, la autoridad sanitaria recomienda la administración de dosis de recuerdo frente a la Covid-19 en el otoño-invierno a la población de 60 o más años, a las personas internas en residencias de mayores y al personal sanitario y sociosanitario. También se aconseja que se vacunen aquellas con condiciones de riesgo que no hayan sido vacunadas en los cincos meses anteriores, independientemente del número de dosis recibidas y del número de infecciones previas.
¿Tiene efectos adversos la vacunación conjunta?
Se ha observado un efecto sinérgico entre el SARS-CoV-2 y el
virus de la gripe que multiplica el riesgo de enfermedad grave y letal si se
da una coinfección. Por este motivo, además de por razones logísticas
obvias, es preferible administrar simultáneamente las vacunas frente a ambas
infecciones, especialmente en los grupos de alto riesgo.
La experiencia de administración conjunta en la última
campaña de vacunación fue favorable. Además, no hay evidencia científica de que
la respuesta inmunitaria inducida sea inferior a la administración por
separado. Tampoco parece que aumente las reacciones adversas locales
(inflamación, dolor en el sitio de inoculación) o sistémicas (fiebre, dolor de
cabeza) asociadas. En definitiva, no es necesario elegir una de ambas. ©Manuel Peinado Lorca.
@mpeinadolorca