Antes de empezar, recuerda que el fruto (fruta, una vez comercializado) se origina a partir del ovario como consecuencia de la fecundación.
Dependiendo de cómo acostumbres a comer manzanas, es posible que, desde
el punto de vista botánico, en realidad no consumas ningún fruto. Si muerdes la
parte exterior, evitando morder el corazón, es posible que dejes intacto el verdadero
fruto. Si, por el contrario, vas mordisqueando hasta llegar al centro y le
propinas un bocado, habrás llegado al auténtico fruto.
En las manzanas, como en otros frutos de tipo pomo como membrillos o peras
(la gente a veces los llama “frutos de pepita”), el fruto "verdadero",
es decir, la parte derivada del ovario, está inmerso dentro de un gran hipanto carnoso
que se desarrolla a partir de otras partes de la manzana (Figura 1). La mayor
parte de lo que comemos es ese dulce y crujiente hipanto (en latín hypanthium:
"debajo de la flor").
Sin embargo, a pesar de lo que algunos creen, el ovario real no son
solo los tabiques algo coriáceos que rodean las semillas y forman la estrella cuando
damos un corte transversal a una manzana. La mayor parte del ovario es carnoso
y se mezcla casi a la perfección con el resto de la manzana. Su límite es
sutil, pero puedes verlo en una manzana cortada como un anillo de tejido
vascular que rodea al corazón (Figura 2).
Figura 2. Manzanas maduras
en corte longitudinal y transversal. El
"fruto verdadero" es la parte derivada del ovario. Es visible en una
manzana cortada como un anillo de tejido vascular.
Los frutos en pomo se encuentran en manzanas (Malus domestica),
peras (varias especies de Pyrus), membrillos (Cidonia oblonga),
nísperos japoneses (Eriobotrya japonica) y nísperos europeos (Mespilus
germanica), todos ellos miembros del mismo clado (linaje) dentro de la
familia de las rosas (Rosaceae).
También se encuentran en el clado plantas típicamente ornamentales o silvestres
como Crataegus, Cotoneaster, Heteromeles, Pyracantha
o Photinia. Todas estas especies tienen flores con ovarios ínferos encerrados
dentro de un hipanto y, a este respecto, son únicas dentro de la familia de las
rosas. Incluso las mismas rosas (género Rosa) tienen ovarios súperos).
Es fácil detectar un ovario ínfero porque las partes sobrantes de la
flor (o sus cicatrices) se pueden encontrar sobre el fruto maduro en la parte
opuesta al pedúnculo (el tallito que sostenía a la flor y luego al fruto). En
la familia de las rosas, resulta útil comparar entre manzanas y cerezas (Figura 3), e incluso con las fresas.
Los sépalos y pétalos de una cereza generalmente se caen, pero dejan
cicatrices en un anillo cerca de donde el pedúnculo alcanza el fruto. Los
sépalos de una fresa siempre persisten, y los pétalos a menudo se pueden
encontrar en las bayas frescas, justo alrededor del tallo. Por el contrario, las
piezas florales de una manzana están en la "parte inferior", opuesta
al extremo del pedúnculo (Figura 4).
Figura 4. Los sépalos y un
pétalo arrugado son visibles en el extremo de la flor de una manzana.
Allí se puede ver un anillo de sépalos que rodea un grupo de estambres y,
a veces, incluso a los estilos que conducen al ovario. Estambres y estilos aparecen
retorcidos y secos, porque una vez cumplida su función se marchitan. De vez en
cuando no encontramos con un pétalo arrugado.
Lo que
hemos aprendido del genoma de la manzana
Un pomo es un tipo de fruto; no debe olvidarse que los tipos de fruto son
categorías artificiales con límites difusos y sin una relación regular o
necesaria con la historia evolutiva o la relación filogenética. Dicho esto, los
parientes cercanos a menudo producen el mismo tipo de fruto y hay algunos tipos
de frutos restringidos por convención a familias o clados específicos de
plantas. Los frutos de los cítricos (los hesperidios) son un buen ejemplo de la
perfecta posición de un tipo de fruto en un grupo taxonómico natural.
Dentro de la familia de las rosas (Figura 5), la aparición de los pomos
refleja la historia evolutiva: los pomos están presentes en un solo clado, la
tribu de las manzanas (llamadas Pyreae o Maleae). Curiosamente,
este tipo de fruta puede ser el resultado de un gran cambio genético dentro de
la familia que sucedió hace unos 50 millones de años. En 2010, un equipo de
investigadores publicó un artículo
sobre el genoma de la manzana, en el que se mostraba que un antepasado de
la tribu de la manzana experimentó una duplicación de todo su conjunto de
cromosomas. La duplicación fue seguida por una expansión y diversificación de
un conjunto de genes (genes homeóticos
MADS) que controlan el desarrollo de flores y frutos mediante la regulación de
la expresión de otros genes.
Pero ¿cómo pudieron algunos cambios genéticos convertir un fruto seco
ancestral en una manzana? Porque uno de estos genes MADS es particularmente
importante para que un fruto sea carnoso: cuando se bloquea experimentalmente, el
fruto resultante permanece seco. Lo que es aún más impresionante es que el mismo gen también debe
funcionar para otras características del fruto, exactamente las características
que hacen que un fruto carnoso sea atractivo para los dispersores animales:
color, aroma y contenido de azúcar.
Si quieres saber cuál es la fruta más cara del mundo, abre este
enlace. Si deseas saber casi todo sobre las manzanas, lee
este libro. ©Manuel Peinado Lorca. @mpeinado Lorca.