Tallos de Euphorbia resinifera en vista cenital. |
En una entrada anterior en la que me ocupé de las guindillas, prometí escribir acerca de la planta más picante del mundo. Ha llegado el momento.
El picante es la respuesta de nuestro sistema nervioso a la presencia de una molécula llamada capsaicina que los pimientos almacenan para que los mamíferos evitemos comerlos. La capsaicina interactúa químicamente con una molécula llamada TPRV-1 que está en la membrana de ciertas neuronas, cuya consecuencia es que la neurona envía una señal al cerebro, donde genera una sensación de dolor.
En la boca, las moléculas de la familia TPRV son receptores de temperatura y de daño por abrasión, y diferentes receptores (TPRV-1, 2, etc.) se activan en distintos rangos de temperatura. De ahí procede la sensación de ardor al comer pimientos que contienen capsaicina y otras moléculas afines: el cerebro cree que la boca arde. Y como esta sensación es independiente del sistema de sabor se combina de múltiples formas con los sabores clásicos (ácido, amargo, dulce, etc) dando gran variedad de sabores picantes.
Como dije en aquella entrada, la intensidad de picor se suele medir en la escala Scoville, que evalúa la concentración de capsaicina en una escala entre cero y 16 millones de unidades Scoville (SHUs), que corresponde a la molécula químicamente pura.
Ocurre, sin embargo, que existen niveles de picor tóxicos y peligrosos literalmente inimaginables, que van mucho más allá de lo que puede medir la escala Scoville. Uno de ellos, el más potente, es la Resiniferatoxinao RTX, una sustancia émula de la capsaicina que alcanza los 15 000 millones de SHUs: si el infierno existe, sus piscinas rebosarán de ella.
Euphorbia resinifera en flor. Jardín Botánico de Barcelona. |
La RTX es producida por dos plantas de la familia de las Euforbiáceas, el cardón resinoso (Euphorbia resinifera) que vive en zonas del norte (montañas del Atlas, en Marruecos), y Euphorbia poissonii, del norte de Nigeria, que también producen otra molécula, la tiniatoxina, que "solo" alcanza los 5 500 millones de SHUS.
Euphorbia resinifera, una planta suculenta que cualquiera confundiría con un cactus, era usada desde muy antiguo en medicina popular; de ella se extrae una resina llamada Euphorbium que se utilizaba como purgativo y vomitivo y que se sigue usando en veterinaria (y en preparaciones homeopáticas contra la rinitis). El euphorbium está en los textos médicos desde la era de Augusto (siglo I) y dio nombre a la familia botánica de las Euforbiáceas en honor a Euforbo, médico griego del rey Juba II de Mauritania.
Ejemplar de Euphorbia resinifera en un jardín botánico. Foto |
Si un curry indio de grado Vindaloo (puede que entre 75 000 y 100 000 SHUs) o un simple pimiento de Padrón de los que pican mucho (unos 500 SHUs) supera su capacidad de tolerancia, intente imaginar lo que puede ser notar en la lengua 15 000 millones de SHUs.
Si se encuentra alguna vez un cardón resinoso recuerde no morderlo, porque ni el mismísimo Pedro Botero podría con la resiniferatoxina. © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.