Hace unos días publiqué un
artículo sobre las mentiras, bulos y fake news que circulan sobre el
SARS-CoV-2 y la enfermedad que causa, la COVID-19. Hoy me ocupo de una publicación
que circula por algunas redes sociales y se atribuye falsamente a la Universidad
de Stanford que se está volviendo viral. No la creas.
Si has abierto Facebook o
Twitter en los últimos días, es posible que hayas encontrado más de una
publicación con información alarmante sobre el coronavirus. Como muestra un
botón: una atribuida a la Universidad de Stanford que, junto a un par de
afirmaciones ciertas, contiene varias falsedades e inexactitudes. La reproduzco
en la imagen adjunta.
«La
publicación no es de Stanford», han comunicado desde el centro de salud de la
universidad californiana (Stanford Health Care). Todo lo que esa institución comunica
oficialmente aparece en la página
web sobre coronavirus de la universidad.
Por si no bastara con ello,
otra publicación distribuida también en Facebook y esta vez en español, repite varias de esas afirmaciones falsas,
atribuyéndolas malintencionadamente a UNICEF. La falta de credibilidad de esta última se acentúa cuando uno lee que los virus son "células", lo que indica una ignorancia supina.
Por echar una mano, transcribo
en negritas algunas citas textuales falsas o inexactas de la publicación viral
de Facebook, seguidas de la respuesta real a las mismas.
Puede que el nuevo
coronavirus no produzca señales de infección durante muchos días. Cuando tenga
fiebre o tosa y acuda al hospital, será tarde porque el pulmón tiene ya un 50
por ciento de fibrosis.
Falso. La fibrosis es una
enfermedad pulmonar que se produce cuando el tejido pulmonar se daña y se
producen cicatrices. El tejido engrosado y rígido hace que sea más difícil que los
pulmones funcionen correctamente. A medida que la fibrosis empeora, tendrás
cada vez más dificultad para respirar. La fibrosis es un proceso de
cicatrización tardía, que no se produce inmediatamente. Es posible que el virus
afecte al 50 por ciento de tus pulmones, causando neumonía o líquido en los
pulmones, pero no fibrosis. Eso no es verdad.
Portada de las falsas instrucciones de UNICEF |
Falso. Eso solo sirve
para comprobar si muestras ansiedad o respiras normalmente, no para comprobar
si tienes coronavirus y mucho menos fibrosis.
Todo el mundo debe mantener
húmedas la boca y la garganta, nunca secas. Tome unos sorbos de agua cada 15
minutos como mínimo. Si el virus entra en la boca, beber agua u otros líquidos
lo arrastrará a través de la garganta hasta el estómago. Una vez allí, los
jugos gástricos matarán todos los virus. Si no bebe suficiente agua a
intervalos regulares, el virus puede penetrar por la tráquea hasta los
pulmones. Eso es muy peligroso.
Absolutamente falso. Eso
no es verdad, como tampoco funciona la ingestión de jugos de frutas que, según
algunos medios
de dudosa solvencia, recomiendan algunos naturópatas.
Falso.
Si tienes mucosidad
nasal y toses húmedas, tienes un resfriado común. La neumonía por coronavirus
es una tos seca sin secreción nasal.
Eso no puede afirmarse
con seguridad. Aunque eso se decía al principio, cuando no se disponía de
estudios científicos sobre la materia, ya hay
investigaciones serias que indican que la infección por COVID-19 puede
presentarse como una enfermedad con síntomas similares al resfriado común en
muchos más casos de lo que se pensaba anteriormente.
Este nuevo virus no es
resistente al calor y será eliminado por una temperatura de solo 26/27 grados centígrados. El virus odia el sol.
Si algo está expuesto a
la luz solar, se desinfectará con bastante rapidez por efecto de la luz
ultravioleta. La temperatura en una secadora, por ejemplo, lo mataría todo.
Pero decir algo así: “Como hoy va a ser un día calentito, no tenemos que
preocuparnos por el coronavirus ", es hablar por hablar.
Si alguien con
coronavirus estornuda, el virus recorrerá unos diez pies (unos tres metros y
medio) antes de caer al suelo y ya no estará el aire.
La regla general que usan
las autoridades médicas es de unos seis pies (menos de dos metros).
La conclusión es que circula
mucha información directamente falsa o poco fiable. Por lo tanto, para evitar
la propagación de rumores, haga con la información lo que hace con el
distanciamiento social impuesto por la enfermedad: si alguien publica algo que
suene un poco sospechoso, no lo transmita. © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.