En
pleno siglo XXI, la era de la cirugía robótica y de la terapia genética, es
maravilloso que un poco de agua con jabón, una receta que ya conocían los
fenicios, siga siendo una de las actuaciones higiénico-sanitarias más eficaces.
En 1817, la Real Imprenta
de Madrid publicó la Memoria sobre las plantas barrilleras de España,
del eminente botánico y médico Mariano Lagasca, que doscientos años después
sigue siendo la obra de referencia para las plantas que, al quemarlas, producen
“barrilla”, una mezcla de las cenizas rica en sosa.