Como el propio sistema capitalista, la industria del fracking está ineludiblemente ligada al
crecimiento continuo. Mientras que aparecen inquietantes noticias sobre una
posible recesión económica mundial, los datos indican que la producción
petrolífera estadounidense mediante fractura hidráulica se ha estancado.
Después de experimentar un crecimiento significativo en 2017 y 2018, la
producción en los primeros cinco meses de 2019 se ha mantenido plana. Esta es
una terrible noticia para la industria del fracking,
que necesita el crecimiento de la producción para aumentar los flujos de
efectivo destinados a pagar la enorme deuda que la atenaza.
Además de mostrarse incapaz de aumentar la producción en los primeros
cinco meses del año, el sector sigue recibiendo una avalancha de noticias
negativas a medida que se publican artículos y más artículos que revelan que el
desastre económico comienza a perfilarse. Como muestra, unos cuantos botones
del mes pasado:
Aunque es verdad que la producción petrolera de Estados Unidos mediante
fracking ha aumentado en casi siete
millones de barriles diarios en la última década, lo ha hecho a expensas de
unos costes fantásticos que nunca han permitido obtener beneficios. Según los
datos publicados en ShaleProfile.com (Figura 1), la producción de petróleo de lutitas
en Estados Unidos se ha mantenido prácticamente plana desde diciembre de 2018:
Figura 1. Producción total de petróleo de lutitas de Estados Unidos en mayo de 2019. |
Los precios del gráfico representan el precio medio anual del petróleo de
referencia en Estados Unidos, el West Texas Intermediate Crude (WTIC). A pesar
de que el precio WTIC en 2019 es menor que en 2018, es superior al de 2017
cuando la producción aumentó en más de 1,3 millones de barriles diarios desde
enero. Por lo tanto, después de dos años de crecimiento significativo de la
producción de petróleo, 2019 ha resultado ser un verdadero fiasco.
Por otra parte, si nos fijamos en el aumento de la producción petrolífera
mediante fracking de Estados Unidos
de diciembre a mayo durante los últimos tres años, podemos ver claramente el
intenso estancamiento que ha experimentado este año (Figura 2).
Figura 2. Cambios en la producción de petróleo de lutitas entre diciembre y mayo de los años 2017, 2018 y 2019. De acuerdo con los datos detallados que ofrece ShaleProfile.com el aumento de la producción de petróleo de lutitas en Estados Unidos desde 453.000 barriles diarios (bd) entre diciembre y mayo de 2017, y de 526.000 bd durante el mismo periodo en 2018, contrasta con la disminución de 30.000 bd entre diciembre y mayo de 2019. Fuente. |
El estancamiento en la producción parece ser el resultado de que algunas
grandes operadoras como ExxonMobil la han aumentado, mientras que la de otros operadores
más pequeños se mantiene estancada o está en declive. Pero, no hay duda de que
la producción de las lutitas en Estados Unidos en los primeros cinco meses de
2019 es una tendencia muy diferente a la que tuvo lugar en los últimos dos años
durante el mismo período.
¿Qué significa esto? Si los precios del petróleo siguen alrededor de
los 50 dólares o incluso caen hasta los 40 dólares a medida que aumentan las tendencias
económicas recesivas, podríamos ver que las previsiones optimistas de
producción de petróleo por fracking caerán
aún más en 2019 y 2020, algo que ya se está experimentando incluso con los
precios del petróleo en la franja alta de los cincuenta y tantos dólares.
Pero en Estados Unidos la opinión pública sigue in albis porque la prensa especializada sigue intoxicando al resto
de los medios con la eterna canción de la independencia energética del país y de
su liderazgo como mayor productor de petróleo mundial. Si nos fijamos en la gráfica de la producción total de petróleo estadounidense desde 1920,
podemos ver las tendencias (Figura 3).
De esa gráfica se deduce que las previsiones tremendamente optimistas que pronostican que la producción
de petróleo de lutitas en Estados Unidos alcanzará su punto máximo entre
2025-2030 y luego disminuirá lentamente en las próximas dos décadas son una
quimera.
Por último, la industria del petróleo y el gas de Estados Unidos tiene
una deuda de 137.000 millones de dólares que vence en 2022. Hasta ahora esto no
parecía ser un problema dado el esquema piramidal tipo Ponzi que les servía para
emitir nueva deuda destinada a pagar la deuda existente, pero ahora no parece que
los inversores estén dispuestos a seguir insuflando capital como si tal cosa.
Por lo tanto, es probable que ahora toque retornar a los inversores el capital invertido.
Y si eso es así, ¿podrán las compañías de fracking
pagar esa deuda de 137.000 millones de dólares? ¿O cuántas serán capaces de hacerlo?
Dos excelentes preguntas que irán teniendo respuesta en los próximos
dos años. ©Manuel
Peinado Lorca @mpeinadolorca.