Las zonas más verdes son las zonas con más potencial de ser reforestadas, según el estudio. |
La forma más eficaz, rápida y barata de hacer frente a la crisis
climática podría ser plantar árboles. Eso sí, muchos árboles: 500.000 millones
de nueva plantación. Un
estudio publicado el pasado 4 de julio en Science indica que existe espacio suficiente para incrementar en un
25% la superficie forestal terrestre y reducir así, en un 25% (respecto a la
cifra actual) los gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera.
Estos son los cálculos que se exponen en un estudio publicado por un
equipo liderado por investigadores del Instituto Federal Suizo de Tecnología de
Zurich. Los mapas y modelos generados por este equipo formado por expertos de
Suiza, Italia y Francia indican que existe superficie suficiente para
incrementar la masa forestal en un 25% sin que ello represente perjuicios
irreversibles para la producción agrícola o los ecosistemas naturales.
La propuesta es ambiciosa pero posible, y además podría ser la más
“barata” si se compara con otras propuestas para reducir a gran escala la
presencia de GEI en la atmósfera. En casos como este, las cifras son tan altas
que inducen a engaño. Para tener una referencia se debe recordar que, según los
cálculos de diversos estudios anteriores, en todo el planeta viven en la
actualidad unos tres billones de árboles.
La investigación se basó en la medición de la cubierta forestal real y
potencial en 80.000 imágenes de alta resolución de Google Earth. La informática
combinó entonces estos datos con diez factores clave de suelo, topografía y
clima para crear un mapa global de dónde podrían crecer los árboles, al tiempo
que se mantiene espacio para las personas (agricultura y zonas urbanizadas) y
los ecosistemas naturales.
Esto mostró que alrededor de dos tercios de toda la Tierra -8.700
millones de hectáreas- podían sostener bosques y que 5.500 millones ya los
sostienen. De los 3.200 millones sin árboles, 1.500 millones se utilizan para
el cultivo, lo que deja 1.700 millones de hectáreas de tierra forestal
potencial en áreas que antes estaban degradadas o escasamente vegetadas, en las
que podrían crecer 1.200.000 árboles autóctonos. Esa superficie es aproximadamente
el 11% de toda la Tierra y equivale al tamaño de los Estados Unidos y China
juntos. Las áreas tropicales podrían tener una cubierta de árboles del 100%,
mientras que otras estarían más escasamente cubiertas, lo que significa que, en
promedio, aproximadamente la mitad del área estaría bajo cubierta
forestal.
Pero teniendo en cuenta que muchas de las zonas susceptibles de ser
reforestadas están actualmente dedicadas al ganado, los investigadores han
hecho sus cálculos considerando cubiertas forestales muy abiertas, de tipo
dehesa, en las zonas de pastoreo actuales, en las que algunos árboles también
podrían beneficiar al ganado.
En el resumen de su estudio, los autores se limitan a proponer un
incremento del 25% la superficie forestal, una acción que podría tener como
resultado la captura de 200 gigatoneladas adicionales de carbono que quedaría
retenido en la madera y, por tanto, dejaría de estar en la atmósfera en forma
de dióxido de carbono.
La propuesta de plantación masiva de árboles, sin embargo, no sustituye
al hecho de que es necesario dejar de quemar combustibles fósiles, las causas
principales del calentamiento global. Tampoco parece realista pensar que
repentinamente todo el mundo empezará a plantar árboles frenéticamente, aunque
de forma local ya se están poniendo en práctica experiencias de este tipo.
Las seis naciones más grandes del mundo, Rusia, Canadá, China, Estados
Unidos, Brasil y Australia, contienen la mitad de los posibles sitios de
restauración. Ya existen iniciativas de plantación de árboles, incluido el
Desafío Bonn, respaldado por 48 naciones, destinadas a restaurar 350 millones
de hectáreas de bosque para 2030. Pero el estudio muestra que muchos de estos
países se han comprometido a restaurar menos de la mitad de las zonas que
podrían sostener nuevos bosques.
Australia ha decidido plantar 1.000 millones de árboles desde ahora y
hasta el 2050 con el objetivo de combatir el cambio climático, según
informó el pasado mes de febrero. El gobierno australiano calcula que
gracias a esta iniciativa se eliminarán 18 millones de toneladas al año de
gases de efecto invernadero y Australia conseguirá reducir sus emisiones en los
porcentajes y los tiempos requeridos en el Acuerdo de París sobre el cambio
climático .
En 2007 Naciones Unidas lanzó la iniciativa Billion Tree Campaign. Cuando a primeros de año se anunciaron en la
prensa los cálculos ahora publicados en Science,
Naciones Unidas amplió su objetivo y la campaña se rebautizó como Trillion Tree Campaign). Gracias a la
campaña iniciada en 2007, hasta el momento se han plantado más de 17.000
millones de árboles en todo el mundo. © Manuel peinado Lorca. @mpeinadolorca.