Esquema de funcionamiento del "cube" de Encana. Fuente: Encana. |
Los desesperados intentos de la industria del fracking para hacer
viable lo que no lo es, está provocando que, como en la obra del chiste en la que
se quería avanzar acumulando obreros, no se puede trabajar porque los albañiles
se golpean con los picos.
La producción estadounidense de petróleo y gas de lutitas (shale) se
enfrenta a un problema de espaciado. Uno de los perforadores más importantes de
Estados Unidos, Encana Corporation, ha
gastado tiempo y mucho dinero en desarrollar un nuevo modelo de fractura
hidráulica que la empresa llamó “cube”, consistente
en colocar docenas de pozos (hasta sesenta) en un mismo lugar (vean las figuras).
Esquema de funcionamiento del "cube" de Encana. Fuente: Encana. |
Según el Wall
Street Journal, después de año y medio de preparativos Encana ha fracasado.
En lugar de reducir los costes y aumentar la producción, los pozos funcionaron tan
mal que solo produjeron la mitad del petróleo que los pozos situados a las
distancias convencionales en los campos de fracking. El experimento parece
digno de los retorcidos inventos de aquel famoso personaje del TBO, el doctor Franz
de Copenhague.
La intención de Encana es la de siempre: dar la impresión a los
inversores de que se produce más en menos tiempo. Es como si dispongo de un
bidón de líquido y en lugar de vaciarlo con un grifo, coloco cincuenta. Me
gasto un dinero en los grifos, pero la capacidad del bidón es la que es. En
cualquier caso, el resultado es una prueba más de que la “revolución” del
fracking tiene los días contados. ©
Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.