Pozo de extracción de petróleo en desuso en Sargentes de Lora (Burgos). Foto de Gorka Lejarcegi. |
Abandonando su habitual
tartufismo con respecto al fracking,
en un
artículo publicado el pasado 29 de abril, que refrendaba otro publicado dos años antes, EL PAÍS, anunciaba lo que vengo
sosteniendo desde 2013: que los intentos de producir petróleo o gas en España mediante
fractura hidráulica eran un conato de negociete montado por una plataforma insolvente
llamada Shale Gas España que
partía de la nada para llegar a ninguna parte.
En la misma página, el periodista Pablo Guimón escribía desde
Washington que el fracking
estadounidense se mantiene gracias a las canonjías, beneficiados y mamandurrias
que le otorga la Administración Trump, capaz de provocar el embargo petrolífero
contra Irán con tal de mantener aupados en el machito a los petroleros
estadounidenses. Aguantarán mientras puedan, como ya hicieron los artistas
financieros que inundaron el mundo con las hipotecas basura.
En mis dos últimos artículos sobre el fracking publicados en este mismo blog (1,
2),
escribí sobre la diferencia entre los precios de las acciones de las
principales compañías petroleras convencionales en comparación con las que
explotan lutitas mediante fractura hidráulica. En el primero de esos artículos,
mostré cómo varios de los precios de las acciones de las principales compañías
petroleras se habían desviado de sus máximos establecidos en octubre de 2018. En el segundo, escribí sobre el desgraciado destino financiero de una operadora, Sanchez, cuyas acciones no valen ya ni papel en el que están impresas. Ahora
me ocupo de lo que está ocurriendo en ExxonMobil, el gigante energético
estadounidense.
Después de obtener unos beneficios menores a los esperados, el precio
de las acciones de ExxonMobil se liquidó a la baja el pasado viernes 28 de
abril. La compañía atribuyó el bajo rendimiento a la reducción de los volúmenes
de producción y al menor precio del petróleo. Sin embargo, el verdadero
culpable es el gran desembarco de ExxonMobil en el Gran Esquema Ponzi del fracking de Estados Unidos.
Debido a ese desembarco en un negocio como el de
Abundio, la compañía continuará gastando una gran cantidad de capital con
poco retorno financiero. Por lo tanto, no fue una sorpresa que sus ganancias en
el primer trimestre de 2019 se redujeran en 3.600 millones de dólares con
respecto al trimestre anterior ... a pesar de que su producción de petróleo en
Estados Unidos había aumentado.
Aunque la empresa obtuvo beneficios en todos sus sectores- upstream (pozos de petróleo y gas), downstream (productos de refinación y
comercialización) y químicos-, la gran pérdida se produjo en el sector de
petróleo y gas (P&G) en Estados Unidos. De acuerdo con la publicación de
resultados del primer trimestre de 2019, ExxonMobil invirtió 2.500 millones de
dólares en gastos de capital (CAPEX) en sus pozos P&G de Estados Unidos, con
lo que obtuvo unos escasos 96 millones de ganancias (Gráfica 1).
Gráfica 1. Beneficios (Earnings) frente a gastos de capital (CAPEX). del sector Upstream (pozos de petróleo y gas) de ExxonMobil en el primer trimestre (Q1) de 2019. Las dos columnas de la izquierda corresponden a la división estadounidense; las dos de la derecha a la división internacional de la compañía. Datos en miles de millones de dólares (las comas son puntos). Fuente. |
La Gráfica 2 muestra cuánto dinero ha invertido ExxonMobil en su sector
P&G estadounidense en los últimos cinco trimestres. Podemos ver que Exxon
incrementó los gastos de capital en sus instalaciones productoras P&G de Estados
Unidos (principalmente realizadas por fracking)
desde principios de 2018. En 2018, la compañía gastó 8.800 millones para
aumentar la producción en 77.000 barriles por día. Esa es una gran cantidad de
dinero para aumentar la producción de petróleo en los Estados Unidos en un 15%,
y ExxonMobil tendrá que invertir una cantidad enorme más si quiere alcanzar su objetivo
de 600.000 barriles diarios en la cuenca Permian para el año 2024.
Gráfica 2. Beneficios (Earnings) frente a gastos de capital (CAPEX). del sector Upstream (pozos de petróleo y gas) de ExxonMobil en los cinco últimos trimestres (Q). Las columnas comparan la producción en miles de barriles diarios (bd) frente a los gastos de capital. Estos últimos en miles de millones de dólares (las comas son puntos). Fuente. |
Para desgracia de los que confían en el negocio e invierten en él, el
rápido declive de los pozos de fracking
nunca cesa. Según los datos más recientes de Shaleprofile.com (Gráfica 3), de
no haberse agregado nuevos pozos en 2018, la producción general se habría
reducido en un 44% en tan solo un año. Eso hubiera significado una pérdida de casi
un millón de barriles diarios.
Gráfica 3. Producción total de petróleo en la cuenca Permian desde 2013 a finales de 2018. Los colores muestran la primera producción (la más potente) de cada año. A finales de 2017, la producción alcanzó los 2.120 millones de barriles por día (mbd) y cayó a 1.190 mbd a finales de 2018. Nótese que a medida que avanza cada año, la tasa de disminución se hace más severa o desciende mucho más. Por lo tanto, las empresas que producen petróleo de lutitas en la Permian tendrán que perforar más pozos y gastar aún más dinero para aumentar la producción. Fuente. |
He leído en algún sitio que el punto de equilibrio entre ganancias y
pérdidas del fracking petrolífero
está ahora entre 30 y 40 dólares por barril. No cuela. Si eso fuera cierto, ¿por
qué ExxonMobil, la empresa petrolera más grande de Estados Unidos, obtuvo unas magras
ganancias de 96 millones en su sector doméstico P&G? Sí, 96 millones de beneficios
después de producir y vender 55 millones de barriles de petróleo a un precio medio
de 53,30 dólares por barril en el primer trimestre de 2019.
Y, como puede verse en
este artículo, ExxonMobil gasta ahora en CAPEX casi el triple por cada
barril producido que en 2006, cuando el precio del petróleo era aproximadamente
el mismo (Gráfica 4).
Gráfica 4. Comparación entre 2006 y el primer cuatrimestre de 2019 del CAPEX por barril upstream (incluyendo petróleo y gas) de ExxonMobil. En 2006, ExxonMobil gastó 16,46 dólares en CAPEX por barril de petróleo y gas en los Estados Unidos, en comparación con los 46,58 dólares del primer trimestre de 2019. Fuente. |
Por lo tanto, si observamos los números, el fracking continúa destruyendo el sector upstream de ExxonMobil en Estados Unidos. Sin duda, el aumento de
los precios del petróleo podría proporcionar un poco de alivio a ExxonMobil,
pero con los indicadores económicos de Estados Unidos y del resto del mundo a
la baja, pese al repunte actual motivado por el embargo a Irán, la caída de la
demanda de petróleo probablemente conducirá a precios del petróleo más bajos.
Pero, si los bancos centrales llegan con inyecciones de liquidez adicionales,
los precios del petróleo podrían continuar al alza.
En cualquier caso, la pirámide Ponzi del fracking estadounidense morirá sean cuales sean los precios del
petróleo ... es solo una cuestión de tiempo. © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.