Los últimos veranos han traído
algunos de los meses más calurosos en el registro histórico de las estaciones
meteorológicas de todo el mundo, lo que subraya una
tendencia imparable de ascenso de las temperaturas medias mundiales. Los impactos
globales de las crecientes temperaturas —que incluyen reducción
de los glaciares y disminución de los casquetes polares, más huracanes,
aumento del nivel del mar (1,
2)
y sequías, entre otras cosas— ya nos suenan tan familiares que casi las
hemos normalizado.
Pero un cambio de temperatura de
sólo un par de grados también puede tener efectos dramáticos localmente. Los
estudios han demostrado que un aumento de la temperatura de un solo grado puede
aumentar los niveles locales de contaminación
atmosférica, permitir que las especies portadoras
de enfermedades se expandan en áreas determinadas, causar la extinción
local de las especies autóctonas y la proliferación
de especies invasoras, e incluso provocar suficiente estrés térmico como para
aumentar las tasas de algunas enfermedades mentales.
Por su parte, las olas de calor aumentan la mortalidad
y la morbilidad entre las personas con enfermedades crónicas y, en
especial, entre los mayores.
Naturalmente, a todos nos
preocupa qué va a pasar en el lugar donde vivimos. El pasado mes de septiembre,
The Revelator, la web de noticias e
ideas del Center for Biological
Diversity, publicó un mapa interactivo en el que puede verse cómo serán las
temperaturas en 2050 de cientos de estaciones meteorológicas de todo el mundo. Puede
verlo
en este enlace y conocer qué va a pasar en el lugar en que vive (en España
aparecen solamente capitales de provincia). En este
enlace de EL PAÍS puede buscar una ciudad para ver cuánto ha subido la
temperatura media desde que hay registros.
Utilizando el mapa de The Revelator, el Observatorio de la
Sostenibildad de España (OSE) ha
publicado un informe en el que aparecen los datos más relevantes referidos
a España, que confirman que la percepción de la población española de que
estamos en un entorno cada vez más cálido y afectado por el cambio climático es
real: la temperatura en las ciudades españolas ha subido el doble que la media
mundial en 50 años.
Las ciudades españolas han
experimentado un aumento significativo de la temperatura media en los últimos
30 años cifrado en un grado centígrado. En 53 años, es decir, desde 1965, España
ha experimentado una subida de 1,57 ºC y en los últimos 30 años (1988-2018) un
aumento de 0,87 ºC. Las ciudades que han experimentado un mayor aumento de
temperatura en estos 30 años han sido: Barcelona (+ 1,89 ºC), Ávila (+1,84),
Murcia (+1,82), Cuenca (+ 1,77), Granada-Aeropuerto (+1,52), Castellón-Almassora
(+1,45), Málaga-Aeropuerto (+1,31), Albacete-Los Llanos (+1,26) y Lleida (+1,22).
El hecho de que algunas de estas temperaturas hayan sido tomadas en los
aeropuertos, situados en espacios abiertos, indica que en los centros urbanos
el incremento térmico habrá sido aún mayor.
Utilizando los datos de las
series temporales totales de la Agencia Española de Meteorología, se observa
que, por ejemplo, Madrid ha subido su temperatura 2,5 ºC en 125 años, Málaga
1,4 en 75, Valencia 1,49 grados en 52 años, y así en la práctica totalidad de
las ciudades españolas que aparecen en los anexos del informe de la OSE.
Utilizando los datos del mapa de The
Revelator, el OSE presenta las estimaciones disponibles de incremento de
las temperaturas para las mismas ciudades españolas en 2050. Las ciudades que
más aumentarán sus temperaturas son Guadalajara, Huesca, Álava, San Sebastián,
Ávila, Las Palmas, Salamanca, Pontevedra, Cáceres, y Bilbao.
En definitiva, todo indica que
los fabricantes de ropa de abrigo van a tener problemas. © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.