En las últimas dos décadas, la Tierra ha visto un aumento del verdor medido por el área foliar medio por año. Los datos de los satélites de la NASA demuestran que China e India están liderando el reverdecer de la Tierra. El efecto proviene principalmente de ambiciosos programas de reforestación en China y de la agricultura intensiva en ambos países. Fuente: Observatorio de la Tierra de la NASA. |
Un artículo
publicado el pasado 11 de febrero en la revista Nature Sustenaibility ha puesto de manifiesto que el mundo es más verde
de lo que era hace 20 años, mientras que los datos
de dos satélites de la NASA han demostrado que el origen del cambio hay que
situarlo en buena medida en unos países un tanto inesperados: China e India.
Este sorprendente análisis muestra que los dos países emergentes con
las poblaciones más grandes del mundo están liderando la mejora en el cambio
hacia el verde de la Tierra. Fundamentalmente, el efecto procede de los ambiciosos
programas de
reforestación en China y de la agricultura intensiva en ambos países. En
2017 India
rompió su propio récord mundial de árboles plantados después de que miles
de voluntarios se conjuraron para plantar 66 millones en sólo 12 horas.
El fenómeno del aumento de la superficie forestal global fue detectado
por primera vez por investigadores al servicio de la NASA que utilizaron datos que
han ido tomando los satélites desde mediados de los años noventa, pero no
sabían si la actividad humana era una de las principales causas directas de la
recuperación de los bosques. La respuesta la han dado los MODIS.
Dos satélites de la NASA que han orbitado la Tierra durante veinte años
equipados con un instrumento llamado espectrorradiómetro
de imagen de media resolución (MODIS, por sus siglas en inglés) han enviado
datos de alta resolución que proporcionan información muy precisa sobre cómo
evoluciona la vegetación con imágenes a unos 500 metros sobre el suelo. Los MODIS han
suministrado una cobertura espacio-temporal intensiva tomando cuatro disparos
de cada sitio terrestre todos los días durante los últimos 20 años.
Acoplando esos datos, el reverdecer del planeta en las últimas dos
décadas representa un aumento en el área foliar de herbáceas, arbustos y
árboles equivalente a la superficie cubierta por todas las selvas tropicales
amazónicas. Desde los inicios de 2000 se han ido incorporando más de 5 millones
de kilómetros cuadrados de zonas verdes al año, lo que equivale a un aumento
del 5%.
Aunque contienen sólo el 9% de la superficie terrestre del planeta
cubierta de vegetación, China e India son responsables de un tercio del viraje
al verde, un hallazgo sorprendente teniendo en cuenta la idea general de la degradación
del suelo en los países superpoblados sometidos a sobreexplotación. Cuando se
observó por primera vez el cambio, los investigadores pensaron que era debido a
un clima más cálido y húmedo y a la fertilización producida por el dióxido de
carbono añadido en la atmósfera, lo que habría llevado a un mayor crecimiento
foliar en los bosques del hemisferio Norte, por ejemplo. Con los datos MODIS,
que permiten entender el fenómeno a escalas muy pequeñas, se ha comprobado que los humanos también contribuyen a la mejora,
La enorme contribución
de China a la tendencia mundial procede en gran parte (42%) de los programas
gubernamentales para conservar y expandir los bosques, que se desarrollaron para
reducir los efectos de la erosión del suelo, la contaminación atmosférica y el
cambio climático. Otro 32% de la contribución china y el 82% de la observada en
la India proviene del cultivo intensivo de cultivos agrícolas.
El área de tierra utilizada para cultivos agrícolas –más de 1,9
millones de kilómetros cuadrados– es similar en China y la India y no ha
cambiado mucho desde principios de la década de 2000; sin embargo, estas
regiones han aumentado considerablemente su área verde total anual y su
producción de alimentos. Eso se consiguió gracias a las prácticas de cultivo
múltiple, en las que un mismo campo produce varias cosechas al año. La
producción de granos, hortalizas, frutas, etcétera ha aumentado aproximadamente
un 35-40% desde 2000 para alimentar a las enormes poblaciones de ambos países.
La evolución de la tendencia al verde puede cambiar en el futuro dependiendo
de numerosos factores a escala mundial y local. Por ejemplo,
el aumento de la producción de alimentos en la India se ve facilitado por el
riego con aguas subterráneas. Si el agua subterránea se agota, la tendencia
puede cambiar. Pero ahora que se sabe que la influencia humana directa es un
impulsor clave del cambio hacia el verde de la Tierra, los datos deben
incorporarse a la elaboración de los modelos climáticos, lo que ayudará a los
científicos a hacer mejores predicciones sobre el comportamiento de los
diferentes sistemas terrestres y a que los países tomen mejores decisiones
sobre cómo y cuándo adoptar medidas.
Y ahora un jarro de agua fría: los investigadores señalan que la ganancia
verde en todo el mundo, liderada por India y China, no compensa los daños
causados por la pérdida de vegetación natural en regiones tropicales, como
Brasil e Indonesia. Las consecuencias para la sostenibilidad y la biodiversidad
en esos ecosistemas siguen existiendo, pero, en general, hay un mensaje
positivo en los nuevos hallazgos.
Una vez que la gente se da cuenta de que hay un problema, tiende a
arreglarlo, parece ser el corolario. En los años 70 y 80 los datos sobre la
pérdida de vegetación en India y China eran malos; en los años 90, la gente se
dio cuenta y hoy las cosas han mejorado.
Los humanos somos increíblemente resilientes. Eso es lo que cabe extraer
de los datos esperanzadores que acabamos de conocer. ©Manuel Peinado Lorca.
@mpeinadolorca.