La idea de una América post racial,
que se acarició por primera vez cuando un afroamericano llegó a la Casa Blanca,
la de una era en la que la cuestión de la raza pasaría a un plano secundario,
se antojó fantasiosa rápidamente. Todo el mandato de Obama estuvo salpicado de
incidentes racistas, a veces tragedias, que recuerdan lo viva que sigue la
fractura social del país, la mala salud de hierro del viejo racismo. El
virulento racismo de los años sesenta es el telón de fondo de Green Book (Libro Verde), candidata este año al Óscar a la mejor película.
La película de Peter Farrelly
lleva el nombre de una guía que, en los Estados Unidos de 1962, en pleno auge
de la segregación, proporcionaba a los viajeros negros lugares "seguros"
en los que les estaba permitido detenerse, comer o dormir. Tony, el personaje que
representa Vigo Mortensen, la lleva en el viaje y la hojea varias veces. Tendrá
que consultarla para hacer su trabajo: conseguir que el doctor Don Shirley (Mahershala
Ali) vaya
de concierto en concierto de forma segura durante la gira de ocho semanas del
músico.
Green Book no fue el único libro de viajes dirigido a los
automovilistas negros estadounidenses, pero fue el más popular. Lo ideó Victor
Hugo Green, un cartero afroamericano que vivía en Harlem. Trabajó en el
proyecto durante tres décadas, desde 1936 hasta 1966, poco después de que se
promulgara la Ley de Derechos Civiles. Entre 1937 y 1966 se publicaron veintidós
ediciones (y un suplemento), todas ellas recopiladas y digitalizadas por el Centro Schomburg para la Investigación de la Cultura
Negra de la Biblioteca Pública de Nueva York.
Puedes consultar las guías en este enlace. La de 1962 es la correspondiente a la del año de la película.