Hormigas libando en los nectarios de Anastatica hierochuntica.
Salwa Road, suroeste de Doha.
Qatar. Abril de 2014.
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Sobrevivir en un desierto no es nada fácil.
La mayoría de las plantas no soportarían las duras condiciones de calor
abrasador y falta de agua que caracterizan algunos de los desiertos más
extremos. Para poder hacerlo, los especialistas (los xerófitos, de xeros, seqo y fitos, planta) suelen vivir en microclimas específicos que proporcionan
condiciones que son solo un poco mejores que el terreno que los rodea.
Entre los mejores especialistas se encuentra
la planta de la resurrección, también conocida cono Rosa de Jericó (Anastatica hierochuntica), un pariente
cercano de plantas tales como la mostaza, la colza, el nabo, la col, el brocolí
o el romanesco, todas ellas miembros de la familia de las brasicáceas. A. hierochuntica es una pequeña mostaza que
se encuentra en todas las regiones áridas del Medio Oriente y el desierto del
Sahara y se ha hecho famosa en todo el mundo por sus habilidades de
"resurrección". También es objeto de mucha leyenda, por lo que hoy intentaré
separar los hechos de la ficción y revelar los qué años de investigación han
enseñado sobre este superviviente del desierto.
Ejemplares seco y húmedo de la Rosa de Jericó. Foto. |
Desde tiempos remotos, la Rosa de Jericó se
utilizaba como elemento adivinador del clima, ya que al ser un vegetal
higrómetro (higro: humedad; metros:
medida), el sabio o chamán lo pronosticaba con acierto. En tiempo seco la
planta permanece completamente cerrada; en tiempo húmedo, se abre con lentitud;
si amenaza lluvia, se abre de manera muy vistosa y con más o menos rapidez
según sea la proximidad de descarga de las nubes (véase este vídeo). La historia cuenta que
antiguamente los comerciantes de Jericó las traían de Arabia como preciados
talismanes para bendecir sus casas y negocios. Fin de las curiosidades. Vayamos
a las evidencias.
La selección natural ha configurado a A. hierochuntica como un organismo
totalmente listo para aprovechar esos momentos efímeros en los que se presentan
condiciones de humedad que permiten el crecimiento favorable. A. hierochuntica se busca la vida en
canales secos llamados wadis, que
concentran el agua durante los períodos de lluvia. Es una planta anual, lo que
significa que el período de crecimiento de cualquier individuo es muy corto.
Una vez que todo el agua en el suelo arenoso de los desiertos en los que vive se
ha evaporado, la planta se marchita y muere. O eso parece, porque esa muerte
aparente no es el final de su historia. Con un poco de suerte, las plantas habrán
sido polinizadas por las hormigas que liban ávidamente en sus nectarios florales
(Foto 1) y se formarán múltiples frutos en forma de cuchara en los tallos.
Este ejemplar secoo muestra los frutos en forma de cuchara. Foto. |
A medida que la cubierta muerta de la planta
comienza a secarse, sus ramas se curvan en una maraña parecida a una bola en
cuyo interior se encuentra la mayoría de los frutos. Así se quedará la planta, puede
que durante muchos años, hasta que vuelva la lluvia. Cuando finalmente llegue, rápidamente
comienzan a pasar cosas. Después de todo, quién sabe cuánto tiempo pasará antes
de que llueva nuevamente. Gracias a una peculiaridad de su fisiología, los
tejidos secos de A. hierochuntica son
extremadamente elásticos y pueden volver a su forma y posición normales una vez
hidratados. A medida que el suelo absorbe el agua, los tallos secos y las
raíces justo debajo de la superficie también comienzan a absorber agua y los
tallos se despliegan.
Llamar a esto resurrección es pasarse un poco
de la raya. La planta no está volviendo a la vida. En cambio, sus tejidos muertos
simplemente se expanden a medida que absorben líquido, como hacen las esponjas
de baño. El proceso de secado y reverdecer es completamente reversible y se
puede repetir muchas veces. La capacidad de la planta para hacer esto se
atribuye a la presencia de trehalosa, un azúcar disacárido involucrado en
varios mecanismos de criptobiosis [1].
Normalmente, el agua no llega al desierto sin
lluvia y la lluvia es exactamente lo que A.
hierochuntica necesita para completar su ciclo de vida. El despliegue de sus
tallos expone sus frutos a los elementos. Su forma convexa de cuchara es, en
realidad, una adaptación para la dispersión de semillas por la lluvia, un
mecanismo denominado ombrohidrocoria (ombros:
lluvia; hidro: agua: coria: dispersión). Cuando una gota de
lluvia golpea la fruta, catapulta la semilla hacia afuera de la planta muerta.
Si las lluvias son ligeras, las semillas no
llegan muy lejos. Tienden a agruparse alrededor del área inmediata de su progenitor.
Sin embargo, si las lluvias son fuertes, las semillas pueden viajar bastante
lejos. Esta es la razón por la cual uno solo encontrará a esta especie
creciendo en canales. Durante las raras ocasiones en que esos canales se llenan
de agua, las semillas flotan rápidamente en la corriente. De hecho, los expertos
creen que la flotabilidad de la semilla de A.
hierochuntica es una adaptación que evolucionó en respuesta a episodios de
inundación. Es paradójico que la dispersión del agua sea un factor tan
importante para una planta que crece en algunos de los hábitats más secos de la
Tierra.
Para ayudar durante la germinación, las
propias semillas están recubiertas de un material que se vuelve mucilaginoso al
humedecerse. Cuando las semillas finalmente entran en contacto con el suelo, el
mucílago se pega al suelo y hace que las semillas se adhieran a la superficie
al secarse. De esta forma, pueden germinar efectivamente en lugar de ser
arrastradas por el viento.
Nuevamente, las cosas suceden rápidamente en
el caso de A. hierochuntica. La
mayoría de sus semillas germinarán dentro de las doce horas que siguen a la
lluvia. Aunque son relativamente tolerantes a la sequía, las plántulas
resultantes no pueden sobrevivir sin agua. Como tal, su germinación rápida les
permite sacar el máximo provecho de las condiciones húmedas fugaces.
Ejemplares creciendo en el suelo arcilloso-arenosos de un canal. Foto. |
Ocasionalmente, las marañas enrolladas de
estas plantas se desprenderán de la arena y, empujadas por el viento,
comenzarán a moverse como pequeñas plantas rodadoras. Esto llevó a que algunos
investigadores sugirieran que A.
hierochuntica utiliza este mecanismo estepicursor (de estepa: espacio
abierto y seco; y cursor: corredor)
como una forma de dispersión de semillas mientras la empuja el viento. Aunque
esto parezca una hipótesis atractiva, que de hecho se cumple en otras plantas, los
expertos creen que este no es el mejor medio para diseminar propágulos. Las
semillas dispersadas de esta manera tienen muchas menos probabilidades de
terminar en puntos favorables para la germinación. Aunque ciertamente pueda ocurrir,
es probable que esto sea algo que sucede de vez en cuando en lugar de ser una
presión evolutiva que haya dirigido la
evolución de la planta.
En resumen, que la Rosa de Jericó es una oportunista
resistente. Gracias a su germinación y crecimiento rápidos, puede aprovechar
las raras ocasiones en que su inhóspito entorno desértico se vuelve hospitalario.© Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.
[1] La
criptobiosis (crypto: oculto; biosis: vida) es un estado que consiste
en la suspensión de los procesos metabólicos, en la que algunos seres vivos entran
cuando las condiciones ambientales llegan a ser extremas. Un organismo en
estado criptobiótico puede vivir indefinidamente hasta que las condiciones
vuelvan a ser de nuevo tolerables. Los criptobiontes han sido clasificados en:
a) aquellos en los que el estado criptobiótico puede aparecer solo en un
específico estadio de desarrollo ontogenético y b) aquellos que pueden entrar
en criptobiosis en cualquier estadio de su ciclo de vida. La primera categoría
incluye especies de artrópodos, crustáceos, braquiópodos, insectos, esporas de
ciertos hongos y bacterias, así como polen y semillas de algunas plantas; en
tanto que la segunda categoría principalmente incluye especies de protozoarios,
rotíferos, nematodos, tardígrados, ortópteros y varias especies de musgos,
líquenes y algas, así como también algunas plantas superiores. El ejemplo más
conocido de seres que entran en este estado son los tardígrados (del latín
tardígradus, que significa movimientos lentos), conocidos como ositos de agua;
son animales invertebrados capaces de vivir en cualquier parte del mundo, desde
las profundidades abismales del mar hasta los lugares terrestres más
inhóspitos. Existen desde hace 600 millones de años con más de 1.000 especies
identificadas. Existen varios tipos de criptobiosis: 1) anhidrobiosis se da
para poder sobrevivir a largos periodos sin agua, es un estado reversible y en
el cual ocurre casi una pérdida total de agua en el cuerpo para la formación de
la capa protectora que le permite sobrevivir. 2) anoxibiosis ocurre cuando
hay una deficiencia de oxígeno en el ambiente, aunque no es considerada un tipo
de criptobiosis como tal ya que no presenta la formación de una capa protectoray
se basa en una captación mayor de agua que la normal. 3) criobiosis este
estado permite tolerar descensos de temperatura que causan rápidos
congelamientos. 4) osmobiosis es un estado que se realiza
cuando se somete a un estrés osmótico, que se produce cuando hay un aumento en
la concentración salina.
Bibliografía recomendada
Friedman, J.
y Stein, Z.. 1980. The Influence of Seed-Dispersal Mechanisms on the Dispersion
of Anastatica Hierochuntica (Cruciferae) in the Negev Desert, Israel. Journal of Ecology 68(1):43-50.
Friedman, J.
et al. 1978. Water response of the hygrochastic skeletons of the true rose of
Jericho (Anastatica hierochuntica L.). Oecologia
(1978) 32: 289. https://doi.org/10.1007/BF00345108.
Friedman, J.
et al. 1981. Drought tolerance of
germinating seeds and young seedlings of Anastatica hierochuntica L. Oecologia 51: 400-403. https://doi.org/10.1007/BF00540912.
Hegazy, A.
K. y Kabiel, H. F. 2007. Significance of microhabitat heterogeneity in the
spatial pattern and size-class structure of Anastatica hierochuntica L. Acta Oecologica, 31 (3): 332-342. https://doi.org/10.1016/j.actao.2007.01.006.