Pantala flavescens. Foto. |
La libélula Pantala flavescens
efectúa vuelos transoceánicos y puede recorrer distancias de más de 14.000
kilómetros.
Si se pregunta qué animales son los que realizan migraciones a grandes
distancias, los que tienen áreas de distribución excepcionalmente grandes, como
las ballenas, los salmones y las aves marinas, vienen inmediatamente a la mente.
Sin embargo, hay muchos insectos como algunas mariposas que son capaces de
atravesar distancias increíbles. Pero los campeones son las libélulas.
A pesar de su tamaño, la libélula Pantala
flavescens efectúa vuelos transoceánicos simplemente con sus dos pares de
alas, aprovechando las fuertes corrientes de aire e incluso los vientos
huracanados, como ya se ha comprobado en la libélula Anax ephippiger, que migra desde África hasta las Antillas. P. flavescens, conocida como la libélula
de rayas naranjas, es la especie de libélula más extendida por el mundo. Su
distribución es principalmente tropical, pero se puede encontrar también en muchas
áreas templadas, incluyendo el noreste de los Estados Unidos, el sur de Canadá
y el noreste de China. Aunque no hay poblaciones reproductoras registradas en
Europa, ni en gran parte del hemisferio norte, P. flavescens se ha encontrado muy alejada de su rango normal, lo
que incluye avistamientos septentrionales en el mar Báltico y en islas remotas de
Micronesia.
La extensa área de distribución de P.
flavescens refleja la verdadera característica de esta especie: su
comportamiento migratorio. La migración de especies de libélulas está bien
documentada y ocurre en todos los continentes, con excepción de la Antártida.
Sin embargo, de las aproximadamente 6.000 especies conocidas del orden Odonata,
que agrupa a las libélulas, se estima que tan solo entre 25-50 son migratorias.
Entre ellas destaca P. flavescens,
cuya base ensanchada del ala trasera le ayudar a planear y viajar a distancias
extraordinarias. P. flavescens tiene
la migración
más larga conocida, no solo de cualquier libélula, sino de cualquier
insecto conocido. Aunque la migración de la mariposa monarca de América del
Norte, que puede recorrer una increíble distancia de hasta 4.000 km durante su
migración multigeneracional de ida y vuelta desde Canadá a México, sea la más
conocida, P. flavescens tiene una
ruta que puede más que triplicar la migración de las monarcas. Durante su ruta de
migración multigeneracional desde la India hasta el este de África y viceversa,
enjambres de millones de P. flavescens
pueden recorrer una distancia total que oscila, e incluso pueda que exceda, los
14.000-18.000 km.
P. flavescens. Foto Greg Lasley, Rutgers University, New Jersey. |
Pero no solo destaca el alcance total de esta migración, sino también
el hecho de que sea la única migración transoceánica conocida de un insecto. P. flavescens vuela más de 3.500 km
sobre las aguas del océano Índico. Los viajes transoceánicos de largo recorrido
son comunes en animales como tortugas, peces, aves y ballenas, pero P. flavescens ha demostrado ser
igualmente capaz de realizarlos a pesar de su tamaño considerablemente menor.
Para muchos animales migratorios, el éxito de su ciclo de vida depende
de ajustar temporalmente sus migraciones a los patrones estacionales y
temporales que favorecen los hábitats más propicios para su reproducción. Como P. flavescens requiere agua dulce para
la reproducirse, sus migraciones siguen los frentes meteorológicos cambiantes
en diferentes épocas del año que permiten al insecto aprovechar las
precipitaciones estacionales y los efímeros manantiales de agua dulce en los
que se reproducen. Sus larvas tienen un tiempo de desarrollo notablemente corto
(cinco a diez semanas), lo que les permite madurar antes de que las charcas
temporales en las que se desarrollan se sequen. Los adultos recién emergidos
continúan a lo largo de esas rutas migratorias, siguiendo los patrones de
precipitación estacional y reproduciéndose en el camino a medida que completan
su correspondiente etapa del circuito migratorio. © Manuel Peinado Lorca.
@mpeinadolorca.