Floración de Osmoxylon fenici. Foto. |
Las plantas han desarrollado
mecanismos extraordinarios para conseguir la polinización. Además de las que la
consiguen usando medios exclusivamente físicos como el viento (plantas anemófilas)
o el agua (hidrófilas),
otras necesitan que algún animal traslade su polen (zoófilas).
Las plantas necesitan recompensar a los transportistas, lo que consiguen
alimentándolos con polen o néctar o engañándolos. Mucho más raro es lo que
hacen las especies del género Osmoxylon,
que utilizan las mismas técnicas para polinizarse y para dispersar las semillas
usando como vectores a los pájaros.
Compuesto por aproximadamente por
unas 60 especies distribuidas por zonas tropicales del sudeste asiático y del
Pacífico occidental, el género Osmoxylon
ocupa una amplia variedad de hábitats. Algunos viven en la sombra profunda de
los sotobosques mientras que otros prefieren espacios más abiertos. Su tamaño
varía desde el de arbustos de tamaño mediano a pequeños árboles y, al florecer,
su inflorescencia revela su pertenencia a la familia Araliaceae, la misma de
las hiedras comunes de nuestras latitudes.
Sin embargo, cuando se observan
de cerca las flores, aparece un patrón un tanto extraño. En cuanto las plantas
florecen ya se han producido los frutos, unas bayas. ¿Cómo puede suceder tal
cosa? ¿Acaso hay flores cleistógamas
que pasan desapercibidas? No es así. La realidad es bastante más original.
Entre las diversas características del género, quizás la más destacable sea la
producción de frutos falsos o pseudofrutos. A medida que las flores fértiles
comienzan a producir polen, los pseudofrutos comienzan a madurar. No contienen
semillas. Entonces, ¿para qué sirven?
La respuesta es clara: para
conseguir sexo, lo que en el caso de las plantas significa ser polinizadas. Estos
pseudofrutos han evolucionado en respuesta a la presencia de aves. Son bastante
carnosos y son una comida excelente para los pájaros. Cuando los pájaros
aterrizan en la umbela para comer los pseudofrutos, se llevan el polen de las
verdaderas flores Así se logra la polinización, recompensando a los mensajeros
con postre.
Floración de Osmoxylon lineare. Hoomaluhia Botanical Garden, Oahu, Hawái. |
La relación con las aves no
termina aquí. Como sucede en otros miembros de esta familia, la polinización culmina
con la formación de frutos reales llenos de semillas. Las mismas aves que
polinizan vuelven cuando los frutos están maduros. Comen las bayas y transportan
las semillas. Osmoxylon capitaliza su
inversión: son especies ornitófilas
y ornitócoras sin
necesidad de invertir en mecanismos de atracción diferentes. Todo un ahorro. ©Manuel
Peinado Lorca. @mpeinadolorca.
Lectura recomendada.
Lectura recomendada.