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Figura 1. Drupa típica del melocotón. |
En entradas anteriores me he ocupado de los
frutos en drupa (1, 2);
en la de hoy me ocuparé de unas drupas muy especiales, tan especiales, que en
términos botánicos merecen un nombre propio. Antes de entrar en materia,
recordemos que los frutos con “hueso” como los del melocotón (Fig. 1) y similares se conocen como
drupas. Las drupas tienen tres partes principales. Pele el melocotón y estará
quitando el epicarpo o exocarpo (carpos en griego significa fruto). Muerda
ahora la parte jugosa y comestible, y estará asestando un bocado al mesocarpo.
Cuando llegue al hueso, se habrá topado con el endocarpo, cuyas células -las
esclereidas- están esclerificadas, es decir, que como los osteocitos que
componen nuestro esqueleto, se vuelven pétreas por calcificación.
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Figura 2. Trima del almendro |
El fruto del almendro (Fig. 2) es también una drupa, aunque lo se comercialice sea la
semilla. Se trata de una drupa un poco especial, tan especial que los botánicos
tienen un nombre propio para ella: trima. El epicarpo de la trima, como la de
la drupa convencional, es la epidermis superficial, cubierta de una pelusa
semejante a la de los melocotones. El delgado epicarpo reviste al mesocarpo
verde y correoso, la llamada pelarza. El mesocarpo, que cuando está maduro se
abre mediante dos valvas, encierra al endocarpo esclerificado, duro y
ornamentado con pequeñas oquedades (la cáscara). Si quiere hincarle el diente a
la parte comestible, a la semilla, tendrá que romper el endocarpo.
Figura 3. Partes del nogal (Juglans regia). A: hojas imparpinnadas. B: inflorescencia femenina con 3 flores aclamídeas. C: inflorescencia masculina en amento péndulo. D: tres flores femeninas transformadas en trimas inmaduras todavía cerradas. E: trimas abiertas mostrando las valvas del mesocarpo y el extremo del endocarpo. |
Algo modificado, el modelo se repite en los
nogales (Juglans regia; Figs. 3, 4 y 5) y sus parientes
asociados de la familia Juglandaceae. Los nogales tienen las flores femeninas y las
masculinas sobre el mismo árbol (son monoicas) pero en estructuras diferentes
llamadas inflorescencias. La inflorescencia femenina (3B), erecta, está compuesta
por 1-5 flores pelosas y con brácteolas de ápice dentado. La masculina (3C) con gran
número de flores, densamente dispuestas a lo largo del amento, con
(2-3) 4 sépalos y 8-40 estambres. De las flores femeninas nacen frutos subglobulares (3D),
de 3-6 cm, de mesocarpo semi-carnoso verde y liso y el endocarpo pétreo y corrugado
bivalvo y su interior que es una semilla cerebriforme comestible, compuesta por los dos cotiledones arrugados, envueltos en su
tegumento de color pardo y separados por un tabique perpendicular a las dos
valvas de la nuez y su sutura (Figs. 4 y 5).
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Figura 4. A-B: trimas mostrando el mesocarpo (1) y el endocarpo (2). C: "nueces", mostrando el endocarpo pétreo y corrugado (1), y la semilla cerebriforme en la que se aprecia uno de los cotiledones (2). |
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Figura 5. Mitad de una "nuez". |
El cocotero (Cocos nucifera) es una especie de
palmera tropical de la familia Arecaceae. ¿Por qué su fruto, el coco, se llama
así? Mira la fotografía 6A. ¿parece
un rostro, verdad? Eso es lo que pensaron los navegantes portugueses durante el
primer viaje de Vasco da Gama a India, quiénes trajeron por primera vez el coco
a Europa. Los marinos le dieron el nombre por la semejanza entre la cara que
parece tener la nuez -dos ojos y una boca abierta- y el monstruo 'Côco' o
'Cuca' en el folclore portugués. En realidad el coco es el endocarpo (C), rodeado de un mesocarpo fibroso,
equivalente a la cáscara de una almendra o de una nuez que se abre para extraer
la llamada nuez de coco; la parte comestible es el endospermo (la semilla) de
color blanco. Externamente, el fruto tiene una gruesa corteza verde, el
exocarpo (6B), muy resistente a la
descomposición, que le sirve para flotar durante meses en el mar trasladando la
planta de isla en isla. Si hay suerte, el embrión contenido en el interior
germinará (6C) y un nuevo cocotero se
instalará en una playa lejana (6D).
La nuez joven está llena de agua que es muy rica en sales minerales y baja en
grasas. Esa es la mejor forma de aprovechar el coco sin engordar. La pulpa, muy sabrosa,
aporta muchas calorías. © Manuel Peinado Lorca. @mpeinadolorca.
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Figura 6. |