El kiwi es el fruto
de una planta trepadora (Figura 2A), Actinidia deliciosa, emparentada con los
brezos (orden Ericales), aunque constituye una familia independiente
(Actinidiáceas). Es originaria del valle del río Yangtsé, China, donde se
cultivaba hace al menos 1.200 años, durante la dinastía Ming. Introducida en
Nueva Zelanda en 1904 (allí le pusieron el nombre que se ha vuelto más popular),
fue cultivada desde entonces en muchas regiones templadas por su fruto
comestible.
Figura 1. Actinidia chinensis. (A) haz foliar. (B), envés. (C) pilosidad que cubre los tallos. Fotos. |
Las hojas (Figura 1), de unos 7,5 a 12,5 cm de largo,
son alternas, largamente pecioladas, de forma oval o casi circular y cordadas
en la base. Como los tallos (1C), las hojas jóvenes están cubiertas de vellosidad
rojiza, mientras que las adultas carecen de vellosidad, con el haz de color
verde oscuro y el envés blanquecino con prominentes nervaduras de color claro.
Las flores (Figura 2: B-C), actinomorfas y generalmente
pentámeras, son muy olorosas y grandes (2,5-5 cm de diámetro). Tienen flores de
dos sexos, aunque lo que resulta curioso es que tanto las masculinas (B) como las femeninas (C) tengan órganos masculinos
(estambres) si bien los de las femeninas son estériles (C: ee), es decir, no producen polen. Al ser plantas dioicas (flores
masculinas y femeninas en diferente planta) los dos sexos se deben plantar muy
próximos para que se produzca la polinización, que llevan a cabo las abejas
llevándose el polen directamente, porque las flores no producen nectarios. Por
eso, en las plantaciones comerciales de kiwis se instalan colmenas para
facilitar la tarea.
El fruto (Figura 2: D), procedente de un ovario súpero, sincárpico y plurilocular, es
una baya oval con piel (epicarpo) densamente cubierta de unos pelillos rígidos
y cortos de color marrón. La pulpa (endocarpo) es de color verde brillante
jugosa y con diminutas semillas negras dispuestas en torno a un eje central
discoloro. Tiene un sabor desde subácido a bastante ácido, similar al de la
grosella o la fresa.
Figura 3. Frutos de diferentes especies de Actinidia. A = A.
arguta, C = A. chinensis, D = A. deliciosa, E = A. eriantha, I = A.
indochinensis, P = A. polygama, S
= A. setosa. Imagen.
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En todo el mundo se comercializan diferentes especies de kiwis, distinguibles por el tamaño, el color y el sabor de sus frutos (Figura 3). Algunas personas pueden ser alérgicas al kiwi, sobre
todo a su piel. Además de ser unas de las frutas con mayor concentración de
vitamina C (casi 100 mg por cada 100 g de alimento), el kiwi tiene un alto
contenido de vitamina E, lo que estimula la producción de colágeno (protege la
piel del daño solar, mejora su apariencia y grosor). Además, contiene mucha
fibra soluble (diabetes, trastornos cardíacos) e insoluble (estreñimiento y
diverticulitis). Es también rico en cobre y tiene más potasio que los plátanos.