Macho de ánade real, Anas platyrhynchos. Fuente |
Investigaciones recientes sugieren que ciertas especies de patos son cruciales para mantener la fitodiversidad de los humedales en paisajes altamente fragmentados. Año tras año, los humedales se están quedando cada vez más aislados. A medida que se transforman más tierras para uso agrícola, la capacidad de dispersión de las plantas se complica un poco más. Afortunadamente, muchas plantas utilizan a los animales para que les hagan el trabajo de llevar las semillas de uno a otro lado, un proceso conocido como zoocoria. Las semillas pueden fijarse a las pieles o a las plumas y otras muchas son capaces de atravesar indemnes el tracto digestivo de los animales que las ingieren para luego depositarlas con los excrementos, que son un abono excelente para las semillas en germinación. Las ventajas aumentan cuando se tienen en cuenta que los animales pueden recorrer grandes distancias. Para las plantas de los humedales, los movimientos diarios de los patos parecen ser primordiales para su supervivencia.
Mediante el seguimiento de los movimientos diarios de los ánades reales, un equipo de investigadores de la Universidad de Utretch ha sido capaz de cuantificar la importancia de los ánades reales (Anas platyrhynchos) en la dispersión de las semillas de muchos hidrófitos. Lo que han descubierto es sorprendente. En otoño e invierno, en la dieta de los ánades reales abundan las semillas. Muchas de las semillas ingeridas no son digeridas, y recorren sin ningún problema el aparato digestivo de los patos. Además, los ánades reales son capaces de recorrer grandes distancias cada día para buscar alimento. Al caer la tarde, emprenden el vuelo de regreso a sus lugares de origen.
El equipo de investigación ha demostrado que los movimientos de las anátidas cubren distancias aún mayores en paisajes muy fragmentados. Son esas migraciones diarias las que están desempeñando un papel importante en el mantenimiento de la diversidad de plantas entre humedales muy alejados. El proceso es especialmente importante para los humedales que funcionan como lugares de reposo. Mientras que los patos silvestres distribuyen alrededor del 7% de las semillas que ingieren en los sitios de forrajeo, ese número sube al 34% en los lugares de reposo.
Es probable que, sin los ánades reales y otras aves acuáticas, los humedales serían mucho menos diversos debido a su cada vez más acusado aislamiento. Sin embargo, no todas las semillas se dispersan por igual. Las semillas pequeñas son mucho más propensas a pasar a través del intestino de un pato, lo que significa que sólo una parte de las especies de plantas que crecen en estos hábitats están recibiendo ayuda. Sin embargo, la importancia de estas aves no puede pasarse por alto. La próxima vez que vea un ánade real, dele las gracias por mantener la diversidad de las plantas de los humedales. ©Manuel Peinado Lorca