Un escéptico del cambio climático dirigirá la agencia medioambiental de Estados Unidos (EPA). A pesar de los intentos de los Demócratas por retrasar su designación, el Senado estadounidense, controlado por los Republicanos, aprobó el nombramiento de Scott Pruitt, un feroz crítico de la EPA, a la que ha denunciado 14 veces, como Director de la misma.
El de Pruitt es quizás el nombramiento más controvertido en toda la historia de la EPA, dado que el que fuera fiscal general de Oklahoma se ha pasado años combatiendo el papel y el alcance de la organización que ahora dirige. Cientos de antiguos miembros del personal de la EPA escribieron una carta abierta contra su nombramiento, acusándole directamente de ser un extremista, mientras que los ecologistas sostienen que es una marioneta de la industria del petróleo y el gas. En 2011, según reveló una investigación de The New York Times, Pruitt enviaba cartas críticas a la EPA sobre las regulaciones de la agencia en el Estado de Oklahoma a petición de grandes empresas petroleras como Devon Energy, una de las mayores compañías energéticas estadounidenses.
Pero lo que más les preocupa es su posición de tibieza ante la amenaza que plantea el cambio climático a nivel nacional y mundial y temen que las regulaciones ambientales vigentes serán anuladas y que los avances en este campo, tan duramente ganados, se pierdan bajo su mandato. Entre estos logros destaca la sentencia de 2009 de que las emisiones de gases de efecto invernadero ponen en peligro tanto el medio ambiente como a la salud pública y en la que se sustentaron muchas de las medidas tomadas por el presidente Obama para reducir los niveles de CO2.
Durante años, mientras el país estaba bajo la administración de Obama, Pruitt dejó muy clara su oposición a los reglamentos de la EPA y afirmó que el debate acerca del origen del cambio climático, no debería estar cerrado. Ha sido uno de los principales defensores de la noción de que la EPA a menudo excedió su autoridad legal, yendo más allá de los estatutos aprobados por el Congreso para adoptar medidas reguladoras, que además calificó de agresivas y ha acusado a la EPA de infringir los derechos de los estados a regular dentro de sus propias fronteras.
Los republicanos anuncian que Pruitt reajustará los objetivos de la agencia. «No tengo dudas de que Scott devolverá a la EPA a sus objetivos principales», dijo el senador James Inhofe de Oklahoma al apoyar la candidatura de Pruitt y aprovechó la oportunidad para acusar a la agencia de «exceso federal, reglas ilegales y duplicación de la burocracia».
Durante su audiencia de confirmación en el Senado, Pruitt dijo que estaba en desacuerdo con Trump en cuanto a que el cambio climático fuera un engaño, pero nadie olvida que siempre ha puesto en duda la abrumadora evidencia de que los cambios en la temperatura de la tierra sean de origen antropogénico.
La oposición demócrata y los defensores del medioambiente, consideran que con Pruitt apoyándole, es probable que el Presidente Trump trate de revocar lo antes posible el Plan de Energía Limpia de Obama y su conservacionista Ley de Aguas, además de cumplir con la amenaza de retirarse de los acuerdos de la Conferencia de París (COP21).