Tal y como sostenía en mi
libro El fracking ¡Vaya timo!, el fracking ha provocado que el crudo se
haya instalado en una espiral bajista que parece no tener fin. Con el mercado
inundado de petróleo y los precios desplomándose, el boom de las lutitas ya se
ha cobrado su primera víctima. En Estados Unidos echa el cierre, desbordada por las
deudas, WBH Energy, la primera de las muchas empresas que proliferaron con la
burbuja del fracking.
La compañía WBH Energy, con
sede en Austin, Texas, solicitó el pasado domingo acogerse a la suspensión de
pagos dentro de la protección de las leyes de bancarrota estadounidenses debido
a su elevado nivel de endeudamiento, según ha anunciado el Wall Street Journal.
Según explica la compañía,
su situación financiera se ha vuelto irreversible después de que uno de sus
acreedores se haya negado a prestarles más dinero y se hayan visto obligados a
pedir la liquidación. El agujero en sus cuentas oscila entre los 10 y los 50
millones de dólares, de acuerdo con los datos facilitados por la empresa.
Se trata de la primera
empresa del sector que muere de éxito, pero no va a ser la última. Y es que al calor del boom del petróleo (tight oil) y del gas (shale
gas) obtenido de las lutitas, muchas pequeñas compañías se han lanzado a
invertir en el fracking a base de
endeudarse hasta las cejas. De acuerdo con los datos del diario estadounidense,
el endeudamiento en el sector ha repuntado un 55% de media con respecto a los
niveles de hace cuatro años. En términos absolutos, esto supone unos 200.000
millones de dólares, añadidos a los 128.000 millones de dólares de deuda
combinada que acumulaban las compañías estadounidenses centradas en la
producción de crudo y gas en 2010, según los datos de S&P Capital IQ.
Mientras, los precios del crudo no han parado de bajar en los últimos meses. En el caso del barril de
Texas, de referencia en Estados Unidos, se mueve por debajo de la barrera de los 50
dólares, una cota que de la que no bajaba desde hace cinco años. Desde el
pasado mes de junio, se ha abaratado el 55%.
La oferta del crudo sigue
siendo superior a la demanda mundial, que según las previsiones de los expertos
no tiene visos de aumentar en el corto plazo. Y, mientras los países
productores debaten sobre si bajan o no el volumen de oro negro que extraen y
comercializan, los precios de la materia prima permanecen en un nivel mínimo
que hace que para multitud de pequeñas empresas estadounidenses el negocio sea
insostenible. Es más, la necesidad de
tener que cumplir con sus pagos a los acreedores impide a estos productores
estadounidenses recortar la producción, algo que contribuiría a atajar el
problema al hacer que subieran los precios.