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«La verdad es que este país está gobernado por una
colección de tontos», dijo el escritor Antonio Gala en una entrevista realizada hace
un par de años. El ministro Soria parece querer convertirse en la prueba del
nueve de esa aseveración.
No salimos de nuestro asombro. El serio y circunspecto señor Soria, sí, el Excelentísimo Señor Ministro de Industria, Comercio y Turismo José Manuel Soria, el intelectual canario que piensa que el meridiano de Greenwich pasa por Canarias, no sabe de lo que habla cuando habla de fracking. Le han pasado unas consignas que tiene que repetir y las repite diligentemente, y después le echa imaginación, como en unas declaraciones hechas al programa El día menos pensado, de RNE el pasado 13 de junio que puedes ver en este vídeo.
Lo más sustancioso es que el señor ministro piensa que «...el fracking sirve para extraer el gas que está enquistado en las rocas, por eso se llama gas esquisto». Ahí queda eso.
También dice que el fracking es una tecnología vieja, de los años cuarenta del pasado siglo, tal como señala el guión propagandístico de la industria del gas, mintiendo deliberadamente porque las primeras operaciones de fractura hidráulica para extraer gas natural no convencional comenzaron en 2007. El gas de lutitas (mal llamado de pizarra o de de esquisto) se extrae con la combinación de la fractura hidráulica horizontal, junto a la utilización de gigantescos volúmenes de agua con aditivos químicos y perforaciones en plataformas de múltiples pozos: entre 6 y 20 pozos (ver las charlas del Profesor Anthony Ingraffea, que ha trabajado para la industria del gas y petroleo durante más de 30 años). Soria debería recibir unas sesiones intensivas de esas conferencias para saber de lo que habla.
Pero lo mejor sería -se me ocurre- que Soria deje el ministerio y pase a ocupar el cargo de Gran Preboste y Archimandrita de la Petrocracia que nos gobierna a través de la meritada colección de tontos (Gala dixit).