Tal y como sostengo en mi libro El fracking ¡vaya timo! el negocio del fracking, el maná que iba a garantizar la independencia energética de Estados Unidos, es una variante de las estafas piramidales de tipo Ponzi, Enron o Madoff que acaban por arruinar a los incautos inversores.
El pasado 27 de mayo, la cadena estadounidense Bloomberg TV anunció la aparición de nuevos síntomas de una burbuja que se desinfla. La noticia fue recogida en la web de la cadena, cuyo contenido traduzco literalmente:
La retirada de los inversores amenaza al negocio del fracking mientras los operadores van a la quiebra
El sector estadounidense del fracking se enfrenta al desplome debido a que los operadores no pueden mantener el incesante ritmo de gastos que exige la extracción de petróleo y gas mediante esa técnica.
La deuda del sector casi se ha duplicado en los últimos cuatro años, mientras que los ingresos se han incrementado en tan solo un 5,6%, según un análisis realizado por Bloomberg News con una muestra de 61 operadores de fracking. Una docena de esos perforadores independientes se están gastando al menos el 10% de sus ventas en pagar intereses, lo que contrasta con el 0,1% que abonan las grandes como Exxon Mobil Corp.
"La lista de empresas que están estranguladas financieramente es considerable", dice Benjamin Dell, socio director de Kimmeridge Energy, un gestor neoyorquino de activos alternativos especializado en activos energéticos. "Todo el mundo no va a sobrevivir. Ya lo hemos visto antes".
Algunos inversores ya están recuperando sus inversiones. El 23 de mayo, Loews Corp. (L), el holding familiar de la familia Tisch de Nueva York, dijo que está evaluando la venta de HighMount Exploration & Production LLC, su filial de petróleo y gas natural, que está en pérdidas.
HighMount perdió 20 millones de dólares en los tres primeros meses de este año, después de que hubiera sido rentable en 2013 y 2012, según consta en los informes financieros de Loews. Como ocurre en gran parte de la industria, HighMount cambió su enfoque de exploración al petróleo cuando los precios del gas natural se desplomaron y se ha esforzado por encontrar lugares en los que implantarse, según se desprende de sus informes societarios.
María Skafidas, portavoz de Loews, declinó hacer comentarios.
La carga financiera de la industria del fracking alcanzó 163.600 millones dólares en el primer trimestre, de acuerdo con registros de las 61 compañías de exploración y producción por fracking recopilados por Bloomberg. Empresas como Forest Oil Corp. (FST), Goodrich Petroleum Corp. (GDP) y Quicksilver Resources Inc. (KWK) acumularon gastos por intereses de más del 20%.
La disminución de producción
Quicksilver reconoce que la compañía sufre de exceso de apalancamiento, según su portavoz David Erdman. Los gastos por intereses de la compañía supusieron casi el 45% de los ingresos en el primer trimestre. "Hemos adoptado medidas concretas para reducir la deuda", dijo.
Los perforadores se encuentran atrapados en un bucle. Deben mantener el endeudamiento para pagar la exploración necesaria para compensar las disminuciones de la producción típicas de los pozos de lutitas. Al mismo tiempo, los inversores han estado presionando a las empresas para que reduzcan gastos. El gasto cayó en 26 de las 61 empresas analizadas. Para las empresas que no pueden permitirse el lujo de mantener la perforación, sacar menos petróleo significa tener menores ingresos, lo que provoca la aceleración vertiginosa de sus gastos financieros.
Gastos Financieros
"Los gastos por intereses están subiendo", dijo Virendra Chauhan, analista de petróleo de la consultora londinense Energy Aspects. "El riesgo para los productores de fracking es que debido a las tasas de declive de la producción, los gastos de capital aumentan constantemente".
Chauhan escribió un informe el año pasado titulado La Otra Historia del fracking, en el que contaba que los gastos por intereses están engullendo una parte creciente de los ingresos de las 35 empresas que incluyó en su estudio. Los gastos por intereses de las 61 empresas analizadas por Bloomberg ascendieron a casi 2.000 millones de dólares en el primer trimestre, un 4,1% de los ingresos, casi el doble del 2,3% de hace cuatro años.
El auge de la perforación impulsó la producción estadounidense de petróleo a 8,4 millones de barriles por día, un 16% más que hace un año y la más alta desde 1986. El crecimiento ha sido impulsado por los avances en la perforación horizontal y la fracturación hidráulica o fracking, que consigue desbloquear el crudo y el gas natural atrapado en formaciones de lutitas como Bakken, en Dakota del Norte, o Marcellus, en el noreste de Estados Unidos.
Ganancias costosas
Las ganancias no resultaron baratas. Goodrich dijo a principios de este mes que está tratando de reducir gradualmente sus costes en el yacimiento Tuscaloosa Marina hasta llegar a los 11.500.000 dólares por pozo. La compañía con sede en Houston, cuyo valor está cifrado en 1.100 millones de dólares, gastó casi 52 millones dólares más de lo que ganó en el primer trimestre.
La empresa cuenta con el dinero suficiente para cubrir sus necesidades de capital de 2014 y está trabajando con su junta para financiar 2.015, con objeto de incrementar sus niveles de perforación, dijo el portavoz Daniel Jenkins en un correo electrónico. La compañía anunció el mes pasado un éxito de explotación que impulso sus acciones hasta 25,34 dólares, más del doble de su precio más bajo en 2014, 12,28 dólares.
Mientras que los préstamos para gastar son típicos de las empresas recién creadas, eso no siempre es sostenible. Forest Oil, cuyos gastos por intereses ascendieron al 27% de los ingresos en el primer trimestre, informó en febrero sobre los decepcionantes resultados de sus pozos y advirtió de que podría denunciar sus acuerdos de deuda. Forest anunció el 6 de mayo un plan para venderse a Sabine Oil & Gas LLC mediante transacción de acciones. Forest Oil, con sede en Denver, declinó decir la cuantía del trato. La compañía no quiso hacer comentarios. Sus acciones han bajado el 39% en lo que va de año.
Eagle Ford
Zaza Energy Corp. (ZAZA), que se inició como una empresa conjunta con Hess Corp. (HES), compró derechos de petróleo en el campo de lutitas de Eagle Ford y en el cercano Eaglebine en el sur de Texas, cerca del corazón de la bonanza petrolera estadounidense. Su ingresos del primer trimestre cayeron por debajo de los gastos por intereses. Los auditores de la compañía expresaron en marzo "dudas sustanciales" sobre la capacidad de la compañía con sede en Houston para mantenerse a flote.
Hess, que disolvió la asociación hace casi dos años, perdió dinero en la transacción. Y su incursión en lo que ha resultado ser el campo de lutitas más grande en los Estados Unidos llevó el año pasado a Elliott Management Corp., empresa de inversión del multimillonario Paul Singer, a expulsar a John Hess de la presidencia de una empresa que su padre fundó hace más de 80 años. Zaza ha entrado ya en una empresa conjunta con EOG Resources Inc. en Houston, una de las pocas empresas de lutitas que obtiene más dinero de lo que gasta. Las acciones de Zaza han disminuido un 28% este año.
"Ahora estamos aumentando significativamente nuestros volúmenes de producción y los ingresos", dijo Todd A. Brooks, presidente y director ejecutivo.
Pronósticos negativos
Swift Energy Co. (AFE) ha ralentizado su perforación mientras intenta vender sus terrenos o encontrar un socio para asumir parte de los costes. El 6 de mayo a compañía anunció un acuerdo de empresa conjunta de 175.000.000 dólares con una empresa energética controlada por el gobierno de Indonesia. Los fondos se utilizarán para ayudar a pagar la deuda. El anuncio acuerdo no logró impedir que Standard & Poor redujera el 15 de mayo la calificación crediticia de Swift, etiquetándola con una perspectiva negativa. Las acciones han bajado un 19% en lo que va del año.
"Tradicionalmente hemos sido una compañía financieramente conservadora", dijo Bruce Vincent, presidente de Swift, con sede en Houston. "Nos hemos apalancado más de lo que históricamente lo hemos estado y no estamos cómodos así".